En paro, sin ayudas económicas y con 62 años: "Es injusto que me denieguen el Ingreso Mínimo Vital"

Carmen Moreno, con estudios superiores y "en constante formación", reside sola en una pequeña vivienda de Movera. No tiene ningún ingreso económico y le acaban de denegar el IMV.

A Carmen Moreno, sin ingresos económicos, le han denegado el Ingreso Mínimo Vital.
A Carmen Moreno, sin ingresos económicos, le han denegado el Ingreso Mínimo Vital.
Toni Galán

Licenciada en Historia del Arte, profesora de piano, postgrado en Gestión del Patrimonio Cultural y con unas oposiciones a Facultativo Técnico de Museos de la DGA aprobadas antes de la pandemia, pero "a la espera de que le den plaza". Esta es solo una parte del currículum de Carmen Moreno Salas, una zaragozana de 62 años que, a pesar de su formación, actualmente está en paro y sin percibir ingreso económico alguno. 

"Llevo sin trabajar desde 2012. Jamás hubiese pensado entonces que con 52 años me iba a resultar tan complicado volver al mercado laboral, pero así fue, y el tiempo corre en mi contra", comenta Moreno. "Todavía me quedan unos años para poder acceder a una jubilación digna, pero a pesar de que continúo formándome -acaba de concluir un curso de Docencia para Formación Profesional del INAEM- no consigo que nadie me contrate. Soy consciente de que tengo una edad y que, precisamente por ello y por mis problemas cervicales, hay trabajos a los que no puedo optar. Pero ni una cosa ni la otra", expresa la zaragozana.

Hace algo más de tres años, las rentas que había conseguido ahorrar mientras trabajaba le "obligaron por necesidad" a solicitar el Ingreso Aragonés de Inserción (IAI), un salario social destinado a quienes carecen de recursos. "Desde 2019 hasta finales de 2021 estuve cobrando 491 euros al mes que me permitían, al menos, pagar mis facturas y vivir dignamente", cuenta Carmen Moreno, que reside desde 1990 en una pequeña vivienda de un dormitorio, un baño, salón y cocina en Movera (Zaragoza). 

Denegada la ayuda por "superar los ingresos patrimoniales"

"Vivo sola, mis gastos son mínimos. Comida y poco más, porque la luz me la paga el ayuntamiento. Así he podido ir tirando e incluso cuando cobraba el IAI, algún mes, me daba para ahorrar 20 o 30 euros, gracias a los cuales puedo comer ahora", apunta, resignada. "Cuando dejé de cobrar esa ayuda, de lo que me enteré por carta un mes después de dejar de percibirla -en enero de 2022-, solicité el Ingreso Mínimo Vital (IMV), convencida de que cumplía los requisitos para que me lo concedieran. Pero, para mi sorpresa, no fue así", explica la licenciada en Historia del Arte.

Carmen Moreno, a la espera de que le concedan el Ingreso Mínimo Vital.
Carmen Moreno, aún confía en que le concedan la ayuda.
Toni Galán

"A mitad de marzo de este año recibí un sobre certificado en el que me lo denegaban 'por superar los ingresos patrimoniales'. No me lo podía creer. Fui al catastro a informarme del valor de mi vivienda habitual, una pequeña casa que me dejaron mis padres al fallecer sin apenas valor y en la que resido porque no tengo otro sitio. Ellos siempre vivieron de alquiler en Zaragoza capital. Tengo un hijo, que actualmente está en paro, que vive en un piso pequeño con su mujer y su hija de siete años. Ellos tampoco me pueden ayudar. No tengo a nadie más", apunta Carmen. 

El resultado del catastro le dio la razón en un primer momento, puesto que la casa de Carmen Moreno se tasó en 12.596 euros, cifra por debajo del límite que se ha de cumplir -17.698,80- en el caso de que el solicitante del IMV tenga patrimonio. "La sorpresa fue que el terreno en el que está la vivienda, que ni cuido ni uso por falta de recursos, lo tasaron en 15.800 euros. Está claro que sumando ambas cifras la cantidad es mayor del máximo permitido para cobrar la ayuda, pero yo resido en la casa, no en el terreno, el cual tampoco puedo vender porque mi vivienda está dentro", se queja la zaragozana.

"No tengo absolutamente nada más, solo deudas como la del Impuesto de Bienes Inmuebles del último año (IBI), que no he podido pagar", insiste Moreno. Deuda que adjuntó a la petición de recurso para la concesión del IMV presentado en la Dirección Provincial de la Seguridad Social el 18 de abril de 2022.

"Hablé con un abogado, que por ser amigo no me cobró nada, que me recomendó presentar una queja solicitando de nuevo la ayuda aludiendo a que el terreno no forma parte de mi vivienda habitual. Adjunté la tasación del catastro, las deudas... todo lo que se me pedía, pero ya han pasado los 45 días hábiles en los que ya debería haber sabido algo y no he obtenido respuesta", asegura Moreno.

"¿Qué más tengo que hacer? Vivo sola, no tengo ingreso alguno y con 62 años, a pesar de no haber dejado de formarme, nadie me contrata. Estoy en un limbo y es desesperante", resume, angustiada, Carmen Moreno, quien no descarta "terminar mendigando para poder comer".

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