Un constructor condenado por blanqueo declara que Pinilla le dio 250.000 € en billetes de 500

Un empresario madrileño que se arruinó en La Muela involucra a la exalcaldesa en los negocios urbanísticos.

María Victoria Pinilla habla con el exconcejal Juan Carlos Rodrigo Vela en los pasillos de la Audiencia.
María Victoria Pinilla habla con el exconcejal Juan Carlos Rodrigo Vela en los pasillos de la Audiencia.
José Miguel Marco

El tribunal que juzga a la exalcaldesa de La Muela María Victoria Pinilla y otros ocho acusados por la trama de corrupción urbanística descubierta en la Operación Molinos retomó este miércoles las sesiones con el interrogatorio de las 21 personas que en su día compartieron banquillo con los anteriores y que, bien porque confesaron o porque la Audiencia vio pruebas contra ellos, recibieron distintas condenas.

El primero en declarar fue el empresario madrileño José Carlos Fernández Delgado, quien se embarcó en 2005 en un proyecto urbanístico en La Muela que prácticamente le costó su ruina y la de su familia. Fernández, que en el juicio anterior aceptó seis meses de prisión y el pago de una multa de 250.000 euros por un delito de blanqueo de capitales, volvió a ratificar que esa cantidad fue la que recibió de Pinilla.

Aseguró que no se la dio directamente, sino que, estando en el Ayuntamiento de La Muela, le indicó a su exmarido, Juan Antonio Embarba, que le entregara una bolsa de plástico de supermercado en la que había 250.000 euros. "Llevo un cuarto de kilo calentito, en billetes de 500", le diría poco después a su socio en una conversación telefónica que grabó la Policía y que ayer se reprodujo en la sala de vistas.

Los magistrados también pudieron escuchar un diálogo previo entre José Carlos Fernández y su gestor y entonces socio, Miguel Ángel García Casillas, en el que el madrileño, muy agobiado por las deudas y porque los bancos le estaban cobrando 100.000 euros al mes solo en intereses, le contaba que estaba dispuesto a todo si María Victoria Pinilla no le dejaba dinero para salir del paso. En principio se planteó pedirle un millón, pero terminó aceptando 250.000.

"Si a mi me pasa esto, acabamos en los juzgados y caen todos"

"Si tenemos las empresas en quiebra es por culpa suya (de Pinilla) y yo no sé lo que perderás tú –le dice a García Casillas–, pero yo pierdo hasta la camisa. Y si a mí me pasa esto, acabamos en los juzgados y caen todos: Mariví, Víctor (hijo de Pinilla), María Jesús (Velilla, ya fallecida), Edgar (hijo de la anterior)... todos".

El origen de su negocio fallido se remonta a 2005, cuando Fernández Delgado creó con otros socios la sociedad Brocover y adquirieron suelos en La Muela por 18 millones de euros, más pagos de 2,5 millones en comisiones. Sobre el papel, el proyecto era "competitivo", sobre todo porque la exalcaldesa les "prometió" que se iban a recalificar. Pero por distintos avatares, entre ellos que cambió la ley del suelo y los terrenos debían ser recalificados por la Comisión de Ordenación del Territorio de la DGA, en 2008 aún seguían sin ser urbanizables.

En ese momento, los bancos agobiaban a Brocover y Fernández Delgado, que había avalado con su patrimonio familiar, se puso tan nervioso que amenazó a Pinilla con hacer públicas sus conversaciones si la situación no se arreglaba.

Una de las revelaciones que pensaba hacer era que la exregidora había tenido participaciones en la sociedad TIG, del acusado Julián de Miguel, que vendió a Brocover por 9,6 millones los terrenos que un año antes habían comprado por 1,9 millones, sabiendo que se iban a recalificar. Luego, según la Fiscalía, De Miguel entregó 1,7 millones al matrimonio Embarba-Pinilla que, además, no declaró a Hacienda.

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