Especialistas del Grupo de Actividades Subacuáticas de la Guardia Civil (GEAS) y bomberos de la Diputación de Zaragoza han reanudado sobre las 09.00 de este domingo la búsqueda de los cuerpos de los dos pescadores alemanes cuya barca volcó la tarde del viernes en el embalse de Mequinenza (Zaragoza)  Este es el segundo día consecutivo en el que los buceadores se encuentran en la zona. 

Los dos ciudadanos alemanes de 54 y 55 años que permanecen desaparecidos desde el viernes a las 19.40 pasaban su última tarde pescando en el pantano de Mequinenza cuando chocaron frontalmente con otra embarcación ocupada por otras tres personas, dos hombres y una mujer, a poco más de un kilómetro al sur del puerto deportivo de Caspe. Los desaparecidos, identificados como C. J. W. B. y J. E. H., llevaban unos días en la zona, a la que se habían desplazado para disfrutar de su afición: la pesca de siluros de grandes dimensiones.

Así lo confirmó el capitán Agustín Díaz, el oficial al mando de la compañía de la Guardia Civil de Caspe, y que este sábado dirigió el operativo de búsqueda de los dos desaparecidos, formado por unos 30 profesionales del Instituto Armado, los cuerpos de bomberos de la Diputación Provincial de Zaragoza (DPZ) y del Ayuntamiento de la capital aragonesa y la Policía Local de Caspe.

Este sábado, los trabajos se alargaron durante más de 12 horas (empezaron con las primeras luces del día, preparando equipos y delimitando con boyas la zona en la que se produjo el accidente y se dieron por concluidos sobre las 20.30). La profundidad del pantano en la zona del siniestro, de unos seis metros según las fuentes consultadas por este diario, sumada a la escasa visibilidad subacuática, fueron las principales dificultades con las que se encontraron los rescatadores.

Díaz Guirado explicó que la principal hipótesis que se baraja es la de un accidente fortuito que pudo producirse porque uno de los patrones, o los dos, se cegaron con la luz del sol, que a la hora del siniestro ya estaba cayendo. Las pesquisas realizadas hasta ahora apuntan que las embarcaciones, de aluminio y con potencias de 15 CV la de los desaparecidos y de 50 la segunda, iban "a gran velocidad" cuando chocaron proa contra proa. Ambas estaban volviendo al embarcadero del club náutico tras concluir la jornada de pesca, según las mismas fuentes.

De acuerdo con la Comandancia de Zaragoza, los ocupantes de la segunda barca son dos hombres y una mujer de nacionalidades checa y eslovaca, y no germánicos, como manifestaron fuentes oficiales en un primer momento. Todos testificaron el mismo viernes ante los investigadores y, por sus manifestaciones, pudieron determinar que los desaparecidos no llevaban chalecos salvavidas y habrían quedado inconscientes tras el choque, que provocó el vuelco de su lancha y la posterior caída al agua. "Los otros implicados intentaron socorrerlos, pero fue imposible", precisó el capitán Díaz. Además, la barca de los alemanes se quedó girando sobre sí misma, lo que dificultó aún más esta primera asistencia. Según fuentes consultadas, estas tres personas se habrían vuelto a acercar ayer hasta el club náutico, convertido en la base de operaciones, para interesarse por los trabajos.

Turistas de pesca en Caspe

Todos los implicados en el choque son aficionados a la pesca que habían llegado hasta el Mar de Aragón atraídos por los ejemplares de gran tamaño que hay en el pantano. Según el capitán Díaz, los desaparecidos llevaban varios días hospedados en Caspe con cinco compatriotas más y tenían pensado regresar a su país este sábado. Tras el accidente, del que ya tiene noticia el consulado alemán, los amigos informaron a sus familias y retrasaron la vuelta a casa.

Este grupo de turistas había estado navegando junto a un guía y el viernes era el primero que salían solos. "Como ya habían recibido cierta instrucción sobre las zonas de pesca, decidieron ir solos", señaló el capitán. La búsqueda se retoma hoy a primera hora de la mañana.

Choque de embarcaciones, un accidente poco común