incendios

Amargo despertar en Moros: "Nunca había visto algo como esto, el incendio ha sido demasiado para todos nosotros"

Los habitantes de esta localidad zaragozana vivieron este viernes un amargo despertar tras ver el desolador paisaje que ha dejado el fuego. Los bomberos realizaron labores para prevenir posibles reactivaciones.

Los efectivos de la DPZ tiran unas tejas de una casa afectada del casco antiguo de Moros, este viernes.
Los efectivos de la DPZ tiran unas tejas de una casa afectada del casco antiguo de Moros, este viernes.
Oliver Duch

La vida sigue, pero ya nada será igual. La estabilización del voraz incendio de Ateca, que ha calcinado 14.000 hectáreas en cuatro días y ha mantenido en vilo a la Comunidad de Calatayud, ha devuelto a Moros a una "relativa tranquilidad" con el regreso de los vecinos a sus viviendas. Quedan todavía unos días para que el fuego se dé por extinguido. Como el regreso a Moros se produjo el jueves por la noche, los residentes solo fueron conscientes de la magnitud de los daños cuando la luz del sol evidenció los múltiples desperfectos. De ahí el inmenso silencio que reinaba ayer en Moros, por un amargo despertar que la mayoría de los vecinos experimentaron. Se enfrentan ahora a la incertidumbre de las consecuencias que va a tener esta catástrofe.

La vista panorámica del pueblo resulta desoladora. Algunas casas abandonadas han sido devoradas por el fuego, mientras que los campos de alrededor están totalmente calcinados. Toda la vegetación de los montes ha quedado abrasada por las llamas, dejando un yermo donde no se escucha nada más que el piar de los pájaros que buscan un nuevo refugio. Las viviendas se salvaron gracias a la altura a la que se encuentra el pueblo, y a que los efectivos de incendios se dedicaron, casi en exclusiva en la noche del miércoles, a proteger el pueblo. Aún así, las calles seguían llenas de cenizas y algún hogar deshabitado del casco antiguo sufrió daños por culpa de algunas pavesas sueltas.

En la mañana de este viernes, un equipo de bomberos de la Diputación de Zaragoza se encontraba en Moros determinando posibles focos de reactivación del fuego. Una casa en obras en lo alto del pueblo fue devastada por culpa de algunas cenizas sueltas, y todavía quedaban escombros peligrosos como tejas que podían caer a la calle en cualquier momento. Con una manguera, apuntaron al tejado para hacer caer las cubiertas y apagar algunas vigas que todavía ardían por dentro. Los efectivos se mantuvieron durante todo el día en el término municipal, al igual que una patrulla de la Guardia Civil controlando la zona.

"Ahora solo queda limpiar"

El estruendo que causaban las tejas al chocar rompía el silencio que reinaba en Moros en la mañana de este viernes, donde intentaban volver a la normalidad. Algunos vecinos se asomaban tímidamente a las calles, otros recogían las cenizas de las puertas de sus casas y un puñado de ellos hablaban sobre cómo avanzaba el fuego el primer día del incendio. Entre ellos se encontraba Felicitas Martínez, quien esperaba pacientemente al camión de los congelados. Esbozando una sonrisa, recibió a los repartidores. "Gracias a Dios que nos ha dejado las casas", les decía. La vecina se sentía "aliviada" después de pasar varios días fuera del hogar, porque todavía mantenía la esperanza de que sus plantas no se marchitaran. "Aún puedo recuperarlas, aunque están llenas de ceniza", detalló. La vecina se alojó en el piso de su hijo en Calatayud desde el martes. "¡Prepárate mamá, que nos tenemos que ir!", le dijo por teléfono unos minutos antes de ir a recogerla. "Ya lo hemos pasado, pero que sea lo que Dios quiera. Ahora solo queda limpiar", explicó Martínez.

Concencio Juded y Manuel Martínez regresan a su hogar en Moros.
Concencio Juded y Manuel Martínez regresan a su hogar en Moros.
Oliver Duch

Concencio Juded y Manuel Martínez, por su parte, regresaban a su hogar de Moros este viernes, cargados de bolsas de la compra. "A ver si todavía nos queda luz y no se nos han puesto malos los alimentos", dijo el matrimonio. Por suerte, la nevera todavía enfriaba. "El incendio nos pilló en Zaragoza, en el médico. Tenemos una casa allí, por lo que nos resguardamos hasta que pudiéramos volver", explicó Juded. Lo que no sabían cuando abandonaron el pueblo era que se iban a encontrar sus parajes totalmente arrasados por el fuego. Testigos fueron este viernes, mirando a través de su pequeña ventana todos los campos calcinados. "Esto ha sido un desastre. Veíamos todo verde desde casa mientras comíamos. De eso ya no queda nada. No volveremos a ver los pinos como antes", detalló Manuel Martínez.

Nicolás Romanos tiene su huerto enfrente de Moros.
Nicolás Romanos tiene su huerto enfrente de Moros.
Oliver Duch

"Nunca había visto algo como esto, el incendio ha sido demasiado". Estas fueron las palabras de Nicolás Romanos, agricultor de de Moros, que presenció como su huerto, situado justo en frente del pueblo, se llenaba de llamas incontrolables. Ahora, la imagen de fondo es dolorosa, con todos los campos calcinados. "Se han salvado algunos tomates, pero ha arrasado con mucho campo", indicó Romanos, aliviado de que "no haya habido daños personales".

Víctor Casado es agricultor ecológico.
Víctor Casado es agricultor ecológico.
Oliver Duch

A pocos kilómetros de allí se encuentra Víctor Casado, agricultor ecológico de 52 años, todavía resignado por cómo el incendio ha devorado sus campos. "No sabemos qué hacer, si quitar las fincas o abandonarlas", dijo Casado, porque no sabe cuánto le costará retomar los cultivos. "De normal, me paso 2 o 3 años cuidándolos, por lo que no sé si merece la pena", añadió. Con la ayuda de unos amigos, arreglaron algunas de las mangueras que quedaron totalmente fundidas por el calor para "ver qué se puede hacer", pero no tiene muy buenas expectativas.

Tanto él como su mujer se dedican exclusivamente a la agricultura, por lo que el fuego ha arrasado también sus vidas. "Solo en esta parcela se han quemado cinco hectáreas", apostilló Casado. La primera noche del desalojo, el agricultor durmió en casa de unos amigos en Calatayud, pero al día siguiente volvió a sus parcelas y se coló. "Para recuperar estos árboles, no sé si merece la pena estar varios años sin cosecha. Igual vuelvo a plantar, porque tenemos que seguir comiendo, no hay otra cosa", declaró Casado.

Hará falta mucha ayuda, y el presidente del PP-Zaragoza, Ramón Celma, ha solicitado más apoyo para los agricultores.

El fuego ha dañado, también, las infraestructuras. Movistar instaló una unidad móvil y un grupo electrógeno en la zona afectada para dar servicio al puesto de mando y equipos de emergencia y poder combatir el incendio.

Los ancianos que fueron desalojados de la residencia de Villaroya de la Sierra volvieron este viernes al centro.
Los ancianos que fueron desalojados de la residencia de Villaroya de la Sierra volvieron este viernes al centro.
Oliver Duch
Comentarios
Debes estar registrado para poder visualizar los comentarios Regístrate gratis Iniciar sesión