Faltan anestesistas

El Hospital Clínico de Zaragoza suspenderá al menos 45 cirugías este mes por la falta de anestesistas.

Imagen de archivo del Hospital Clínico Universitario de Zaragoza.
Hospital Clínico Universitario de Zaragoza.
Enrique Navarro

Aragón arrastra un problema de carencia de especialistas médicos para trabajar en los hospitales públicos. Esta precariedad se ha incrementado en los últimos meses con la falta de anestesistas, lo que está obligando a cancelar intervenciones quirúrgicas. Hay que consensuar entre todas las partes un plan para aminorar este problema y seguir preservando así un modelo de salud que es un garante de la igualdad de oportunidades de curación. 

La Comunidad aragonesa cuenta con un buen sistema sanitario, uno de los mejores de España, que, a su vez, dispone de uno de los más eficaces del mundo. No obstante, en los últimos diez años, la presión asistencial no ha dejado de crecer mientras los recortes provocados por la crisis económica han reducido las plantillas. La mayor longevidad de la población hace que cada vez haya más enfermos con múltiples patologías que controlar. Esta presión asistencial recae en primer lugar sobre los facultativos de la atención primaria y, después, de la hospitalaria; unos y otros se encuentran ya bastante desbordados. En algunos casos, la carencia de especialistas está incrementando las listas de espera más allá de lo tolerable. Así, la falta de anestesistas va a obligar de nuevo al hospital Clínico de Zaragoza a suspender intervenciones quirúrgicas durante este mes. A las seis vacantes que tiene sin cubrir se han sumado cuatro bajas por enfermedad. Ante esta situación, el centro ha tenido que aplazar al menos 45 cirugías.

Aragón, como el resto de las Comunidades del país, debe preservar su sistema de salud que ofrece prestaciones de alta calidad a toda la población. Para ello debe financiarlo de forma adecuada y debe aplicar medidas de mejora organizativa que vayan desde la formación de más especialistas en los hospitales universitarios a mejorar las condiciones laborales para retener a los profesionales que ahora se están marchando a otros destinos.