El tránsito peatonal se recupera en Zaragoza con el Coso, Independencia y la zona de León XIII como puntales

No es agosto el mejor mes para hacer balance porque el éxodo vacacional hace que las calles estén medio vacías. No obstante, el flujo de peatones en Zaragoza continúa creciendo a paso lento y se acerca ya a cifras similares a las que arrojaba en las semanas previas al confinamiento. Los ‘cuentapersonas’ instalados en muchos de los escaparates de los principales ejes comerciales señalan que el Coso, Independencia y las calles del área del paseo de las Damas (León XIII, Pedro María Ric, Madre Vedruna, Francisco Vitoria…) recuperan poco a poco la animación con picos que rozan los 8.000 viandantes al día en horario comercial.

Según los informes de TC Group Solutions, el pasado mes de julio la media diaria de tráfico de peatones en las calles españolas aumentó un 17% respecto a 2020. El tirón de las rebajas y el hecho de que los comercios pudieran relajar sus medidas anticovid (salvo en lo relativo a los aforos) parece que azuzó a los peatones a salir a pasear para sacudirse de encima un poco de su fatiga pandémica. No obstante, las cifras genéricas aún están un 22% por debajo de lo que sucedía en 2019, con lo que los datos invitan a un “moderado optimismo” pero el margen de mejora aún es muy amplio. 

Sí señalan en la consultora una circunstancia que distorsiona la estadística en la capital aragonesa: Zaragoza es la gran ciudad española que alcanzan un mayor “ratio de atracción”. ¿Qué significa eso? Que los viandantes no solo pasean sino que se deciden también a cruzar el umbral de las tiendas. Mientras que la media nacional se sitúa en un 6,7%, en el caso de Zaragoza es del 7,6%. Es lo que los expertos llaman “conversión de tráfico exterior hacia el interior de los comercios” y los domingos 20 y 27 de junio, coincidentes con las rebajas de verano, fueron más que destacables y “triplicaron los registros habituales”, explican.

De este tirón se beneficiaron también calles como San Miguel o Delicias (con unas 4.000 personas al día), mientras que estos incrementos fueron algo menores en otros ejes como Tomás Bretón, Tenor Fleta o Fray Julián Garcés. Uno de los posibles motivos de esta subida es el reclamo del pequeño comercio con campañas como ‘Volveremos si tu vuelves’, que ha tenido bastante arraigo, por ejemplo, en los distritos del Casco Histórico, La Almozara y el Arrabal: entre los tres han sumado más de 25.000 transacciones completadas.

En el otro lado de la balanza, hay que contar que la aportación turística este 2021 todavía es muy irregular, por lo que arterias como la calle Alfonso I o Don Jaime I aún no se desperezan del todo. Incluso a falta de turistas internacionales y sus clásicas ‘romerías’ del parquin de buses de Macanaz por el puente de Piedra hasta el Pilar, la zona central de Echegaray y la trasera de la Lonja pueden llegar a reunir a 4.000 viandantes al día. Llaman la atención algunos tramos del Coso -entre la plaza de España y la calle Alfonso (esto es, junto al palacio de Sástago)- o la propia calle Cinco de Marzo, que siempre figuran en el ranquin de las más transitadas por los zaragozanos. Ambas, en época prepandémica, podían alcanzar picos semejantes a los de la madrileña calle Preciados o la sevillana de Sierpes, esto es, hasta 13.000 viandantes los días laborales.

Las calles zaragozanas se han mostrado muy sensibles, además, a las idas y venidas de las desescaladas y las diferentes olas de la covid. El mayor batacazo histórico, evidentemente, se dio en marzo de 2020, cuando incluso dos semanas antes del confinamiento doméstico obligatorio, ya con el ‘runrún’ de la covid y la recomendación de mantener distancias hizo que el tránsito peatonal cayera un 22,5% a orillas del Ebro. Las semanas siguientes, se reduciría hasta cifras irrisorias y simbólicas.

Según el Plan de Movilidad Sostenible, en un día laborable se producen 794.060 desplazamientos peatonales en Zaragoza. Suponen un 46% de todos los movimientos que se hacen en la capital, pero el objetivo es que en 2026 el porcentaje ascienda al 50%. La mayoría de estos desplazamiento a pie (el 55%) son distancias costas en las que no se sale del barrio y, por distritos, parece que los que reúnen más caminantes son el Centro, Las Delicias y Universidad, mientras que Miralbueno, Santa Isabel y el Distrito Sur son, por el contrario, donde menos desplazamientos peatonales se producen.

El Ayuntamiento no dispone de mecanismos para medir el tráfico peatonal por parte de Movilidad Urbana, si bien acostumbra a hacer cuentas manuales y a extrapolar la información después. Sin embargo, hay empresas privadas que cuentan los viandantes de forma precisa porque esta información es muy útil a la hora de estudiar, por ejemplo, la rentabilidad de los locales. ¿Cómo lo hacen? La clave está en unos sensores que se sitúan estratégicamente en los escaparates comerciales. Si uno pasea a menos de cuatro metros de un Mango, un Imaginarium o un Benetton -por citar solo unos pocos ejemplos- formará parte de una futura estadística sobre flujos y aforos peatonales. Estas firmas colaboran con la empresa Abantia T-Cuento, que con su servicio TC-Street contabiliza los viandantes -con las mentadas células fotoeléctricas- de las calles comerciales más importantes de un centenar de ciudades españolas. 

En Zaragoza la empresa tiene también contadores en los centros comerciales de Puerto Venecia, Grancasa y Augusta, donde con motivo de la pandemia las visitas también sufrieron una drástica bajada. El año pasado se registraron un 40% menos de visitas a las grandes superficies, si bien en otras ciudades como Barcelona los cierres impuestos por la Generalitat hizo que la caída llegara al 69%. Estos balances van en sintonía con el hecho de que las compras ‘online’ se dispararan más de un 30% el año pasado, si bien desde TC-Street explican que “el deseo de los consumidores es poder volver a pasear por la calle, ir de compras y disfrutar de la experiencia que las tiendas ofrecen”. 

Habrá que esperar aún unos meses para constatar si la recuperación de flujos peatonales continúa, sobre todo, habida cuenta de que en Zaragoza los días que más viandantes salen a las calles son el 12 de octubre y el 23 de diciembre, con motivo de las compras de última hora de Navidad.