Bubierca, historia revisitada e ilusión renovada

Toda una quinta de hijos del pueblo está movilizándose para crear una asociación, con gente como Rodolfo Lacal, que exhibe su amor por el pueblo desde Pekín, como fuente de inspiración.

Restos de la antigua 'Casa de los Frailes', propiedad de la familia Cabeza.
Restos de la antigua 'Casa de los Frailes', propiedad de la familia Cabeza.
Laura Uranga

En Bubierca hay pocos vecinos, y muchos candidatos a cicerone del año. Una amabilidad exquisita que parece conectar a los interlocutores ocasionales del ‘forano’ una tarde de febrero, con el sol en la llamada ‘hora mágica’. Todos se brindan a dar pistas a los preguntones. Mari Carmen Nieves y José Antonio Monreal, con los aportes de José Miguel Romero, llevan la voz cantante en el bar del pueblo que gestionan José Antonio Lacal y Victoria Iovanescu. Mari Carmen, José Antonio y José Miguel son del pueblo; Victoria conoció a José Antonio Lacal en Barcelona, donde trabajaba, y después de 13 años en el pueblo, esta rumana con pasaporte español es bubiercana por aclamación. De hecho, cuando se jubile lo tiene claro: al extranjero en invierno y de abril a octubre, en Bubierca.

Mari Carmen y José Antonio Monreal vivieron su infancia en el pueblo. Ahora viven a 5 kilómetros, en Alhama; el trabajo es la razón. "Quería hacer algo en mi pueblo –explica Mari Carmen– así que compramos una casa en ruinas, la rehabilitamos e hicimos dos apartamentos rurales, Los Arañones. Les dedicamos el tiempo que podemos, porque el trabajo no nos deja mucho margen".

Mari Carmen ensalza su pueblo sin disimulo; tiene argumentos de peso. Tampoco esconde el lado oscuro de la realidad, pero ha puesto manos a la obra –junto a varios de su quinta– para paliar el más preocupante. "Este pueblo tiene un entorno precioso, está bien comunicado… pero se ha notado el bajón de población. Eso sí, hay un grupo de nuestra quinta motivado para constituir una asociación y hacer cosas en el pueblo; Amigos y Vecinos de Bubierca. Ya hacemos la matacía a la antigua usanza, cada año se apunta algo más de un centenar de personas en el puente de la Constitución y pasamos día y medio de celebración. En San Antón hacemos hoguera y nos comemos la longaniza y el chorizo que queda".

La referencia visual y devota de Bubierca es la ermita de la Virgen de la Esperanza, con la advocación de la Virgen del Pilar; está en lo alto de un cerro, en el centro del pueblo. También hay que destacar la ermita de Santa Quiteria, a 4 kilómetros; se va en romería hasta allá el último fin de semana de mayo. "Allí hay un árbol catalogado como singular, un pijurrillo o almez. Las fiestas de San Miguel son en septiembre", cuenta Mari Carmen.

Huella en la literatura

En la novela ‘Lo que a nadie le importa’ (2014), del escritor y antiguo redactor de HERALDO Sergio del Molino, Bubierca tiene una presencia singular de la mano de su abuelo José Molina. "La casa del Molina? Ahí abajo está, frente a Los Arañones -explica José Miguel Romero- en el número 14 de la calle Bajera. Sergio ha escrito muchos libros, es muy bueno. También se habla bastante del pueblo en ‘La Laponia española’, de Paco Cerdá. Por cierto, mi sobrino Pepe Borque también es periodista en Zaragoza".

Hay otro famoso de Bubierca con nombre y apellido futbolero: Alfonso Cabeza, presidente del Atlético de Madrid a principios de los 80, y que cumplió 79 años de edad en noviembre pasado. El actual alcalde, Antonio Borque, es el primo de este doctor que también fue todo un personaje televisivo. "En la plaza paró más de una vez el autobús del equipo –recuerda José Antonio– y yo llegué a jugar con los futbolistas. En su casa de aquí, que llamamos ‘La casa de los frailes’ porque fue un convento del Císter, había unos murales góticos que se perdieron porque el tejado se hundió".

