tribunales en Zaragoza

"Vino a mi habitación con el pene cortado en la mano y dijo que lo había conseguido"

La Audiencia de Zaragoza juzga desde hoy a Aarón Jonás B., para el que la Fiscalía pide cuatro años y medio de cárcel por mutilar a su compañero cortándole el miembro viril y grabarlo para subirlo a Youtube.  

El acusado, Aarón Jonás B., durante la primera sesión del juicio que se celebra en la Audiencia de Zaragoza.
El acusado, Aarón Jonás B., durante la primera sesión del juicio que se celebra en la Audiencia de Zaragoza.
Guillermo Mestre

El hombre detenido por amputar el pene a su compañero de piso en Zaragoza y grabarlo para colgar después el vídeo en Youtube se ha sentado este lunes en el banquillo de la Audiencia Provincial acusado de un delito de lesiones agravadas por el que la Fiscalía pide para él cuatro años y medio de prisión. Y como ya hiciera ante el Grupo de Homicidios de la Policía Nacional y ante la juez que investigó el caso, Aarón Jonás B. L. ha negado ser el autor de la mutilación. “Vino a mi habitación con el pene cortado en la mano y dijo que lo había conseguido. Yo no hice nada. Lo único que hice fue coger una toalla, taponarle la herida y tranquilizarlo”, ha señalado ante el tribunal. Lo que sí ha reconocido el encausado es que aquella tarde estuvo bebiendo y consumiendo drogas -speed y diazepan- con la supuesta víctima, un británico de 30 años. A. C. S., que impartía clases de inglés en la capital aragonesa.

“Me consta que puso anuncios en alguna red social buscando personas que lo ayudaran a grabarse mientras se amputaba el pene. Pero yo no tuve ningún tipo de participación en los hechos. Me dijo que se lo había cortado el mismo”, ha insistido Aarón Jonás, B. L. quien actualmente se encuentra en prisión por una condena de malos tratos en el ámbito familiar. Sin embargo, el hecho de que el acusado acompañara a la calle al amputado y limpiara después la abundante sangre que había en la vivienda hicieron sospechar a la Policía. Y aunque el lesionado les confirmó en el hospital que había sido una automutilación, los investigadores nunca dieron credibilidad a esta versión. De hecho, ellos creen que el acusado aceptó amputar el pene a su compañero a cambio de 200 euros. Aunque dicha cantidad podía ascender hasta los 2.500 en función de las visitas que tuviera el vídeo cuando lo colgaran en internet.

Los hechos se produjeron el 8 de marzo de 2019 en un piso compartido de la calle Calatayud de Zaragoza, a escasos metros de la céntrica Gran Vía. Es más, fue precisamente allí donde varios ciudadanos se cruzaron con el amputado caminando solo y desorientado. El demacrado aspecto del joven y el reguero de sangre que iba dejando a su paso no pasaron desapercibidos para los transeúntes ni para una pareja de agentes de la Policía Local, que se acercó a él para ofrecerle ayuda. Y no solo eso, al decirles que se había cortado el pene, uno de ellos se fue corriendo al piso para tratar de localizarlo pensado en un posible reimplante. Aquella reacción resultó providencial, ya que la víctima se sometió después a una exitosa operación.

Cuando logró recuperarse, A. C. S. decidió retornar a Gran Bretaña. Y desde allí ha declarado este lunes por videoconferencia ante el tribunal que preside Alfonso Ballestín. En varias ocasiones, este le ha recordado que por su condición de testigo estaba obligado a decir verdad y que de no hacerlo podría ser condenado a prisión. El británico, primero con intérprete y después hablando el mismo en castellano, ha dicho que era consciente de ello. “Pero soy un hombre de conciencia y no puedo consentir que condenen a alguien que no hizo nada”, ha apuntado, exonerando a Aarón B. y reconociendo que fue él mismo quien se amputó el pene.

“Soy un hombre de conciencia y no puedo consentir que condenen a alguien que no hizo nada”, dice la supuesta víctima

Durante sus dos primeras declaraciones ante la Policía, la presunta víctima dijo siempre lo mismo: que su compañero de piso no era el autor de la amputación. Sin embargo, la tercera vez que lo interrogaron, no solo acabó identificándolo como la mano ejecutora, sino que confesó que habían grabado todo en vídeo para compartirlo a través de la plataforma Youtube. “Me sentí agobiado, presionado por la Policía para acusar a Aarón. Me dijeron que podría tener problemas”, ha explicado el hombre a la Fiscalía cuando le ha preguntado por qué cambio de versión.

Estaba enfermo y bajo tratamiento

El amputado, que nunca ha reclamado ningún daño al investigado, ha explicado al tribunal que cuando sucedieron los hechos estaba enfermo y bajo tratamiento. “Tuve un problema psicótico y no recuerdo bien todo lo que pasó”, se ha justificado, cuando le han pedido detalles sobre lo sucedido: ¿dónde está el cuchillo que utilizó?, que nunca ha aparecido; ¿dónde sucedieron los hechos?, ya que tampoco está claro.

Ninguna de las partes ha llegado a preguntarle sobre esta delicada cuestión, pero varios de los testigos, incluido el hombre que mantenía una relación sentimental con el mutilado, han manifestado que “se sentía mal con su condición de hombre y alguna vez había expresado su voluntad de cortarse el miembro”. El Grupo de Homicidios llegó a la conclusión de que el británico A. C. S. padece una disforia de género: una identificación potente y persistente con el otro sexo asociada a un malestar significativo, ansiedad, depresión, irritabilidad. Según los investigadores, ese fuerte deseo de transformación lo llevó a buscar un voluntario para que le ayudara a cortarse el pene. Y a su llamada respondió, supuestamente, Aarón Jonás B. L.

“Desde el principio, nosotros no nos creímos la versión del acusado ni la de la víctima. Nada tenía sentido. El beso -que supuestamente el investigado le dio en la calle al mutilado-, que Aarón volviese a casa para limpiar la sangre…”, ha declarado el instructor del atestado de la Policía Nacional. Según este, a la hora de apuntalar las pesquisas contra el sospechoso, fue también clave localizar un perfil del británico en una red social donde buscaba a alguien para grabar la amputación. Y también la declaración de otro joven que compartía piso con el acusado y el profesor de inglés. Este les dijo que Aarón le había dicho que le habían ofrecido dinero por cortarle el pene a alguien. Y al preguntarle si era el inglés -por A. C. S.-, le contestó que sí. El testigo -que prestó declaración en su día en la unidad de psiquiatría del Miguel Servet- ha confirmado hoy esta versión y ha añadido. “La misma tarde de los hechos, cuando me desperté de la siesta, Aarón entró en mi cuarto y dijo: ‘Lo hemos conseguido’”.

El juicio continuará el martes con las pruebas forenses y médicas. La defensa, a cargo de Claudia Melguizo, niega los cargos y pide la absolución.

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