sucesos
La joven de Zaragoza investigada por matar a golpes a su hija de 2 años se defiende acusando
La instrucción del infanticidio del Picarral llega a su fin con una sorpresiva comparecencia en la que la propia investigada califica ahora lo sucedido como un crimen. Pero señala a su compañero sentimental como único autor.
La jueza acaba de concluir la investigación por la trágica muerte a golpes de la pequeña Laia, de solo dos años, en una vivienda del barrio del Picarral de Zaragoza. Por estos hechos, ocurridos el 21 de enero de 2021, fueron detenidos y enviados a prisión provisional tanto la madre biológica de la niña como su compañero sentimental. Y aunque ambos hablaron desde el primer momento de un fatal accidente, esta semana ha saltado la sorpresa. Porque la mujer, Vanesa M. P, de 29 años, sí reconocería ahora que la menor fue víctima de un crimen. Pero no cometido por ella, sino por su entonces pareja, Cristian L.V., de 34 años.
La Ley del Jurado determina que, una vez concluida la fase de instrucción, el juez ha de convocar a la Fiscalía, las acusaciones particulares y las defensas a una audiencia preliminar que sirve para determinar los llamados hechos justiciables.
La titular del Juzgado de Instrucción número 12 de Zaragoza señaló esa vista el pasado lunes 3 de octubre. Como era previsible, el Ministerio Público y el abogado Manuel Hatero, que representa al padre biológico de Laia, pidieron que se juzgue a ambos investigados por un delito de asesinato. Cumpliendo el guión, el letrado Armando Martínez Pérez, que defiende a Cristian L. V., instó el sobreseimiento de la causa respecto a su cliente.
La sorpresa saltó cuando le llegó el turno de pronunciarse a la letrada Teresa Font, encargada de la defensa de la madre de la menor fallecida. Como tal, a esta última la jueza le permitió hace un tiempo ejercer también la acusación particular. Yen tal condición, decidió señalar como único responsable de lo sucedido a su pareja, proponiendo que se le juzgue por asesinato.
Las acusaciones se vieron sorprendidas por la estrategia defensiva de la mujer, ya que en un principio esta contó a los investigadores del Grupo de Homicidios que su hija había sufrido una caída, se había quedado inconsciente y habían decidido meterla en una bañera para reanimarla. Sin embargo, ahora, la investigada estaría reconociendo que lo ocurrido en el número 2 de la calle de Isabel Sánchez Arbós fue un crimen.
La magistrada María José Moseñe habrá de dictar ahora un auto decretando el archivo de la causa o la apertura de juicio oral. De optar por la última opción, deberá concretar quién se sienta en el banquillo y por qué hechos. En ese momento, la Fiscalía y la acusación particular podrán presentar sus escritos de calificación y proponer una pena. El padre de la menor ya anticipó en su día su intención de solicitar la pena de prisión permanente revisable.
La niña fue enterrada en julio
La autopsia determinó que el fallecimiento de la niña se produjo sobre las 22.30 del 21 de enero de 2021, pero un tira y afloja entre sus padres impidió celebrar su entierro hasta el pasado verano. La madre e investigada pretendía que la inhumación se llevara a cabo en Zaragoza, postura por la que en un principio se inclinó la jueza. Después de lo ocurrido, el padre de la pequeña pretendía tenerla cerca, por lo que recurrió la decisión ante la Audiencia Provincial. Como él reside en Cataluña, pidió que Laia fuera enterrada en el camposanto de Lloret de Mar, donde finalmente, tras una larga batalla judicial, reposan sus restos desde el pasado mes de julio.
