División de opiniones en la reapertura de Don Jaime I, que aguarda a los autobuses el martes

Taxis y vehículos de carga y descarga ya circulan a cota cero, mientras se ultiman algunos retoques.

Algunos viandantes aún cruzaban esta mañana sin ser conscientes de que el tráfico había vuelto a Don Jaime.
Algunos viandantes aún cruzaban esta mañana sin ser conscientes de que el tráfico había vuelto a Don Jaime.
O. Duch

Taxis, bicis, furgonetas y un buen montón de patinetes eléctricos comenzaron este viernes a circular por la remozada calle de Don Jaime I. Tras más de tres meses de obras, los operarios retiraron a primera hora las vallas de la calzada y los usuarios pudieron comprobar cómo ha quedado la controvertida reforma de esta céntrica arteria. Las obras comenzaron de tapadillo allá por el mes de agosto, se detuvieron durante las fiestas del Pilar y han concluido –como se prometió– para la campaña navideña. Eso sí, a finales de enero se volverá a cortar el acceso a Don Jaime I por el puente de Piedra porque tocará intervenir en la intersección del paseo de Echegaray y Caballero.

La calle de Don Jaime I de Zaragoza ha abierto este viernes al tráfico

Las primeras reacciones cubrían este viernes una amplio espectro: desde la crítica por ser una obra "hecha con prisas y chapucera" hasta algún tímido elogio porque "ha quedado mejor de lo que parecía". En cualquier caso, son aún muchas las dudas que quedan por despejar en esta intervención que ha borrado los desniveles entre la acera y la calzada: entre otras, qué pasará cuando vuelvan los autobuses el próximo martes (hay zonas del asfalto que ya se han agrietado) y qué sucederá cuando caiga una buena tormenta, porque los comerciantes de la zona más cercada a la plaza de la Seo temen que los desagües sean insuficientes, se creen grandes charcos e, incluso, se inunden sus locales.

Según informó el Ayuntamiento, aún quedan algunos retoques por hacer, pero este viernes se decidió abrir la calle al tráfico restringido tras pintar los pasos de cebra. A algunos vecinos les preocupa que se produzcan situaciones de peligro hasta que los viandantes se acostumbren a caminar por la zona que queda limitada entre los bolardos. Reconocen que la cota cero mejora la accesibilidad, pero también auguran sustos y bocinazos porque –este viernes ya se pudo comprobar en el estreno– cada cual cruza cómo Dios le da a entender.

Aprovechando la reforma se ha introducido en Don Jaime I una rebaja de la velocidad máxima: de los 30 kilómetros por hora se ha pasado a 20. Insiste el gobierno de ZEC en que no se trata de una "peatonalización encubierta" y que los vehículos que podrán circular ahora serán los mismos que lo hacían antes de la obra, es decir, pueden pasar taxis, residentes, vehículos de carga y descarga y, a partir del martes, también autobuses urbanos. Las líneas 28, 29, 35, 39 y el bus turístico regresarán a Don Jaime I la semana que viene y abandonarán así sus desvíos por San Vicente de Paúl, que ha sufrido en los últimos meses un notable incremento del tráfico.

Un gasto de 330.000 euros

Otra estampa curiosa que este viernes ofreció la reapertura fue la de las brigadas municipales soldando unas barandillas de protección de las plataformas de acceso al bus en las paradas de la Lonja y la plaza de Ariño. Estas aparatosas estructuras de caucho se han colocado para facilitar el acceso al transporte público, sobre todo, a quienes necesitan de las rampas de los buses (personas con movilidad reducida, carritos de la compra, de bebés...).

El proyecto, que ha permitido eliminar las barreras arquitectónicas, ha supuesto un coste de unos 330.000 euros y este viernes, en pequeños corrillos en la calle, los vecinos comentaban el resultado. "Está claro que han hecho la obra con prisas. El acabado final, con las losas marcadas por una radial, no puede ser más burdo", decía Felipe Villar, en la plaza de Sinués. "Al menos han acabado antes de Navidad –contestaba un comerciante–, porque en invierno se vendió poco, llevamos sufriendo las obras meses y eso se nota en la caja". "Yo solo pido que informen y pregunten antes porque presumen de participación pero luego nada de nada", opinaba Isabel Márquez, recordando también que los trabajos han sido controvertidos por no haber pasado ningún proceso de licitación y haberse acometido sin un proyecto arquitectónico.

Hasta que concluyan las próximas rebajas –esto es, hasta febrero– no se volverá a tocar Don Jaime, aunque ZEC ha manifestado su intención de seguir haciendo obras para elevar las calzadas de todo el Casco. El concejal de Urbanismo, Pablo Muñoz, aseguró que su siguiente objetivo serán las vías que quedan entre la calle Alfonso y el Mercado Central. Se reservan hasta 2,2 millones para este proyecto que, eso sí, podría verse truncado porque en mayo hay elecciones municipales.

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