Los vecinos afectados por la avería de Malpica reclaman inversiones tras recuperar el agua

Las empresas del polígono calculan las pérdidas de una semana de corte en el suministro para presentar reclamaciones.

La cafetería La Torre, en el polígono de Malpica, reabrió este viernes sus puertas
La cafetería La Torre, en el polígono de Malpica, reabrió este viernes sus puertas
Guillermo Mestre

Una semana después de detectarse la avería en la gran tubería de agua de la N-II que obligó a cortar el suministro en la zona, los vecinos y empresas afectados recuperaron este viernes el abastecimiento. Los técnicos del Ayuntamiento de Zaragoza consiguieron soldar los puntos dañados del conducto, para poner fin a una complicada reparación que ha dejado en seco durante siete días a cerca de 1.500 personas de Pastriz y de dos barrios de Movera (El Cazuelo y El Lugarico de Cerdán), así como a 400 negocios del polígono de Malpica. Por ello, reclaman inversiones a los consistorios implicados y a la diputación provincial para que "no se vuelva a repetir".

"Nos gustaría que se aumentara el gasto en mejorar las infraestructuras para no tener que pasar por esto otra vez", apuntaba este viernes Esperanza Calvano, alcaldesa de Movera. A su juicio, "hay que agradecer a los vecinos la paciencia que han tenido" porque "ha sido muy incómodo, como volver a los años 30". La reparación concluyó el jueves por la tarde, pero el cuidadoso llenado de la red, que fue ganando presión de agua poco a poco para evitar nuevas roturas, se prolongó hasta la noche.

Por la mañana, toda la zona había recuperado el suministro de agua, "con poca presión, pero subiendo", aclaraba Miguel Ángel Guiu, alcalde de Pastriz, que pidió a los vecinos del municipio que esperasen a consumir agua hasta que los análisis encargados dictaminaran que era 100% potable. "No habrá ningún problema, pero lo hacemos para asegurarnos", explicaba. Al igual que la regidora de Movera, Guiu pedía cambios para evitar este tipo de incidentes. "Hay que sustituir la tubería, hace años que se tendría que haber hecho", lamentaba. "La que hay tiene muchos años y está obsoleta, que lo presupuesten y lo hagan", reclamaba.

Un polígono "abandonado"

No solo los vecinos pudieron recuperar la normalidad en su día a día y volver, por ejemplo, a hacer la colada, poner el lavavajillas o ducharse sin restricciones. Los negocios también subieron la persiana. En pleno polígono de Malpica, la cafetería La Torre abrió sus puertas tras una semana en dique seco. "No me fiaba y no pensaba hacerlo hasta el lunes, pero esta mañana ha vuelto el agua y hemos reabierto", explicaba este viernes Roberto Carnicero, gerente del establecimiento, y de un restaurante del mismo nombre junto a la N-II, a la altura del socavón donde se produjo la avería. "Allí damos 500 comidas al día, ya estoy en contacto con mi asesor jurídico para calcular las pérdidas y presentar una reclamación", anunciaba.

Y no será el único. El presidente de la Asociación de industriales y comerciantes Malpica-Santa Isabel, Francisco Murillo, confirmó que la próxima semana se convocará a todos los empresarios a una reunión en la que se formulará una reclamación colectiva más todas las individuales con el cálculo de las pérdidas que ha supuesto el corte de agua durante una semana.

Murillo lamentó el estado de "gran abandono" en el que se encuentra esta zona industrial de la capital aragonesa, que "es de los años 70 y no ha habido ninguna inversión profunda". Por ello, han pedido al Consistorio mejoras en el subsuelo, la señalización y el transporte público.

Por su parte, la Unión de Consumidores de Aragón (UCA) va a solicitar al Ayuntamiento que no facture el servicio de abastecimiento de agua durante los días que no se prestó el servicio. La misma medida se reclamará para la factura de saneamiento y depuración de aguas por estar "estrechamente vinculados".

Una pequeña fuga obligará a bajar la presión en la red para soldar de nuevo la tubería
Pese a que se devolvió el suministro de agua a la zona afectada, la reparación de la tubería de Malpica no fue completa. Los técnicos del Ayuntamiento de Zaragoza comprobaron este viernes cómo una pequeña fuga en el conducto que discurre junto a la carretera de Barcelona (N-II) impedía cerrar definitivamente la zanja. En concreto, un poro en la soldadura que se había aplicado durante los trabajos de arreglo dejaba escapar un hilo de agua que habrá que taponar en los próximos días.

Los operarios deberán soldar el agujero, una intervención que no es compatible con la presencia de agua, por lo que el Consistorio tendrá que reducir la presión en la tubería, según confirmaron este viernes fuentes municipales. Lo que todavía se desconoce es si está maniobra se notará poco o nada en los hogares y empresas de la zona, o si incluso habrá que cortar de nuevo el suministro durante unas horas.

De momento se va a esperar unos días para que se puedan volver a llenar los depósitos de la zona, y para que los vecinos recuperen la normalidad tras una semana sin poder poner la lavadora o el lavavajillas. De ahí que esta última reparación no se llevará a cabo hasta el lunes.

La tubería afectada tiene 750 milímetros de diámetro y data de los años 70. Da suministro a municipios del entorno de la capital aragonesa como La Puebla de Alfindén y Villanueva de Gállego, donde no hubo afecciones al contar con depósitos propios de emergencia; o Villamayor, localidad en la que sí hubo restricciones durante una jornada. Los peor parados fueron los empresarios del polígono de Malpica y los vecinos de Movera y Pastriz. Para cubrir sus necesidades, los bomberos suministraron agua a la zona durante varios días para garantizar el abastecimiento.

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