El Ayuntamiento de Zaragoza ya ha decidido dónde se ubicarán los dos nuevos párquines disuasorios que quiere construir en los accesos de la ciudad para tratar de reducir el número de vehículos que accede al casco urbano. Se ejecutarán en el aparcamiento sur de la Expo del barrio de La Almozara y en un solar del Tercer Cinturón (Z-30) a la altura de la Facultad de Veterinaria.

Los estacionamientos serán de pago aunque de bajo coste para atraer demanda, estarán vallados y vigilados, y contarán con servicios adicionales, como puntos de recarga eléctrica. Su gestión estará en manos de la empresa que se haga con el futuro contrato de la zona azul y naranja de la ciudad, cuya licitación acumula meses de retraso, pero que debería ver la luz este año.

El Consistorio lleva tiempo estudiando posibles ubicaciones. En concreto, ha analizado hasta 19 emplazamientos en los accesos a la ciudad, para cumplir con uno de sus principales objetivos, el de reducir el número de vehículos en las calles más céntricas facilitando zonas de aparcamiento cercanas a los principales medios de transporte público.

El otro, según detalla el expediente aprobado ayer por el gobierno PP-Cs, es ofrecer a los vecinos sin garaje privado una solución de bajo coste para estacionar sus vehículos, en especial en aquellos barrios en los que se va a ampliar la zona azul y naranja.

De las 19 opciones, la que obtuvo mejor puntuación fue un solar en el entorno del pabellón Príncipe Felipe, pero Urbanismo advirtió de que la parcela podría estar comprometida por los planes de desarrollo inmediatos en la zona.

Los dos siguientes mejor puntuados son los solares elegidos. El de La Almozara dispondrá de 21.000 m2 y el de la Z-30 alcanzará los 9.500. Su adecuación costaría un millón de euros cada uno y, en ambos casos, los técnicos advierten de que su construcción debe ser «provisional», dado que el uso previsto de esos suelos no es el de aparcamiento.