Unas 3.500 personas tuvieron que ser desalojadas ayer de El Corte Inglés de Sagasta por el incendio que se declaró hacia las 13.40 en un sector restringido al público del establecimiento. Las llamas no se propagaron por la zona comercial, al contrario que el humo, que se extendió rápidamente por todas las plantas y obligó a mantener cerrado el centro durante más de dos horas, hasta que los Bomberos de Zaragoza ventilaron la humareda.

A pesar del aparatoso desalojo, que generó una gran expectación dada la céntrica situación del edificio y la hora en la que se produjo el incendio, ninguna persona resultó herida y solo hubo que lamentar daños materiales.

Según informó Guillermo Pombo, jefe de parque de los Bomberos del Ayuntamiento de Zaragoza, las llamas se originaron durante unos trabajos de mantenimiento en un conducto por el que pasan varias instalaciones de climatización y abastecimiento de agua. Unos operarios estaban soldando en uno de los sótanos (las primeras informaciones señalaban que el foco estaba situado en el sexto piso) cuando, al parecer, una chispa prendió el aislante de los citados conductos, lo que generó abundante humo, que se propagó rápidamente por todas las plantas del edificio y por la cubierta superior.

Los trabajadores de El Corte Inglés avisaron al 080, que recibió la llamada de emergencia a las 13.45, y a la vez comenzaron a sofocar el fuego con sus propios medios para que no se extendiera por la sexta planta, donde se ubica la cafetería, uno de los servicios más concurridos a la hora de la emergencia.

Hasta el centro comercial se desplazaron varias dotaciones de bomberos (entre ellas una autoescala, dos bombas urbanas y otras tantas ambulancias), que en pocos minutos completaron la extinción del fuego. Fueron unos trabajos "relativamente rápidos", según Guillermo Pombo, que detalló que lo que más tiempo llevó fue la ventilación de las plantas.

El jefe de parque de bomberos elogió la forma en la que se llevó a cabo la evacuación, que se completó sin incidentes en apenas 10 minutos a pesar de las 3.500 personas que se encontraban en el edificio, según estimaciones de la empresa, en el momento del incendio. Fueron los propios trabajadores de El Corte Inglés los responsables del desalojo de los centenares de clientes.

Organizados por los encargados de las diferentes secciones y por los jefes de planta, los empleados participaron en el desalojo del centro comercial siguiendo el protocolo establecido para este tipo de emergencias, y que conocen a la perfección porque "habitualmente" se practican simulacros, según explicaron ayer fuentes de la empresa.

Despliege de emergencias

Las dimensiones del dispositivo desplegado en los alrededores de Sagasta se correspondieron con la cantidad de trabajadores y clientes que había dentro del edificio. Veinticinco bomberos, entre equipos de extinción y sanitarios, se desplegaron en la zona, así como varias patrullas de la Policía Local y del Cuerpo Nacional de Policía, que ayudaron a completar el desalojo. También estuvieron presentes en las inmediaciones del centro tres ambulancias, del 080 y del 061, que afortunadamente no tuvieron que atender a ningún herido.

Fue necesario cortar al tráfico durante cerca de dos horas la calle de León XIII y el paseo de las Damas en el entorno del edificio comercial. Los bomberos autorizaron la entrada al edificio de los empleados hacia las 15.30 y media hora después, El Corte Inglés de Sagasta volvió a abrir sus puertas y la céntrica zona comercial de la ciudad recuperó su pulso normal.