Quejas por aparcar sobre la presa romana de Almonacid de la Cuba del siglo I

La carretera que discurre sobre la obra hidráulica, declarada Bien de Interés Cultural, se ha convertido en un improvisado y peligroso parquin para los visitantes de la zona. Patrimonio estudiará si se han producido daños en el BIC.

Coches aparcados en la carretera sobre la presa romana que es Bien de Interés Cultural (BIC)
Coches aparcados en la carretera sobre la presa romana que es Bien de Interés Cultural (BIC)
Heraldo.es

La carretera que discurre sobre la coronación de la presa romana de Almonacid de la Cuba, obra hidráulica declarada Bien de Interés Cultural en 2001, se ha convertido en un improvisado y peligroso parquin para los cientos de turistas que acuden los fines de semana a visitar la zona en estos tiempos de pandemia. El estacionamiento suscita quejas y preocupación tanto por los daños que puede provocar en esta importante construcción que data del siglo I como por el riesgo de accidentes de tráfico.

"Es vergonzoso, algunos días de Semana Santa ha habido más de 70 coches en el entorno, pero desde el Ayuntamiento no podemos prohibirles aparcar ni multar a nadie", asume el alcalde, Enrique Martínez. Según explica, el Consistorio está estudiando una solución que pasa por alquilar una parcela de 4.000 metros cuadrados, situada a menos de cien metros de este lugar, para acondicionar un aparcamiento de turismos y de autobuses que todavía no se ha determinado si será gratuito o habrá que abonar alguna cantidad simbólica.

El regidor se suma así a las denuncias que algunos particulares han remitido a la Dirección General de Patrimonio del Gobierno aragonés, la Diputación Provincial de Zaragoza (DPZ) y la asociación Apudepa (Acción Pública para la Defensa del Patrimonio Aragonés). Martínez reclama a las administraciones que permitan la instalación de algún tipo de elemento o mobiliario urbano que sirva para delimitar el espacio y para impedir el estacionamiento. "Aunque haya una zona de parquin será imposible controlar que todo el mundo acuda a él. Desde el Ayuntamiento hemos planteado que se coloquen bolardos, pero aseguran que no se puede agujerear el suelo. Ya hay dos maceteros que imposibilitan que aparquen autobuses, pero esta misma mañana (por la de este lunes) había un camión", comenta.

En la localidad residen 180 vecinos y en algunos días de esta pasada Semana Santa han llegado a recibir a 300 visitantes. El alcalde reconoce que se han visto "desbordados" por la gran afluencia de gente, algo para lo que, dice, no estaban "preparados". "Con el tema de los confinamientos provinciales primero y ahora el autonómico la presencia de visitantes ha crecido exponencialmente. El año pasado hacíamos una o dos visitas guiadas y esta Semana Santa hemos alcanzado las diez algunos días, cada una para un grupo de diez personas", apunta.

La Consejería de Educación y Cultura del Ejecutivo autonómico confirma que han recibido la denuncia de "un ciudadano particular" y este mismo martes tienen previsto ponerse en contacto con el Ayuntamiento para hablar sobre el tema. Si se estima necesario, los técnicos se trasladarán para visitar la zona, como ocurre en estos casos, para comprobar que no haya un exceso de vehículos ni se haya producido ningún daño al Bien de Interés Cultural.

Por su parte, desde Apudepa señalan que a primera vista, y a partir de las fotografías que acompañan a la denuncia, la "afección de los coches sobre un espacio BIC y su entorno es clara". Además de la afección estructural a la propia presa, que podría existir, esta organización considera que también habría que hacer referencia "a los impactos visuales y paisajísticos por ser un espacio de alto significado histórico, cultural o arqueológico", un aspecto que se contempla en el convenio europeo del Paisaje, o Convenio de Florencia de 2000, de obligado cumplimiento en España porque lo ratificó en el 2007 y lo puso en funcionamiento en el 2008.

La más alta del mundo durante 1.500 años

La Cuba, como popularmente se conoce a la presa de la época romana de Almonacid, fue una de las tres presas que regulaban el río Aguasvivas. Los números dan idea de su magnitud: tiene 32 metros de altura y 107 de anchura. Durante 1.500 años fue la más alta del mundo, hasta que se construyó una que resultó ser dos veces más grande, en el Éufrates. También impresiona el aliviadero, del siglo XIII. Principalmente su uso fue agrícola, aunque también sirvió para el abastecimiento urbano. A partir del siglo III comenzó a ser abandonada hasta la época musulmana que ya se utilizó como azud, función que todavía mantiene.

Esta presa romana constituye uno de los monumentos más relevantes de la arquitectura del agua de la Hispania romana, según se recoge en su declaración como BIC por el Gobierno aragonés en 2001. Su grado de conservación y, especialmente, su monumentalidad, hacen de este monumento uno de los más significativos de la Comunidad. El Ayuntamiento recuperó los peldaños antiguos hasta la compuerta y construyó un sistema de pasarelas que permiten disfrutar de una vista increíble de esta mole pétrea desde su base.

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