La decisión de no sujetar a la cama a un paciente que llegó a urgencias del hospital Miguel Servet con problemas neurológicos y sin apenas fuerza en la piernas le va a costar al Salud 17.370 euros, ya que el hombre se levantó sin ayuda, sufrió una caída y se rompió la cadera. Se da además la circunstancia de que los especialistas no vieron signos de la lesión en la primera radiografía, lo que prolongó los padecimientos del enfermo, que tuvo que pasar finalmente por el quirófano para colocarle una prótesis.

El ingreso del paciente, de 60 años, en el Servet se produjo 22 de marzo de 2016. Cuando llegó a urgencias, los médicos comprobaron que presentaba un cuadro de debilidad muscular y parestesias de las extremidades inferiores. De ahí la decisión de trasladarlo al Servicio de Neurología.

El paciente advirtió a los profesionales de que, como consecuencia de estos problemas, durante los últimos días había sufrido varias caídas en casa. Pese a ello, a la hora de acomodarlo en la habitación del hospital, no se consideró necesario sujetarlo a la cama. Según consta en la última resolución del Departamento de Sanidad del Gobierno aragonés, en la que se estima parcialmente la reclamación económica, como medidas de prevención, el servicio de enfermería optó por la colación de barandillas laterales en la cama del enfermo. Se le recordó también que debía pedir ayuda para levantarse y se dispuso no utilizar superficies deslizantes a la hora de moverlo.

Pero como luego quedaría demostrado, estas medidas no fueron suficientes, ya que la mañana del 27 de marzo una de las enfermeras se encontró al paciente levantado y sentado en la silla de su habitación. Según los informes internos del Salud, el hombre se encontraba bastante nervioso, por lo que se avisó al médico de guardia, quien indicó que de repetirse esta situación deberían administrarle ansiolíticos. Volvieron a acostar al hombre, pero poco después volvió a incorporarse sin ayuda y terminó en el suelo.

El abogado Ignacio Ríos, que defiende los intereses del paciente, estuvo siempre convencido de que existía un nexo causal entre la caída y la fractura, por lo que presentó una reclamación patrimonial de 24.106 euros por presunta falta de cuidado en la atención prestada. El Salud abrió una investigación interna y llegó a la conclusión de que, efectivamente, el accidente y las lesiones estaban relacionadas. Sin embargo, en un primer informe, se consideró que la atención sanitaria se había ajustado a la lex artis ad hoc.

La documentación aportada con posterioridad hizo modificar esas primeras conclusiones y se reconoció una "posible minusvaloración del riesgo de caída frente al riesgo de contención".