zaragoza

A prisión por intentar matar en Parque Goya a su expareja, que huyó desnuda y malherida

La mujer contó a la Policía que el hombre la golpeó, intentó asfixiarla y acuchillarla y la arrastró del pelo por un pasillo lleno de cristales. Ya lo había denunciado en febrero por malos tratos.

Jefatura Superior de Policía de Aragón.
Jefatura Superior de Policía de Aragón.
Oliver Duch

Un hombre de 40 años ingresó ayer en el centro penitenciario de Zuera como presunto responsable del intento de homicidio de su expareja, a la que un vecino encontró desnuda, sangrando y malherida en el rellano de la escalera del edificio. Los hechos se produjeron sobre las 23.15 del pasado jueves en el número 16 de la calle de Eugenio Lucas de Parque Goya, donde la mujer asegura que José Miguel O. C. le propinó una paliza e intentó estrangularla y acuchillarla. Además de numerosos golpes por todo el cuerpo, la víctima, de 45 años, presentaba varios cortes en las piernas, que al parecer se produjo cuando su excompañero sentimental la arrastró del pelo por un pasillo que estaba lleno de cristales rotos.

La llamada del vecino que auxilió a la víctima al 091 hizo que un vehículo camuflado de la Policía Nacional que patrullaba la zona se presentara rápidamente en el lugar de los hechos. Cuando llegaron los agentes, la mujer les explicó que había mantenido una fuerte discusión con su ex y había intentando matarla. De hecho, les contó que había huido    desnuda y sangrando de la vivienda aprovechando un despiste de su agresor. Además de visiblemente herida, la víctima se hallaba bastante aturdida, por lo que se solicitó enseguida una ambulancia al 061, que la trasladó al Hospital Royo Villanova.

Los médicos que la atendieron emitieron un extenso parte de lesiones, que incluye múltiples contusiones y hematomas en el rostro  y resto del cuerpo. Porque según declaró la mujer, recibió un sinfín de  puñetazos y patadas. Los sanitarios también tuvieron que ponerle varios puntos para suturar diferentes cortes en las extremidades y las caderas.

Agazapado en el rellano

Según fuentes próximas a la investigación, la Policía localizó al agresor agazapado en el rellano del tercer piso. Cuando los agentes se entrevistaron con él para pedirle explicaciones sobre lo ocurrido, alegó que su expareja era bipolar y había intentado agredirle. El hombre -al que defiende la letrada Marina Ons- reconoció que había cogido un cuchillo, que entregó a los funcionarios, pero explicó que lo había empuñado para asustar a la mujer y que se fuera de casa. La patrulla localizó después un segundo cuchillo con el filo doblado justo en la puerta    del domicilio donde ocurrieron los hechos.

No era la primera vez que esta mujer denunciaba por violencia de género al investigado, con el que ha mantenido una relación sentimental intermitente durante los últimos cuatro años. La Policía Nacional pudo comprobar que la víctima ya informó de otro episodio de malos tratos el pasado mes de febrero, lo que dio lugar a la detención de José Miguel O. C., sobre el que se dictó una orden de alejamiento que dejó de tener efecto el pasado 8 de junio.

Un vecino la cubrió con un albornoz y la protegió en su vivienda

Los gritos de auxilio de la mujer a la que intentaron matar el pasado miércoles por la noche en el barrio de Parque Goya hicieron que uno de los residentes de la finca se asomara al rellano. Y al abrir la puerta su sorpresa fue mayúscula, ya que se encontró de frente a su vecina desnuda y ensangrentada. Pero no estaba sola. Colocado encima de la mujer se hallaba su expareja, que mientras la agarraba y trataba de incorporarla le decía: «Venga, sube a casa».

El testigo relató después a la Policía que el presunto maltratador, José Miguel O. C., trató de tranquilizarlo para que no se preocupase diciéndole que «no era nada». Pero, en ese momento, la víctima le rogó que llamase a la Policía porque su expareja le había dado una paliza y quería matarla.

Parece que aquello desconcertó al maltratador, que debió de correr escaleras arriba. El vecino cogió entonces a la mujer y la ayudó a entrar en su casa, desde donde alertaron a la sala del 091. La víctima permaneció allí resguardada hasta que llegó la primera patrulla.

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