La DGA fracasa en su intento de impulsar otras nueve rutas desde el aeropuerto de Zaragoza

Lleva dos años negociando con compañías aéreas, pero hasta ahora solo ha cerrado dos enlaces estivales a Venecia y Múnich. Apura contactos y aún confía en atar algún vuelo regular a partir del verano.

Conexiones del aeropuerto de Zaragoza.
Conexiones del aeropuerto de Zaragoza.
Heraldo

Las negociaciones del Gobierno de Aragón para ampliar la oferta de vuelos del aeropuerto de Zaragoza han fracasado hasta el momento. Tras dos años de contactos con distintas compañías con el fin de recuperar hasta siete rutas regulares con Fráncfort, Düsseldorf, Roma, París, Lisboa, Gran Canaria y Galicia y abrir un enlace con Marruecos, ninguna aerolínea ha mostrado interés real y efectivo por volar desde la capital aragonesa.

La DGA estaba convencida de cerrar, al menos, un enlace regular con Düsseldorf e iniciar su explotación en marzo, con el inicio de la próxima campaña de primavera-verano, pero finalmente no será posible. En la Consejería de Vertebración del Territorio han alargado sin éxito los contactos con una compañía de bajo coste europea, aunque solo ha obtenido largas y finalmente se han rendido a la realidad.

El último intento de la legislatura se ha hecho esta misma semana en la Feria Internacional de Turismo de Madrid (Fitur) con otras aerolíneas y el equipo negociador, con el que se ha involucrado el director del aeropuerto, Marcos Díaz, aún confía en atar en cuestión de semanas algún vuelo internacional. En este caso, sería para el próximo verano y tendría caracter regular, es decir, se operararía todo el año. No obstante, eludieron dar el mínimo detalle.

El problema es que cerrar un acuerdo pasa por conceder nuevas subvenciones que están bloqueadas como consecuencia de la prórroga presupuestaria. Y la partida para la promoción aeroportuaria, 1,8 millones, ya está comprometida para el pago de las ayudas de las tres compañías que cobran por volar desde Zaragoza: Ryanair, Wizz Air y Volotea.

La apuesta por el aeropuerto fue uno de los pilares la gestión de Vertebración del Territorio, lo que le llevó a lanzar una encuesta masiva al tejido empresarial para conocer sus necesidades de conexiones y enfocar así sus negociaciones. De ahí salió la prioridad de retomar los enlaces con Alemania, que concentra un tercio de la demanda de viajes de negocios de las empresas radicadas en Aragón.

Ni siquiera la constitución de un 'lobby' aragonés, que pusieron en marcha hace menos de un año una docena de instituciones, empresarios y sindicatos, ha permitido avanzar en el objetivo compartido de convertir Zaragoza «en el nodo aéreo del valle del Ebro». Todos firmaron un manifiesto por el que asumían el compromiso de impulsar de forma conjunta una estrategia «activa, global y permanente» de promoción y fomento de las conexiones aéreas de Aragón, aunque la realidad dista mucho de lo pactado a día de hoy.

En lo que va de legislatura se ha perdido la conexión regular con París, que Ryanair recortó a un simple vuelo de verano en 2016 tras renovar la subvención autonómica ese mismo año. Para ello, alegó que la ruta no era rentable, aunque la ocupación rozaba el 80% y superaba en siete puntos a la que sí decidió mantiene con Bruselas.

Desde entonces, la DGA solo ha logrado que otra compañía, Volotea, asumiera el año pasado sendas rutas estivales con Venecia y Múnich, que se alargarán dos temporadas más por contrato. Su aportación a las cifras de negocio del aeropuerto de Zaragoza es discreta, algo más de 15.000 de los casi 489.064 viajeros que pasaron por la terminal a lo largo de 2018. Es decir, un 3% del total.

Para lograrlo, el Ejecutivo PSOE-CHA tuvo que sacar de nuevo la chequera y, mediante un concurso público, adjudicar a la aerolínea española ambas rutas por 1,2 millones. El coste por pasajero es mucho mayor que en el caso de los vuelos de Ryanair pese a cubrir todo el año sus enlaces con Londres, Bruselas, Milán y, en primavera-verano, con París: cada viajero que sube a un avión de la compañía irlandesa cuesta algo menos de seis euros al erario autonómico, mientras que los que lo hacen en los de Volotea salen por 26,5 euros.

Otro de los intentos fallidos ha sido la pretensión de fletar dos vuelos semanales a La Coruña, para lo que la DGA y el consistorio gallego alcanzaron un acuerdo el pasado verano para financiar la ruta con 200.000 euros al año. En este caso, dejaron claro que todo dependería de convencer a alguna compañía para iniciar las operaciones en la próxima temporada de primavera/verano, pero fuentes oficiales aseguraron que los intentos han sido igualmente infructuosos.

Tampoco ha corrido mejor suerte otra propuesta que llegaron a abordar las instituciones aragoneses en abril del 2018. En este caso, del vicealcalde de Pau, Jean Paul Brin, quien llegó a plantear al Ayuntamiento de Zaragoza y a la DGA la posibilidad de fletar un vuelo diario Zaragoza-París con escala en Pau a partir de este año. No se ha vuelto a saber nada.

La realidad es que mientras los contactos de la DGA con una aerolínea de bajo coste europea para volver a volar a Düsseldorf se dilataban en el tiempo, a menos de 200 kilómetros pasaba todo lo contrario. La compañía Lufthansa confirmó hace solo unas semanas que volará a diario de Pamplona a Fráncfort a partir del mes de marzo tras la acogida lograda en el primer año de explotación, en la que la oferta se ha limitado a cuatro vuelos semanales de ida y vuelta.

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