"Nos han robado el desfibrilador. El valor de la vida humana que puede salvar es muchísimo mayor al valor económico que puede obtener el que lo ha sustraído. Sobre su conciencia quedarán los perjuicios que puede conllevar este hecho". Este certero y contundente mensaje luce sobre el armarito de la sala de espera del consultorio de Pradilla de Ebro en el que debería haber un reanimador automático. El mueble está vacío después de que alguien decidiera llevarse el dispositivo, privando a los habitantes de la localidad ribereña de una respuesta rápida ante una parada cardíaca.

"El mensaje lo escribió la doctora", indica Luis Eduardo Moncín, alcalde del municipio, quien explica que "el aparato se encontraba dentro de una especie de bolsón, y éste a su vez estaba dentro del armario, accesible para todo el mundo porque, como es lógico, tiene que estar disponible para todos en caso de una emergencia sanitaria".

El aparato costó 2.200 euros, fue adquirido hace un año y medio y, por fortuna, en esos 18 meses no se ha llegado a estrenar. "Pero creemos que es importante tenerlo, sobre todo de cara a la temporada de piscina y para los partidos del equipo de fútbol. Merece la pena tenerlo si con él se puede evitar la muerte de un vecino", razona el edil.

Los hechos han sido denunciados ante la Guardia Civil, si bien el alcalde se muestra pesimista ante la posibilidad de que se localice al ladrón: "En estos casos siempre corren rumores, hay muchos comentarios, pero parece que no hay indicios claros de quién pudo ser ni si lo hizo con intención de venderlo o únicamente como acto vandálico. El centro está abierto todo el día, desde las 8.00 hasta las 20.00, por lo que ha podido ser cualquiera en un momento de poco tránsito".

El Consistorio ya ha iniciado los trámites para adquirir un nuevo desfibrilador. "Tenemos previsto concurrir a una convocatoria de subvenciones del Gobierno de Aragón para poder sufragarlo. En cualquier caso, la intención es tener uno nuevo a corto plazo", concluye Moncín.

Mercadeo en internet

Por sorprendente que parezca, lo cierto es que en las páginas web de compraventa de productos de segunda mano hay cientos de desfibriladores a la venta, con los que se mercadea sin ningún tipo de cortapisa legal. El precio medio de un aparato completo supera los mil euros, aunque también hay disponibles piezas sueltas como recambio. Por éstas se piden desde cien euros hasta varios cientos.

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