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Más de 250 carteles para el Pilar se han diseñado durante el confinamiento

El 4 de junio se dará a conocer la imagen ganadora del concurso que ha batido récord de participación. Los dos meses de encierro han azuzado la creatividad y ha llegado un aluvión de propuestas que el jurado debate desde mañana.

Que las próximas fiestas de Pilar serán singulares es algo tan sabido como inevitable. De hecho, hasta el propio cartel va a ser muy distinto. El Ayuntamiento convocó meses atrás el concurso como era costumbre, pero cuando finalizó el plazo el 23 de marzo apenas había recibido 10 propuestas. Entonces decidió ampliarlo en un periodo que, de casualidad, coincidió con un confinamiento que parece haber azuzado un buen montón de inquietudes artísticas ocultas. Hasta 250 diseños nuevos se han confeccionado en las últimas seis semanas, dado que el Consistorio informa de que ha recibido hasta 262 propuestas distintas. Esta cifra supone “el doble con respecto al año pasado y récord de participación de las últimas ediciones”, explican desde Zaragoza Cultural. El jurado celebrará este miércoles una reunión telemática para tratar sobre la “metodología de elección” (no se planteará aún una criba artística) y el próximo 4 de junio se juntará, esta vez presencialmente, para decidir qué imagen sirve para anunciar las fiestas de 2020.

Será un cartel singular y es probable que en sus elementos haya alguna referencia más o menos velada a la actual crisis sanitaria y a unas fiestas que no serán todo lo masivas y populosas que el Ayuntamiento desearía. Las bases del concurso se tuvieron que adaptar, sobre todo, en lo referente a la recepción de originales para poder admitir el soporte digital y ‘online’. La nueva convocatoria se estiró hasta el pasado 7 de mayo, si bien en las bases se especificaba que “el contenido artístico de las obras se sigue manteniendo en los mismos términos”. Tampoco varía la cuantía de los galardones y el primer premio estará dotado con 4.000 euros, mientras que habrá dos accésits de 500 cada cual.

Otros años a estas alturas ya se había hecho pública la imagen anunciadora e, incluso, se contrataban los mupis y los espacios expositivos para la vuelta del verano. Una de las campañas más exitosas las últimas ediciones es la que lleva el cartel por las estaciones de ciudades que se enlazan con Zaragoza a través del AVE.

Algunos carteles históricos de las fiestas.
Algunos carteles históricos de las fiestas.
Heraldo

Será el próximo, por cierto, el primer cartel que se elija bajo el mandato de PP y Cs en el Ayuntamiento, pues el anterior, el que creó Samuel Akinfenaw en 2019, fue ‘heredado’ por la nueva corporación, dado que el exreponsable de Cultura, Fernando Rivarés, lo falló el 11 de abril de 2019. En esta ocasión será la vicealcaldesa y concejal de Cultura y Proyección Exterior, Sara Fernández, quien presida un jurado que estará integrado por profesionales de la imagen, las artes plásticas, el mundo de la publicidad y, también, el gerente de Zaragoza Cultural, el escritor David Lozano.

Pero, ¿qué tiene que tener un buen cartel? Parece una obviedad decir que ha de ser un cartel festivo, con ligazón con la tierra y de un diseño cuidado. Sin embargo, algunos participantes de anteriores jurados brindan también otras claves. “Es importante que sea como un fogonazo visual. Que no se pierda en muchos detalles, que se pueda identificar fácilmente la imagen principal con la fiesta”, argumenta un diseñador gráfico, que este 2020 está en la nómina de suplentes del jurado. “Desde hace unos años es vital que se puede desarrollar en distintos soportes, esto es, que no solo sea una estampa plana sino que tenga elementos que puedan llevarse luego a mupis gigantes pero también a servilletas, botellas de cerveza o ‘banners’ en las páginas web”, explican técnicos municipales.

Los cabezudos, la jota y el Ebro son los motivos más repetidos en la historia de los diseños

Los elementos más repetidos en la historia reciente de los carteles del Pilar son los cabezudos, si bien el Tragachicos comienza también a ganar terreno. Alguna referencia a la jota se antoja un ‘must’, casi tan imprescindible como una alegoría del Ebro. Llama la atención que en la última década ha habido dos diseños muy centrados en la falda de una jotera y, también, que generalmente se premia la cuidada ilustración. Acaso los más arriesgados de los últimos años fueron los de 2007, de Alberto Aragón, que simulaba ser un billete de tranvía y en el que el peso lo llevaba el color y la grafía, o el de 2013, que era una suerte de ‘collage’ con una enorme cabeza de león y una P sobreimpresionada, obra de Cristina Castán y Jorge Martorell. También entre los preferidos de muchos zaragozanos figura el de otro león, esta vez de Iñaki Villuendas en las fiestas de 2009, y el de 2006, de Miguel Iguacen, con dos figurillas bailando, en las que muchos creían ver una caricatura de Amaral.

Algunos de los integrantes del jurado de 2020 confían en que, a pesar de que tengan que ver un buen número de originales, la criba sea sencilla de hacer porque se supone que habrá muchos de aficionados que no den una mínima calidad. No obstante, más de una vez ha ‘saltado la liebre’ y un diseño ‘amateur’ ha ganado la partida a las obras de profesionales de la imagen. Cuentan también los ‘supertacañones’ de la cartelería de fiestas que en la sala de reuniones del Torreón Fortea se han vivido discusiones encarnizadas ante la disparidad de criterios entre algunos miembros del jurado a la hora de elegir al ganador. “Nadie ha llegado a levantarse y abandonar la sala, pero sí que se ha dicho que ‘allá vosotros’ y que no se hacen responsables de esa elección”, comentan. De hecho, algunos técnicos municipales incluso sintieron cierto alivio cuando el entonces concejal Jerónimo Blasco allá por 2015 instauró una votación popular para cuatro finalistas preseleccionados, que no despertó el interés esperado y poco después hubo de retomarse el método tradicional.

Estampas de hace más de un siglo

“Lo que es seguro es que salga lo que salga se criticará. Es una tradición más, pasa siempre y no hay que preocuparse por ello”, dice un miembro del jurado. “Aunque se presentaran Goya y Dalí habría críticas y discusiones. Pero no perdamos de vista que es solo un cartel y, si no deja huella, pasado octubre se olvida”.

Una selección de los 262 citados se pondrán ver en una exposición que acostumbra hacer el Ayuntamiento antes de las fiestas del Pilar en el Torreón Fortea. Además, para quienes tengan curiosidad, en la web municipal hay una pestaña en la que se narra la historia de los carteles anunciadores, cuya convocatoria alcanza este año la 90ª edición, si bien se conservan algunos anteriores. El de 1890, por ejemplo, lo diseñaron los artistas Marcelino de Unceta y Eduardo Portabella y en su elaboración (se ven la feria de ganados y el Rosario de cristal) utilizaron sedas. El de 1908, por citar solo otro botón de muestra, es un homenaje al centenario de los Sitios a cargo de Victoriano Balasanz.

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