El concejal socialista Horacio Royo reconoció ayer que los 5,8 millones de inversión planteados por la DGA para Zaragoza en el plan de depuración 2022-2027 son "pocos" en comparación con las necesidades de la ciudad, que en solo unos años tendrá que abordar el futuro de la planta de tratamiento de La Cartuja, que encara ya la recta final de su vida útil.

El edil se mostró a favor de llevar este asunto a la bilateral, pero remarcó el problema existente en Aragón, con "un montón de pueblos del Pirineo sin depurar". "¿Y de dónde creen que sale el agua cuando abrimos el grifo en Zaragoza?Es que también nos beneficiamos, y los recursos son los que son. ¿Podemos reclamar más inversión? Sí, pero no a costa del resto de Aragón", expuso.

El pleno se comprometió, a iniciativa de Vox, a incluir en la próxima reunión con el Ejecutivo "un programa de inversiones en el sistema de saneamiento y depuración", así como a estudiar una rebaja en las tarifas que compense la inflación y una exención temporal para los propietarios de viviendas okupadas.

La popular María Navarro volvió a criticar que la DGA redactase el plan "sin dar audiencia" al Consistorio, y Julio Calvo, de Vox, lamentó la cantidad "ínfima" que se recibirá hasta 2027. En la izquierda, Fernando Rivarés, de Podemos, señaló que "no se puede pedir sin tener propuestas concretas" y Pedro Santisteve, de ZEC, criticó que la capital no reciba ninguna compensación por el ICA ya pagado.