Natalia Chueca ganaría pero la alcaldía de Zaragoza quedaría a expensas de si Vox mantiene su representación

El gobierno del Ayuntamiento de Zaragoza está en un pañuelo. En unas elecciones en las que se refuerza el bipartidismo, con una victoria clara del PP y con un PSOE con opciones de suma a su izquierda, el resultado de los minoritarios va a ser decisivo para definir la alcaldía. Podemos, CHA y Vox se sitúan en la frontera del 5% que marca el acceso al reparto de concejales en los municipios. El que no supere ese porcentaje de voto se quedará fuera y eso puede costarle el gobierno a la candidata popular Natalia Chueca o a la socialista Lola Ranera.

Según la encuesta de A+M para HERALDO, el PP obtendría uno de los mejores resultados de su historia, con un 39,50% y en la horquilla de los 14 o 15 concejales, al borde de la mayoría absoluta que fijan los 16 ediles. Asume la práctica totalidad del electorado de Cs, que se queda sin representación, y le saca una diferencia de casi nueve puntos a los socialistas. Pero existe el riesgo de que le ocurra lo que le pasó a Eloy Suárez en 2011, cuando con 15 concejales y a un millar de votos de la mayoría absoluta se quedó en la oposición por no tener socio: la ola popular dejó aquella vez al PAR, que estaba llamado a ser el aliado de referencia, sin representación en el Consistorio zaragozano.

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Sin socios viables

En este sentido, la encuesta detecta que se puede producir el mismo fenómeno: el fuerte ascenso del PP pone en riesgo la supervivencia de Vox. La extrema derecha no solo no sube, sino que cede poco más de un punto respecto a las municipales de 2019, lo que le podría dejar por debajo del 5% y por tanto sin representación.

La consecuencia directa es que el PP se quedaría sin ningún socio viable de gobierno y, salvo sorpresas, en la oposición. Eso sí, una mínima recuperación durante la campaña podría devolver a Vox al tablero municipal con uno o dos concejales y completar la mayoría que necesita Chueca para gobernar. Todo o nada en un puñado de votos.

Intención de voto

El PSOE por su parte resiste, con tendencia al alza. Con Lola Ranera mejora tres puntos respecto al resultado de Pilar Alegría de 2019 y lo hace sin mermar las opciones de los partidos a su izquierda. De hecho, el global de la izquierda avanza frente a un bloque conservador que se estanca y suma incluso teniendo en cuenta el peor resultado de la horquilla. Ranera obtendría entre 10 y 11 concejales, con una intención de voto del 30,69% (tres puntos más que en 2019). Intención de voto

Pero más allá del resultado de los socialistas, la clave está en la resistencia de los minoritarios de izquierdas, que aguantan su representación, especialmente ZEC, que no sufre por el cambio de candidatura: Pedro Santisteve, que fue alcalde, Luisa Broto y Alberto Cubero no repiten y le ceden el testigo a Elena Tomás, una desconocida para el gran público. Queda confirmado que la base electoral de IU es suficientemente sólida para sostener los porcentajes de voto de los comunes. Por su parte, Podemos también resiste con su nuevo candidato, Fernando Rivarés. Ni la entrada de CHA ni la resistencia de ZEC hacen mella en la formación morada, que parece ajena a los vaivenes que está generando en el electorado de izquierdas la plataforma Sumar de Yolanda Díaz. Sostiene dos ediles, con un 5,81%.

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Como han ido determinando sucesivamente las encuestas de A+M, CHA recuperaría la representación municipal que perdió en 2019. Con Chuaquín Bernal como candidato, lo haría por los pelos, con un 5,36% y uno o dos ediles. Al igual que en el caso de Podemos, la pérdida de representación de CHA estaría dentro de los márgenes de error.

Valoración de líderes

Si se atiende a la valoración de líderes, entre la socialista Lola Ranera y la popular Natalia Chueca no hay diferencias significativas. La primera es mejor valorada que la segunda, con un 4,602 frente al 4,519, pero la segunda es más conocida: un 67,3% frente a un 65,4%.

No obstante, el más conocido de todos los candidatos es Fernando Rivarés, el alcaldable de Podemos. Eso sí, su valoración es la segunda peor (3,01), solo por encima de la que obtiene el aspirante de Vox, Julio Calvo (2,2). También tiene un amplio grado de conocimiento el cabeza de lista de Ciudadanos, Daniel Pérez Calvo, que logra un 69,8%, superior a la de Ranera y Chueca. Los menos conocidos son Calvo (42,7%), el candidato del PAR, Clemente Sánchez Garnica (36,9%), el de CHA (28,7%) y la de ZEC (12,1%).

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Los populares atraen casi el 60% del voto de Cs

El PP recibirá un potente caudal de votos de Ciudadanos que le permitirá disparar su representación en el Ayuntamiento de Zaragoza. Esta es una de las principales conclusiones de la encuesta de A+M para HERALDO, que cifra en el 58,4% el porcentaje del electorado naranja que se comen los populares. En su proceso de extinción, Cs cede también un 5,4% de su electorado al PSOE para quedarse con una fidelidad de voto de solo el 14,7%.

Pero al margen del desplome de Cs, que nutre el crecimiento de la candidatura de Natalia Chueca, destaca la fortaleza que demuestran los dos grandes partidos PP y PSOE: un 89,5% los primeros y un 89,1% los segundos. De hecho, a estas alturas del proceso electoral el trasvase de votos entre los dos principales formaciones es imperceptible.

Los movimientos se producen dentro de los bloques de izquierda y derecha. Además de absorber casi el 60% del voto de Ciudadanos, el PP capta el 24,2% del electorado de Vox, circunstancia que coloca a la extrema derecha al borde de la desaparición en el Ayuntamiento de la capital.

En la izquierda, además del PSOE, la mayor fidelidad de voto la demuestra CHA, con un 88,1%. Esa es la clave de su propia resistencia y de que logre representación: la inmensa mayoría de los que le votaron en 2019 lo volverán a hacer, con el añadido de que le logra quitar un 7,7% de voto a Podemos. Es lo único que pierde la formación morada, que mantiene una fidelidad de voto del 75%. Por su parte, ZEC retiene a un 70,5% de su electorado de 2019 aunque cede un 10% al PSOE.

Hay un elemento llamativo más si se analizan los trasvases de apoyos entre las distintas fuerzas políticas. Aunque su respaldos en la capital ya era residual, el PAR aporta un tercio de su electorado al PP a través de la lista de Aragoneses, el nuevo partido fundado por Elena Allué.

Respecto al voto por edad, el PSOE se impone al PP entre los nuevos votantes: un 14,2% frente al 12,6%. Vox es la tercera fuerza en la franja de edad que va de los 18 a los 24 años y va cayendo progresivamente conforma los votantes ganan edad. Sin embargo, conforme sube la edad del electorado, gana apoyos el PP: a partir de los 35 años se impone en todas las franjas hasta el punto de superar el 40% en el caso de los mayores de 65.

Ficha técnica