Elecciones en Aragón

Las lágrimas fueron naranjas esta vez

Cambian las tornas en la batalla de la derecha. Si en abril Cs logró el sorpaso, en noviembre los populares suben a la segunda plaza. Y Vox, que crece con fuerza, a la tercera.

ARAGON ELECCIONES SEDE CIUDADANOS RODRIGO GOMEZ / 10-11-2019 / FOTO: ARANZAZU NAVARRO [[[FOTOGRAFOS]]]
Rodrigo Gómez, consolado por sus compañeros en la sede de Cs.
Aránzazu Navarro

Esta vez cambiaron las tornas. Si el 28-A fueron las elecciones del sorpaso de Cs al PP, las de la alegría desbordada de la formación naranja frente a un PP hundido, este 10-N todo fue distinto. Los liberales quedaron enterrados en su infierno electoral, el que nunca hubieran imaginado, ante un PP que respiró con alivio tras haber mejorado los resultados de abril y, al menos, haber salvado los muebles. Cs no solo no volvió a superar a los populares. Vio cómo Vox le rebasaba con holgura (casi 60.000 votos de distancia) hasta situarse en la tercera posición.

El rostro de Rodrigo Gómez era la misma cara de la desolación.Con la mirada perdida fue autocrítico, casi implacable. "Hemos cometido errores. Los votantes eligen al original, no a la copia", dijo respecto a la aspiración de sustituir al PP como referencia de la derecha. Le arropó la dirección del partido en Aragón. Aunque también hubo ausencias, como la líder municipal, Sara Fernández, que no se dejó ver en la derrota más dura de Cs.

En seis meses, los naranjas han pasado de ser la segunda fuerza de Aragón a la quinta. Frente a ellos, dos caras bien distintas: la de PP, la expresión misma del alivio, y la de Vox, la del éxito desbordado.Con un candidato foráneo, la formación de extrema derecha se hizo con 26.000 votos más y la tercera posición en el tablero político de Aragón. Todo era euforia y vivas a España en la sede aragonesa de la formación que lidera Santiago Abascal.

En el hotel donde el PP siguió los resultados electorales, todo era más contenido. Los resultados no eran para tirar cohetes, pero ganaban dos puestos en el Senado y un escaño por Zaragoza, el del exconcejal Pedro Navarro, quien fuera el 28-A una de las caras del hundimiento de los populares en Aragón y en toda España. Anoche las urnas le convirtieron en diputado. Y fue quien más aplausos recibió entre la militancia del PP.

Navarro no fue el único protagonista de la noche. Sobre las 22.00, cuando el secretario de los socialistas aragoneses, Javier Lambán, llegó a la sede del PSOE-Aragón, salió a recibirle la diputada electa Noemí Villagrasa, tercera de la lista por Zaragoza. En abril logró el escaño por un puñado de votos y, para este 10-N, nadie daba un duro por ella. Pocos esperaban que los socialistas repitieran la gesta del tercer diputado. Fue la más aplaudida, la más besada, la más felicitada. Lambán tiró de humor. "En las próximas elecciones la pondremos de cuarta, porque el voto socialista llega donde está Noemí", dijo el presidente aragonés.

En capital mudéjar, entre aplausos Tomás Guitarte era la cara misma de la satisfacción. "Hemos hecho historia", gritaba ante sus correligionarios. Y lo habían hecho, convirtiéndose en la primera fuerza de la provincia.

La decepción se la llevaron Unidos Podemos y Más País. Los primeros, sin Pablo Echenique en Zaragoza, por sus casi 30.000 votos perdidos pese a aguantar el puesto en el Congreso. Los segundos, por haberse quedado lejos del escaño soñado.

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