Detenidos los dos presuntos autores del asesinato de un vecino de Figueruelas

Son dos jóvenes de 22 y 25 años que entraron por el tejado a la vivienda de la víctima y la mataron a golpes tras atarla a una silla y torturarla durante dos horas.

Dos agentes de criminalística de la Guardia Civil, el día del crimen en Figueruelas.
Dos agentes de criminalística de la Guardia Civil, el día del crimen en Figueruelas.
Guillermo Mestre

Un año ha pasado desde que A. G. I., de 61 años, vecino de Figueruelas, fuera asesinado brutalmente en su vivienda de la calle Mayor, donde residía solo, acompañado de dos pequeños perros, hasta que la Guardia Civil ha detenido a los presuntos autores. Se trata de Miguel A. J., de 22 años, y Daniel S. G., de 25, ambos vecinos de Zaragoza y el segundo con antecedentes delictivos. Los dos se encuentran en prisión, aunque Daniel S. G. ya lo estaba por otros hechos, y Miguel A. J. ingresó ayer después de negarse a declarar ante el juez de guardia imputado por un delito de asesinato.

Como se informó entonces, los criminales emplearon una violencia extrema para acabar con la vida de A. G. I. Fue su propio hermano quien, pasadas las 2.00 del 3 de mayo de 2022, encontró el cadáver al acudir a su casa preocupado porque no respondía a sus llamadas. El hallazgo no pudo ser más cruel: tenía una bolsa de plástico en la cabeza, estaba maniatado y amarrado a una silla donde lo golpearon hasta la muerte.

La investigación abierta por la Policía Judicial de la Guardia Civil para dar con los asesinos situó como primera hipótesis del crimen el robo o el tráfico de drogas, ya que al fallecido se le vinculaba en el pueblo con la venta al menudeo. Y todo apunta a que los detenidos entraron en su casa con la intención de apoderarse o bien de algo de dinero o bien de una pequeña cantidad de cocaína, pues parece que la movía a reducida escala.

La víctima, por seguridad, había instalado dos cámaras y una mirilla electrónica, que a la postre han sido fundamentales para identificar a los criminales, así como el análisis de los teléfonos móviles. Aunque estuvieron merodeando ante la puerta principal de la calle Mayor, al final accedieron a la vivienda subiéndose al tejado por la parte trasera. Los investigadores comprobaron que entraron con sigilo, se movieron sin titubeos en la oscuridad y giraron una de las cámaras interiores para no ser grabados. Dentro de la casa permanecieron cerca de tres horas, tiempo durante el cual se ensañaron presuntamente con la víctima hasta matarla.

Tras el crimen, Daniel S. G. pidió un taxi que lo trasladó hasta Utebo y, al día siguiente, llamó a otro que lo dejó en la calle de Las Armas de Zaragoza. Tiempo después, los agentes averiguaron que Miguel A. J. se había ido a Madrid y vivía en Vallecas, donde se relacionaba con gente vinculada al consumo y al tráfico de drogas. Las conversaciones intervenidas con autorización judicial reflejan que este joven se dedica a pequeños negocios de drogas y "dar palizas por encargo" para cobrar deudas. Incluso admite que no está hecho para un trabajo normal y que el "va a lo suyo" y "necesita pegar", como consta en las diligencias. "A mí solo me han visto pegar a uno en Zaragoza y otro aquí", dice en una conversación captada por la Guardia Civil.

Los dos detenidos están plenamente identificados por las grabaciones analizadas por la Guardia Civil. Miguel A. J. fue trasladado ayer al juzgado de guardia donde, asistido por el abogado Enrique Esteban y, en presencia del letrado de Daniel S. G., Bartolomé Arranz, se negó a declarar. La abogada de la familia, Marina Ons, y la fiscal pidieron la prisión preventiva, que acordó el juez.

Dos crímenes en apenas 7 meses en la Ribera Alta

Las detenciones por el crimen de Figueruelas, perpetrado el 3 de mayo de 2022 y del que fue víctima A. G. I., de 61 años, permiten dar por resueltos los dos asesinatos que se produjeron en la comarca de la Ribera Alta del Ebro con apenas siete meses de diferencia. Porque cuando encontraron el cadáver del vecino de Figueruelas, amarrado a un silla y con evidentes signos de tortura, la Guardia Civil acababa de arrestar a once personas -nueve primero y otras dos, después- por su presunta implicación en el homicidio de Javier G. T., de 43 años, en Pleitas, localidad ubicada a apenas nueve kilómetros de Figueruelas.

Como informó HERALDO, la Benemérita reabrió el pasado mes de abril las pesquisas del crimen de Pleitas para sumar los nombres de otros cuatro hombres a la lista de imputados. Tres de ellos comparecieron poco después ante la titular del Juzgado de Instrucción número 2, encargada del caso, pero el cuarto sigue en busca y captura. De ahí que las pesquisas sigan de momento atascadas y la magistrada no pueda dictar auto de apertura de juicio oral.

La autopsia determinó que fue entre la 1.00 y las 2.00 del 2 de octubre de 2021 cuando Javier G. T. recibió el disparo que acabó con su vida. No cabía otro resultado: le colocaron el cañón de una escopeta apoyado sobre la escápula derecha y apretaron el gatillo. Se hallaron perdigones en el corazón, los pulmones y el hígado.

Pero no fue hasta el amanecer cuando un ciclista se topó con su Citroën C-2 dentro de una acequia, a unos 200 metros del casco urbano del Pleitas. El día de antes, un grupo de personas había intentado entrar en el cultivo de cáñamo que la víctima vigilaba con la intención de robar la cosecha recién recogida, a pesar de que estas plantas de cannabis no tienen componentes psicoactivos y son utilizadas para la producción de fibra, grano, biomasa o papel, entre otras finalidades.

Durante la incursión, uno de los delincuentes fue visto entrando en la propiedad y la banda decidió escapar del lugar. Sin embargo, horas después, varios de los delincuentes regresaron y perpetraron el crimen.

Comentarios
Debes estar registrado para poder visualizar los comentarios Regístrate gratis Iniciar sesión