Escapadas cerca de Zaragoza para pasar el puente de San Valero
Sos del Rey Católico, Biel o Moros son algunos de los pueblos más bonitos ubicados en el entorno de la capital aragonesa e ideales para una escapada.
El frío y las bajas temperaturas no son motivo suficiente para no disfrutar del puente de San Valero, marcado en rojo en el calendario de los zaragozanos para huir de la rutina, disfrutar de la naturaleza o descubrir pueblos con encanto. Los más afortunados tendrán por delante tres días de fiesta: desde el sábado 28 hasta el lunes 30 de enero. Buena parte de la población aprovechará para hacer escapadas a pueblos turísticos cercanos y, en esa lista, no pueden faltar Grisel, Biel, Moros, Sos del Rey Católico o la Laguna de Gallocanta.
Así, el calendario laboral dará una tregua antes de que comience febrero a aquellos que trabajen o estudien en la capital de Aragón. Aunque hay quienes preferirán viajar a otros puntos de España, o incluso montarse en avión y visitar algún país, otros optarán por el turismo de cercanía y hacer un viaje exprés. Y aquí van cinco pueblos sorprendentes, acogedores y muy próximos a Zaragoza.
Grisel
Grisel es uno de los pueblos más destacados de Zaragoza, no solo porque está a poco menos de una hora de la ciudad, sino porque tiene uno de los atractivos turísticos más curiosos de la provincia: el Pozo de los Aines. Se trata de una cavidad de aguas subterráneas, repleta de vegetación aupada por humedad, que está habilitado para que pueda visitarse.
En el centro del municipio se encuentra el Castillo de Grisel, abierto para los turistas y en el que, además, es posible hospedarse. De ahí que esta sea una gran opción.
Biel
A una hora y media en coche de distancia de Zaragoza, en la comarca de las Cinco Villas, los turistas pueden adentrarse en Biel. La panorámica de la localidad guía hasta la inmensidad del conjunto de su Iglesia de San Martín y el castillo. Esta muestra del románico invita a pasear por los alrededores y perderse en las calles del municipio.
A su vez, se pueden hacer varias excursiones curiosas, como la del Sendero del Agua o la Ruta Interpretativa del Arba.
Moros
Moros es de postal. Así lo dice la morfología de este pueblo que atrapa la vista desde el entorno. Su casco urbano, de origen medieval, hace que nadie se resista a pasearlo y a fotografiarlo desde el mirador.
Moros, en la comarca de Calatayud, está a una hora en coche de Zaragoza. Una de sus señas de identidad es que conserva el estilo mudéjar en la Iglesia de Santa Eulalia, otro de los enclaves que no pueden fallar en esta gran alternativa turística.
Sos del Rey Católico
Se le considera uno de los pueblos más bonitos de España. Y no es para menos. Sos del Rey Católico está situado en la zona noroeste de la Comarca de las Cinco Villas, a poco más de una hora y media en coche de Zaragoza. De hecho, es una localidad de cine: fue uno de los puntos en los que se rodó ‘La Vaquilla’ de Luis García Berlanga.
Se trata de una villa medieval que conserva el esplendor de siglos atrás, además de ser la tierra en la que nació Fernando II de Aragón. Se sitúa sobre un espolón de una roca, por lo que su imagen es espectacular y ofrece unas vistas de todos los montes y vaguadas de su entorno.
Esto no es todo. Fue declarada Conjunto Histórico Artístico por sus monumentos y edificios con portadas de escudos, ventanas góticas y renacentistas, así como por sus estrechas calles. La Torre del Homenaje, el Palacio de Sada o la Iglesia de San Martín son algunos de sus monumentos de interés.
Laguna de Gallocanta
A medio camino entre Zaragoza y Teruel, entre el Campo de Daroca y la Comarca del Jiloca, se sitúa la Reserva natural dirigida de la Laguna de Gallocanta. En concreto, la separan poco más de una hora y 20 minutos en coche de la capital aragonesa. Asimismo, la zona protegida comprende territorios de seis municipios: Santed, Gallocanta, Berrueco, Las Cuerlas, Tornos y Bello.
La Laguna de Gallocanta es una de las mayores lagunas naturales saladas de Europa. Si hay algo que la hacen de especial interés es la riqueza de su flora y fauna, aunque la alta salinidad impide que habiten peces en ella. Pero lo cierto es que este es destino y, en especial, lugar de paso de migraciones, en la que la protagonista es la grulla, que se ha convertido en icono de la región.
Asentada en una cubeta del Sistema Ibérico y más de 990 metros sobre el nivel del mar, la laguna ocupa cerca de 1.400 hectáreas y alcanza los dos metros de profundidad. En el espacio que ocupa hay un complejo lagunar: las lagunas de Zaida y Guialguerrero y las dos pequeñas de Santed.
