La cultura y las tradiciones de Juslibol cobran vida sobre un mural cerámico

Quince vecinas de este barrio rural de Zaragoza han participado en su creación, enmarcada dentro del proyecto ‘Barrios Extraordinarios’.

Las autoras del mural colectivo de cerámica que se presenta este viernes en Juslibol.
Las autoras del mural colectivo de cerámica que se presenta este viernes en Juslibol.
Barrios Extraordinarios

Los galachos, las aves, el tren turístico que lleva hasta Zaragoza o el bar Tinajo son algunos de los elementos que más caracterizan a Juslibol. Por eso, no podían faltar en el mural cerámico que 15 vecinas han creado a través de varios talleres enmarcados dentro del proyecto ‘Barrios Extraordinarios’. Financiado por el Ayuntamiento de Zaragoza, es una iniciativa que AD HOC Gestión Cultural S.L promueve desde hace seis años en colaboración con Cerámicas El Cierzo y, más recientemente, de la Banda de Gaitas de Boto Aragonesas.

Su objetivo es llevar la cultura fuera de los espacios habituales, como suele ser el centro de la ciudad, y al mismo tiempo dar voz a los vecinos de los barrios rurales para hablar sobre las costumbres, las tradiciones, el pasado y también el futuro del sitio en el que viven. Marta Fernández codirige AD HOC y, además, es vecina de Movera. “La gran historia se nutre de las pequeñas historias”, defiende. En los seis años que el proyecto lleva en marcha ha escuchado miles de historias sobre Movera, San Juan de Mozarrifar, Montañana, La Cartuja o Juslibol.

El cementerio de Juslibol está representado con una imagen de su puerta
El cementerio de Juslibol está representado con una imagen de su puerta
Barrios Extraordinarios

Historias a las que, quienes participan en los talleres de cerámicas como el recientemente realizado en Juslibol, dan forma con el barro. Para ello les ayuda un artista ceramista de Cerámicas El Cierzo, que durante cuatro sesiones guía a los grupos en sus labores. El resultado es un mural colectivo como el que este viernes se ha presentado en Juslibol. Se sitúa en la calle de Domingo Zaera, centro neurálgico del barrio, junto a una obra anterior que surgió de una edición pasada de este mismo proyecto.

Detrás de esta creación hay algunas veteranas, como Inma, quien recibe clases de pintura desde hace más de 30 años asiste a clases de pintura. Para otras, como Pilar, esta ha sido la primera vez en contacto con el barro. Su aportación al mural se basa en la naturaleza y es una higuera con sus ricos higos. Para Eva, Juslibol es torre San Martín, la casa familiar en la que vivieron sus abuelos y bisabuelos. Ya no existe pero, en su creación, una línea de pinos evoca el lugar donde estuvo y ahora quedará para siempre en el mural colectivo. El juego tradicional de los hoyetes es la imagen que ha elegido Sonia para modelar. Como referencia, una foto en la que ella misma, con 8 años, aparece jugando con otros niños junto a la señora Benilde, la campanera de Juslibol.

Estas son algunas de las vecinas de Juslibol que se han abierto al grupo y, ahora, a su barrio, y han expresado lo que para ellas significa su comunidad, así como sus recuerdos y sentimientos. “Ellas son las verdaderas protagonistas y lo que nos gusta es estar con ellas y escuchar sus historias. Cada una cuenta la suya y las demás aportan su punto de vista y así te haces una idea más en profundidad de cada barrio”, explica Marta, que las ha acompañado en todo el proceso de creación del mural. Aunque la dinámica es similar en todos los barrios rurales, el proyecto se adapta tanto al número de participantes como a la edad de los mismos. Así, en caso como el de la Cartuja Baja, donde se apuntaron muchos niños, se ideó un mural con un friso en el que los más jóvenes del grupo plasmaron elementos decorativos más sencillos.

El resultado de la composición creada este año en Juslibol se puede ver desde deste viernes en la calle de Domingo Zaera, junto al consultorio médico. La presentación oficial del mural estuvo acompañada por la música de la Banda de Gaitas de Boto Aragonesas. La agrupación colabora en el proyecto ‘Barrios Extraordinarios' desde hace unos años, no solo para animar estos actos, sino también por su esencia. “Además de aportar ese ambiente festivo en las presentaciones, coincidimos en el objetivo de poner en valor la cultura aragonesa”, explica Marta. Así, sus miembros actúan en las fechas señaladas y también ayudan en un laboratorio de ideas donde se recoge la cultura y las tradiciones de cada barrio.

Uno de estos integrantes de la banda es Paco Montori, que colabora también en este 'brainstorming' donde se habla de las tradiciones y la cultura del pueblo. “La gaita de boto es un instrumento musical exclusivo de Aragón que en los años 70 estuvo a punto de desaparecer. Ahora somos mucha gente y hemos conseguido que no se pierda”, señala. Con ese mismo fin de evitar que las cosas se pierdan, la agrupación se ha implicado ahora también con los barrios rurales de Zaragoza. Este viernes, sus miembros hicieron sonar las gaitas de boto recorriendo las calles de Juslibol y parando en cada uno de los lugares que se han plasmado en el mural cerámico colectivo.

Un proyecto intergeneracional

‘Barrios Extraordinarios’ no entiende de edades y dentro del proyecto tienen cabida personas de cualquier edad. De hecho, se persigue que varias generaciones convivan en los talleres. Por eso, la fecha habitual en las que se lanza la iniciativa es el verano, aprovechando que con las vacaciones escolares los nietos suelen pasar más tiempo con los abuelos y pueden participar juntos. Pero este año, las altas temperaturas también han afectado a esta programación y en varios barrios se han pospuesto algunas fechas. Ahora, tras pasar por Juslibol, entre los próximos destinos está Peñaflor, que se incorpora por primera vez a esta iniciativa, y también se prevé poder ir a Monzalbarba. “Queremos tanto consolidar la actividad en los lugares en los que ya llevamos años trabajando como ir llegando a otros nuevos”, concluye Marta.

Comentarios
Debes estar registrado para poder visualizar los comentarios Regístrate gratis Iniciar sesión