Un socavón mantiene en vilo a los vecinos de la calle Vidal de Canellas

La calle ubicada en el zaragozano barrio de las Delicias permanece cortada al tráfico rodado desde el pasado día 24 de diciembre.

Socavón en la calle Vidal de Canellas
Socavón en la calle Vidal de Canellas
Oliver Duch

Hace más de una semana, coincidiendo con el día de Navidad, los vecinos de la calle Vidal de Canellas, ubicada en el zaragozano barrio de las Delicias, amanecían con una sorpresa nada agradable, un socavón “de dimensiones considerables” a la altura del número 20 de la vía. Desde entonces, vecinos y comerciantes permanecen a la espera de su reparación.

Fuentes de la Policía Local de Zaragoza confirman que el primer aviso se recibió la noche del 24 de diciembre, y que desde entonces, la calle permanece cerrada al tráfico rodado, aunque algunos vecinos afirman que cada día se dan varios casos de gente que hace caso omiso al corte. “Hay muchos comerciantes que necesitan acercarse lo máximo posible a sus locales por comodidad y pasan por ahí”, afirman algunos vecinos de la zona.

Aparece un agujero en la calle Vidal de Canellas

Otros, mientras tanto, se resignan durante estos días y se ven obligados a aparcar más lejos a la hora de realizar la carga y descarga de producto, como es el caso de Rafa, de la frutería El Manzano. “Entre los vecinos hay bastante preocupación y enfado porque han pasado muchos días y nos ha pillado en plenas navidades. A mí me afecta porque no puedo acercar la furgoneta, y sobre todo porque disminuye el paso de gente por la zona”, critica el comerciante resignado.

Además, reconoce que este suceso ha despertado la preocupación de los vecinos: “parece pequeño pero cuando te acercas y te asomas se ve que es mucho más grande, como si se hubiese desplazado el suelo”. Por su parte, Eli Bacharat, dueño de la peluquería Prince, ubicada a unos metros del agujero, recuerda cómo se topó con este desperfecto por sorpresa mientras paseaba con su hijo. “La verdad es que te preocupas porque no sabes lo que es o si puede ir a más”, explica.

Manuel Sin, vecino del número 15 de la misma calle, recuerda perfectamente el día que se toparon con el socavón. “Quienes vivimos por aquí nos pasamos cada día a ver cómo va, ya que nadie viene a revisarlo ni a repararlo”, critica. “Vino la policía, se llevó los coches con la grúa, pusieron unas vallas y desde entonces estamos esperando a que venga un experto a ver qué pasa”, añade.

Además de lo inoportuno de las fechas, en plenas fiestas de Navidad, el vecino lamenta la demora de una solución: “Me temo que si hubiera aparecido en otro sitio, en una calle principal como en paseo Independencia, ya habrían hecho algo”.

Por su parte, fuentes del Departamento de Infraestructuras del Ayuntamiento de Zaragoza aseguran que este mismo jueves, 3 de enero, se desplazará hasta la zona un equipo de varios técnicos de Ecociudad para valorar el desprendimiento y tratar de dar con las posibles causas. “De momento hemos descartado que se trate de una rotura de las tuberías de abastecimiento ya que las tuberías van por las aceras y son prácticamente nuevas, pero todavía quedaría comprobar el alcantarillado”, explican.

Mientras se descartan las posibles causas, aseguran que ya se ha puesto en marcha el dispositivo para solucionar el problema y mandan un mensaje de tranquilidad a los vecinos de la zona. Por su parte, como señalan los expertos, estos procesos se producen cuando existe una cavidad en el subsuelo y podría deberse tanto a una reducción de volumen del mismo por disolución, consolidación, lavado o arrastre de materiales. “Cuando estos procesos se producen de forma progresiva hablamos de subsidencia mientras que cuando se produce de forma repentina, como es el caso, hablamos de colapso”, explica Óscar Pueyo, doctor en geología e investigador del Instituto Universitario de Investigación en Ciencias Ambientales de Aragón y miembro del Colegio Oficial de Geólogos de Aragón.

Un origen controvertido

Aunque todavía es muy pronto para determinar el origen del derrumbamiento, más aún sin haber realizado un estudio geológico detallado de la zona –sobre todo para evitar que vuelva a producirse-, el geólogo explica que, en estos casos y como norma general, lo ideal es “realizar un rellenado rápido de la cavidad para evitar que se desestabilice y crezca en tamaño en superficie”.

El socavón afecta a la capa asfáltica de la calle y en profundidad alcanza un volumen próximo a 1 metro cúbico. Además, “el colapso ha aparecido en una zona con reparaciones previas en la calle, como puede verse a partir de los cambios asfálticos de la zona, y se identifican actuaciones recientes para la implantación de conducciones paralelas a las dos aceras de la calle”, añade.

Por otro lado, Pueyo asegura que el barrio de las Delicias no es una zona habitual de aparición de dolinas de disolución y que las características superficiales no parecen tener relación con este tipo de procesos. “Este sector se desarrolló sobre zonas de huertas y aportando materiales, lo cual supone que el origen del colapso pueda relacionarse con una reducción del volumen de estos materiales o su arrastre”, indica el experto, que señala que estos procesos se generan habitualmente en zonas con materiales poco compactados y en los que la entrada de agua pueden favorecerlos o detonarlos. “Debido la historia agrícola de la zona tampoco debería descartarse la existencia previa de pozos, aljibes o bodegas de las edificaciones previas”, afirma Pueyo.

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