Aragón vive una jornada de calor extremo y La Almunia marca la segunda máxima de España con 42,7 grados

Zaragoza no batió el récord histórico de 44,5 grados de 2015, pero los termómetros llegaron a los 41,5. El calor da un respiro y las temperaturas descenderán para volver a subir de cara al viernes.

El agua se convertía en un refugio frente a las altas temperaturas.
El agua se convertía en un refugio frente a las altas temperaturas.
Toni Galán

 El pico de la ola de calor pasó este martes por Aragón sin dejar registros de auténtico récord. Pero los 42,7 oC que se midieron en La Almunia de Doña Godina a las 17.00 colaron al municipio zaragozano en el segundo puesto del podio español de las temperaturas máximas, por detrás solo a una décima de Albacete (42,8 oC) y empatada con Alcoy, en Alicante.

Un buen puñado de poblaciones superaron y rozaron ese umbral de los 40 grados que ya no parece una excepción. Valderrobres fue la segunda localidad que más se derritió en la Comunidad, con 41,8 oC, y Zaragoza ocupó la tercera posición con los 41,5 oC de Valdespartera. El calor también golpeó fuerte en Quinto y Tamarite de Litera, donde se registraron 41,3 oC y 41 oC, respectivamente. Finalmente Zaragoza no batió el récord de los 44,5 grados de 2015. ¿La razón? El viento fagüeño, el aire de suroeste muy seco que se esperaba que entrara y provocara un subidón térmico, se quedó en el valle del Jalón sin llegar al Ebro, donde sopló el bochorno.

Termómetros a 40 grados en el centro de Zaragoza
Termómetros a 40 grados en el centro de Zaragoza
Francisco Jiménez

La entrada del cierzo dará este miércoles un pequeño respiro. Los mercurios caerán de forma notable en las máximas en la depresión del Ebro, aunque todavía se superarán los 36 grados en la mitad oriental y en puntos del oeste de Teruel. La Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) prevé que en Zaragoza se den 33 ºC. Aunque el calor volverá con más fuerza de cara al fin de semana y para el viernes ya se anuncian los 40ºC.

Las temperaturas extremas tienen un impacto directo en la salud, sobre todo entre la población mayor que tiene afecciones crónicas. El Departamento de Sanidad no tiene, de momento, notificación de ninguna incidencia relacionada directamente con la ola de calor. Sin embargo, en los centros sanitarios ya han detectado un aumento de atenciones médicas por este motivo. El pasado lunes ya se recibieron algunas visitas pero este martes la demanda sanitaria por las consecuencias del calor se incrementó. 

"Muchas veces con buena hidratación y control de la temperatura se puede evitar un viaje a Urgencias"

Desde los centros de salud atienden, entre otras patologías, a ancianos con episodios de deshidratación y bajadas de tensión. Según Guillermo Viguera, médico residente de Familia en el centro de salud Univérsitas y vocal de Médicos Jóvenes y Empleo del Colegio Oficial de Médicos de Zaragoza: "En Atención Primaria si podemos lo solucionamos en el domicilio, muchas veces con buena hidratación y control de la temperatura en casa se puede evitar un viaje a Urgencias", donde en días de intenso calor aumenta también la actividad.

En las residencias de mayores se presta una especial atención a la ingesta de líquidos. "No tienen sensación de sed, por lo que hay que estar pendientes de que beban agua y como no les resulta muy apetecible la combinamos con gelatinas de sabores", indicó José Luis López, director de la residencia Pirineos, en el barrio de Casablanca de Zaragoza.

Los 29 usuarios no salieron al jardín como cada mañana a hacer sus actividades con el terapeuta. La jornada discurrió puertas adentro con un aire acondicionado a entre 25 y 26 grados. Lo que agradecieron en las residencias fue la desaparición de las mascarillas que hasta hace unos días llevaban trabajadores y visitantes.

"Las actividades que requieren cierto esfuerzo físico se hacen a primera hora de la mañana y a la sombra"

A golpe de 'manguerazo'

Mientras, en los patios de los colegios los más pequeños combatían la canícula con gincanas y juegos de agua, piscinas de plástico y a golpe de ‘manguerazo’. "Las actividades que requieren cierto esfuerzo físico se hacen a primera hora de la mañana, a la sombra, y a partir de las 11.30 todo se traslada a espacios interiores que dispongan de ventiladores o aire acondicionado", describió Gerardo Fernández, coordinador de la colonia del colegio Miraflores de Zaragoza, gestionada por Abantu.

Una veintena de personas de la Alianza por la Emergencia Climática de Aragón se concentraron a las 17.00 en la plaza de Santa Engracia de Zaragoza. El termómetro indicaba 40 ºC, que en el asfalto se disparaban a 50,9 ºC y junto a las plantas y a la sombra bajaban a 30. Reclamaron una auténtica red de refugios climáticos y una ciudad más "naturalizada".

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