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Acusan a un padre de abusar sexualmente de su hija cuando la niña tenía 10 años en Zaragoza

El hombre niega los hechos y achaca la denuncia a una mala relación con la madre desde que se separó de ella.

El acusado fue juzgado este martes en la Audiencia Provincial de Zaragoza.
El acusado fue juzgado este martes en la Audiencia Provincial de Zaragoza.
Guillermo Mestre

Un padre ausente, una complicada relación con la madre, intentos de suicidio, autolesiones, acoso escolar, consumo de alcohol y drogas, problemas para relacionarse con sus iguales... Este problemático cuadro presentaba una adolescente de 15 años a la que la Policía Local ayudó una noche cuando la vio en la calle casi en coma etílico y la llevó a su casa. Entre todas las explicaciones que dio a su conducta, entre ellas que "la vida no valía nada", dijo que su padre había abusado de ella cuando tenía 10 años. La chica no quiso denunciar, pero tras intervenir varios servicios, la Fiscalía presentó una querella contra el padre.

El hombre fue juzgado este martes y se enfrenta a una petición de condena de cuatro años de cárcel por parte del Ministerio Público y de la acusación particular, a cargo de la abogada Laura Vela. Por su parte, el letrado defensor, José Cabrejas, solicita la absolución porque mantiene que los abusos no existieron.

Los padres de la menor se separaron cuando ella tenía 2 años y desde entonces pasaba algunos fines de semana en el domicilio del progenitor, en el cual vivían la abuela de la niña y otros familiares. La adolescente, que ahora tiene 17 años, relató a la psicóloga y la trabajadora social del juzgado que un sábado a comienzos de 2016 (tenía 10 años), la dejó sola en casa y cuando regresó de noche y borracho y ella estaba en pijama empezó a gritar enfadado y a hablarle mal de su madre y dudar de su paternidad. Luego, la agarró de un brazo, la levantó del sofá y comenzó a darle besos por el cuello y a bajar su mano hacia sus partes íntimas rozándola por fuera de la ropa. Contó que rompió a llorar y a gritar, momento en que el acusado dejó de tocarla y se puso a llorar y a pedirle perdón. Según relató, desde entonces le ha pedido muchas veces perdón. 

Las peritos del Instituto de Medicina Legal de Aragón dan credibilidad a su relato, aunque el padre lo niega y atribuye la acusación a la mala relación con la madre. "La ha manipulado desde siempre. Todo lo que le pasa a la niña es culpa de la madre", declaró, en referencia a varios ingresos hospitalarios por autolesiones. Afirmó que cuando se separaron llegaron a un acuerdo de custodia extrajudicial que consistía en que él iba a casa cuando podía, se quedaba con su hija y la hermana pequeña de esta y las ayudaba a hacer los deberes. Luego, pasaba con él algún fin de semana. Aseguró que "todo se torció" cuando la chica entró en el instituto y la progenitora encontró otra pareja. Desde hace seis años la relación con su expareja y la adolescente es nula.

Para la acusación, lo ocurrido supone un ataque a la indemnidad sexual de la menor y ha afectado de manera importante a a su desarrollo personal en una época crucial de su formación y le ha causado una lesión psíquica de la que está en tratamiento. La chica ha sido asistida en un centro de ayuda a personas víctimas de abusos sexuales (Cavias). La abogada, igual que la fiscal, solicita una condena por abusos con la atenuante de embriaguez.

Para la defensa, nada de lo que cuenta sucedió y pide la absolución. Alternativamente, solicita seis meses de cárcel con la misma atenuante más la de reparación del daño, ya que ha adelantado los 2.000 euros de responsabilidad civil que reclaman las acusaciones por los daños morales causados. 

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