La Brigada de Investigación del Banco de España tardó más de un año en identificar a Javier G. A., de 38 años, como la persona que estaba introduciendo en el circuito legal falsificaciones de gran calidad de billetes de 20 y 50 euros. Lo hacía desde una pequeña imprenta clandestina ubicada en el barrio de San José de Zaragoza, a la que la Policía accedió el 31 de mayo de 2017 con apoyo del Grupo de Operaciones Especiales. Gracias a la Operación Héroes, se detuvo a un total de siete personas y se desmanteló un entramado que podría haber llegado a poner en circulación más de un millón de euros en moneda falsa.

El cabecilla de esta organización no era ningún profesional de las artes gráficas ni tenía vinculación con las bandas internacionales de falsificación. Sin embargo, su enorme destreza en el manejo de las herramientas informáticas y su obsesión por conseguir la imitación perfecta hicieron que este autodidacta pusiera en jaque a los responsables de la Casa de la Moneda. Pero lograron localizarle y El Gallego, que ese es su alias, se enfrenta ahora a una condena de diez años de prisión y al abono de una multa de 250.000 euros.

Pero no será este zaragozano, que vivía con sus padres en un piso de la avenida del Tenor Fleta, el único que se siente mañana en el banquillo de los acusados de la Audiencia Provincial. Junto a él estarán José Enrique M. L., Manuel B.R., Raúl B. J. y Carlos H. P., los ‘pasadores’ encargados de poner en circulación el papel timbrado que fabricaba el vecino de San José. Según los investigadores, algunos de ellos pagaban a Javier G. A. 5 euros por réplicas de billetes de 50 euros, por lo que obtenían también un importante beneficio. La Fiscalía solicita para ellos penas de entre 8 y 3 años, en función de su grado de implicación en la trama.

La Policía detuvo también por estos hechos a dos mujeres: María Pilar S.D. y María Cristina A. V., para las que la acusación pública exige ahora condenas de prisión de 6 y 8 años, respectivamente. Y lo hace porque, supuestamente, ambas sabían del negocio ilegal que tenía montado El Gallego y le ayudaron a vigilar el taller clandestino en el que trabajaba, en la calle de Augusto Borderas de Zaragoza.

Según la Fiscalía, el falsificador mantenía una relación sentimental con María Pilar S. D., quien se enfrenta a una pena de cárcel menor por sufrir una deficiencia mental moderada-ligera que merma su grado de imputabilidad.

En prisión provisional

Cuando informó sobre los resultados de la operación Héroes, la Jefatura Superior de Policía explicó que había logrado intervenir 140.000 euros en moneda falsa lista para ser introducida en el circuito legal. A todos estos billetes ya terminados –la mayoría de 20 y 50–, se sumaron los muchos otros que el concienzudo falsificador ya tenía impresos y a punto de rematar. Otros 675.000 euros, concretó entonces Alberto L. jefe de la Unidad de Delincuencia yCrimen Organizado.

Como prueba de la habilidad y técnica del detenido, que lleva más de un año y medio en prisión provisional, la Policía recordó que durante el registro del piso y el local donde operaba se hallaron varias réplicas del nuevo billete de 50 euros: las primeras que se localizaban en España. El falsificador, para el que su abogado Javier Osés pide la absolución, había fabricado también dólares norteamericanos e imitaciones de billetes de otros países.