Tercer Milenio

En colaboración con ITA

Zaragoza acoge el primer concurso internacional de cocina marciana

‘La Patata Marciana’ tiene como objetivo recopilar recetas cuyo ingrediente principal sea la variedad de este tubérculo seleccionada por la NASA y el Centro Internacional de la Papa para poder ser cultivada en Marte en una futura expedición espacial tripulada.

Zaragoza acoge el primer concurso internacional de cocina marciana
Zaragoza acoge el primer concurso internacional de cocina marciana

A más de 50 millones de kilómetros de la Tierra en su punto más cercano (perihelio), Marte se perfila como el objetivo de científicos de todo el mundo para lograr establecer en un futuro una alternativa viable para la sociedad humana. La NASA prevé enviar la primera misión tripulada a Marte en 2030, aunque entre los numerosos problemas a los que se enfrentan los investigadores se encuentran el alimentario y nutricional. La extrema hostilidad del terreno del planeta rojo y las limitaciones de carga en las expediciones espaciales complican una necesidad básica para los astronautas: comer. Pero, ¿y si fuera posible cultivar en tierra marciana un alimento tan básico y versátil como la patata?

Entre más de 5.000 variedades de este tubérculo, científicos del Centro Internacional de la Papa (CIP), en Perú, y la NASA han hallado una capaz de crecer en una cápsula que recrea las condiciones geológicas y atmosféricas de Marte. La investigación nació con el objetivo de dar solución al hambre en el mundo, llevando el cultivo de alimentos a territorios tan áridos como el desierto de Atacama. Sin embargo, esta patata podría ser también una solución a la vida en Marte. Con el propósito de divulgar este hito científico, Zaragoza acoge el próximo lunes, 25 de febrero, en La Zarola, la final del primer concurso internacional de ‘La Patata Marciana’. “Queremos acercar la ciencia al público común y qué mejor forma de hacerlo que a través de la gastronomía”, señala Carlos Acirón Sánchez, presidente de la Fundación Albireo Cultura Científica, una de las organizadoras del evento.

La intención es recopilar recetas que tengan como ingrediente principal las patatas seleccionadas por los científicos y que puedan elaborarse en las condiciones especiales que viven los astronautas en una misión espacial. Su preparación no puede requerir muchos utensilios, debe hacer un uso eficiente de la energía y generar la menor cantidad de residuos posible. También ha de garantizar un aporte nutritivo adecuado con los ingredientes mínimos, ya que “sacar 100 gramos de la Tierra al espacio cuesta unos 8.000 euros, mientras que con 20 gramos de esquejes de patata se pueden generar 50 kilos del tubérculo”, explica Acirón.

Un total de 8 aspirantes, 4 profesionales y 4 amateurs, de Perú, Colombia, Portugal y España competirán en la capital aragonesa por desarrollar la elaboración que más se aproxime a estos criterios. La valoración del jurado, compuesto por profesionales de la cocina y de la ciencia, dará un peso del 65% a los criterios gastronómicos y del 35% a los científicos. “Cocinar patatas es fácil, pero hacerlo con unos criterios técnicos exigentes y sin tener grandes conocimientos científicos es difícil”, apunta el presidente de la Fundación.

La competición empezará a las 10 y los 8 finalistas dispondrán de varios minutos para ir al supermercado a comprar los ingredientes necesarios para preparar su receta, salvo las patatas, proporcionadas por el propio concurso. Para cocinar, tendrán de tiempo hasta las 13, cuando deberán entregar dos platos de la misma elaboración. Los dos ganadores, uno profesional y otro amateur, se conocerán a las 13.30 y recibirán un premio de 2.000 euros.

Una patata marciana

La variedad del tubérculo capaz de crecer en Marte se denomina Tacna y fue desarrollada hace algo más de 20 años a partir de otra variedad argentina llamada Serrana INTA. Se trata de una especie que, pese a ser muy popular en China, no se cultiva en Europa y se siembra muy poco en Perú. Dada la dificultad para encontrarla, los investigadores del CIP han analizado los genotipos de la Tacna y del resto de patatas y han decidido recomendar a los participantes en el concurso el uso de otras variedades similares y fáciles de encontrar en el mercado: la Unica (América) y la Desirée (Europa).

Según el presidente de la Fundación Albireo, estas especies tienen “un sabor, un aroma y una textura muy similar” a la Tacna, la cual se asemeja, a su vez, a una patata convencional, pero con una “capacidad de crecimiento desmedida en medios hostiles, muy áridos y con una salinidad extrema, como el suelo marciano, y con una diferencia de temperatura de entre 50 y 60 grados respecto a la Tierra”.

Elaboraciones inspiradas en el planeta rojo

Entre las recetas que han logrado llegar a la final, se encuentra la bautizada como ‘Un, dos, tres, Marte’, compuesta por una base de puré de patata acompañada de algas liofilizadas y rebozada con chorizo deshidratado. La originalidad también es importante y puede verse en otras recetas con nombres curiosos como ‘Huevo en Marte’. Las tradicionales papas en chupe colombianas, las causas peruanas o las patatas de feria tampoco faltarán en una final muy disputada.

El concurso internacional ‘La Patata Marciana’ ha sido organizado por el Centro de Astrobiología y la Fundación Albireo Cultura Científica en colaboración con el Centro Internacional de la Papa y la Universidad de Ingeniería y Tecnología de Perú, y cuenta con la colaboración de la Fundación Española para la Ciencia y la Tecnología del Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades.

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