Los 1.318 reclusos de Zuera, los 384 de Daroca y los 218 de Teruel tienen una tarjeta telefónica para felicitar la Navidad a sus familiares, gracias a la campaña ‘Minutos de esperanza’, impulsada por las seis diócesis aragonesas. En total, se recaudaron 12.500 euros, con los que la Iglesia ofrece un testimonio para los internos de las prisiones.

El obispo de Barbastro, Ángel Pérez Pueyo, entregó este regalo el día de Navidad a los internos del Centro Penitenciario de Zuera, donde ofició una misa. Destacó que los capellanes reparten las tarjetas telefónicas "entre los más desvalidos sin medios" como "un abrazo de paz"y "un balón de oxígeno"para que los presos "puedan comunicar estos días de Navidad con su familia".

El prelado de la diócesis Barbastro-Monzón aplaudió la solidaridad de la gente con los internos, quienes "más allá de la justicia, está la misericordia y la esperanza de que se reinserten". "Algunos de ellos me lo agradeció en la prisión y me dijeron que además les puede servir para pedir perdón a su familia por lo que habían hecho, aunque con otras palabras", apuntó.

Asimismo, el obispo de Barbastro mencionó que las prisiones son los únicos lugares donde las cabinas telefónicas que están en plena retirada de las calles de las ciudades (Telefónica va a mantenerlas solo un año más) se utilizan como en ningún sitio.

Las diócesis de Aragón agradecieron la generosidad de los benefactores que les han apoyado en esta campaña para los internos de las prisiones. "Las donaciones, recibidas desde distintos puntos de España, se han transformado en minutos de esperanza", indicó Isabel Escartín, delegada de Pastoral Penitenciaria en Zaragoza, quien dijo estar convencida de que esta "muestra de amor"transforma a quienes están en las cárceles.

"Muchos no se pueden creer que gente desconocida les ayude sin esperar nada a cambio, y más después de haber hecho cosas mal", destacó la delegada de Pastoral Penitenciaria en Zaragoza.