Los taxistas reclaman una regulación que mantenga a Uber y Cabify lejos de Zaragoza

El colectivo se siente respaldado por el Consistorio y la DGA pero no descarta medidas solidarias con Madrid y Barcelona.

Parada de taxis en el paseo de la Independencia de Zaragoza.
Los taxistas reclaman una regulación nacional que mantenga a Uber y Cabify lejos de Zaragoza
Guillermo Mestre

Los taxistas de Zaragoza reclaman al Gobierno central que lidere la regulación a nivel nacional de las licencias VTC como las que usan Uber y Cabify para evitar que cada comunidad autónoma cree un marco normativo diferente. El objetivo del sector es mantener fuera de las calles de la capital aragonesa a las dos grandes empresas que cuestionan su tradicional modelo de negocio, ante el conflicto que se vive estos días en Madrid y Barcelona. En cualquier caso, piden "prudencia" y, salvo que se produzca una convocatoria en todo el país con la que mostrar su apoyo y solidaridad, los chóferes zaragozanos apuestan por esperar a negociar con los gobiernos que surjan de la cita electoral del mes de mayo.

Así lo ha hecho saber la dirección de la Asociación Provincial de Autotaxi de Zaragoza a sus socios a través de una circular interna en la que reconocen que cuentan con el "apoyo" tanto del Ayuntamiento de la ciudad como del Ejecutivo autonómico. "La intención del actual Gobierno es regular la actividad de las VTC, pero sin precipitarnos, ya que a día de hoy no tenemos el problema acuciante como en Madrid y Barcelona", reconocen.

Eso sí, advierten de que lo ideal para sus intereses sería que se alcanzara un "consenso de todas las comunidades". Mientras tanto, los taxistas de Zaragoza prefieren "esperar a que se produzcan las elecciones" para que se creen los nuevos gobiernos municipales y autonómicos a los que, entonces sí, "exigirles la regulación".

El gobierno de ZEC, por su parte, apoya al sector del taxi en la ciudad. "Les respaldamos para que las licencias VTC no se usen de forma indebida como en Madrid o Barcelona", destaca Alberto Lorente, asesor municipal del área de Movilidad. Las citadas licencias de vehículos de alquiler con conductor eran, hasta la irrupción de empresas como Uber y Cabify, las utilizadas para desplazamientos de alta gama, en congresos o para servicios especiales. Sin embargo, estas compañías internacionales vieron que podían acceder al mercado del taxi a través de ellas, lo que propició su proliferación.

En Zaragoza, así como en el resto de la Comunidad, las empresas de VTC "mantienen su uso tradicional que convive de forma cordial con el taxi", apunta Lorente, quien reconoce que "tanto por tipo de ciudad como por la defensa de las instituciones, no parece que haya riesgo a corto plazo" de que se instalen Uber o Cabify.

165 licencias

La misma opinión tiene el consejero de Vertebración del Territorio y Movilidad del Gobierno de Aragón, José Luis Soro, que apuesta por una "defensa del sector del taxi y de las VTC tradicionales frente al intrusismo".

A su juicio, "en Aragón el problema no es el que tienen en Madrid y Barcelona, donde las VTC hacen una competencia urbana" a los taxistas, sino el uso de dichas licencias fuera del territorio en el que se circunscriben. La Comunidad cuenta en la actualidad con 165 permisos de este tipo frente a 2.209 taxis. Sin embargo, una buena parte se explotan de forma irregular en las dos grandes ciudades del país, principalmente en la capital, donde por ley solo podrían facturar el 20% de las carreras.

"La única forma de poder controlar esta situación y sancionarla es crear un registro electrónico estatal", argumenta Soro. Además, aunque asume que el Ejecutivo autonómico tiene que "adecuar la regulación a Aragón" y que el sector del taxi "debe modernizarse", el consejero defiende que "no se puede resolver el problema de Madrid y Barcelona dañando al negocio tradicional de las VTC aragonesas".

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