Los Lacal

La figura de Rodolfo Lacal es muy querida en el pueblo. Este geólogo especializado en aguas subterráneas ha estado en medio mundo con su esposa Etel, ingeniera. Han ejecutado proyectos en Mozambique, Cabo Verde, Honduras o Angola, antes de retornar cuatro años a España (Sevilla) y asentarse luego en Filipinas, Estados Unidos, Brasil y China, donde llevan desde 2015. Rodolfo viene cada año desde Pekín; es autor del libro ‘Pensando en Bubierca’, que repartió en el pueblo el año pasado, y tiene lista una novela con personajes locales ilustres. Su hijo Rodrigo vive en Suiza, y es incondicional del Real Zaragoza; su hija Julia tiene una pastelería en Buenos Aires desde 2016, Bubierca Bakery. Enrique, el pequeño, está en Pekín con sus padres. Todos tienen dos cosas en común: los genes y el amor a Bubierca.

El Tablar, la casa rural de Moisés y Gertrudis, recibe visitantes durante todo el año
No hay rivalidad entre hosteleros locales; Mari Carmen y José Antonio muestran la fuente vieja a la entrada del pueblo y señalan el camino de El Tablar, una amplia casa tipo compartido situada a unos 300 metros del ayuntamiento, con un amplio terreno lleno de frutales alrededor de las edificaciones y una piscina. "Trabajan mucho y bien", dicen. Moisés Gil y Gertrudis Piernas, efectivamente, están consagrados a la tarea. "Venimos de Trasobares, aquí en el Aranda –cuenta Moisés– y hemos estado más de media vida en Mallorca. Decidimos volver a Aragón; mi madre tenía una casa aquí, veníamos a verla, supimos que esta finca de la familia Cabeza estaba a la venta, lo hablamos y nos decidimos. El Tablar se empezó a hacer en el año 2000 y lleva abierto desde 2005. Nosotros tenemos una zona propia y la parte de arriba, el salón y la piscina es lo que se alquila, desde familias a pandillas de amigos, incluso despedida de soltero". La casa no cierra en todo el año, pero realmente se mueve a partir de marzo, cuando todo esto empieza a verdear y florecen los cerezos y los manzanos. Tienen huerto, animales de granja, un entorno magnífico... todo muy idílico. "En Mallorca –recuerda Moisés– trabajamos siempre en hostelería; yo llegué allá en 1968 y vi el comienzo del boom inmobiliario, se les fue de las manos. Estábamos cansados del barullo, sobre todo el del verano, claro. Aquí nos acogieron muy bien, la verdad, una vez superada la clásica reticencia inicial. La gente enseguida está para echar una mano, nos entendemos bien y estamos muy contentos de habernos establecido aquí".

En datos

Comarca: Comunidad de Calatayud.

Población: 66.

A Zaragoza: 106 km.

Los imprescindibles

Martín de Funes

Nacido en Bubierca en 1588, fue obispo de Albarracín en 1644, donde moriría diez años después. También fue diputado del Reino de Aragón en 1650 y 1651. La historia popular dice que el Cristo de la Seo le habló.

La iglesia de San Miguel

La primitiva iglesia de San Miguel fue derribada a mediados del siglo XX y se construyó en su lugar otra nueva. Quedan, tan solo, de la primitiva los muros perimetrales y contrafuertes hasta una altura de más de cuatro metros.

En el ‘Cantar del Mío Cid’

"Pasó por Bubierca y por Ateca, que está adelante, y junto a Alcocer mío Cid iba a acampar, en un otero redondo, fuerte y grande; cerca corre el Jalón, el agua no le pueden cortar". Bubierca aparece en el famoso libro del Campeador.


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