El "grito de socorro" de los vecinos de la calle Pignatelli y su entorno contra la degradación

La asociación Calles Dignas ya se ha reunido con todos los grupos municipales del Ayuntamiento y con la Delegación del Gobierno.

Los vecinos de esta zona del Casco Histórico ven basura en la vía pública todos los días. En la imagen, la calle de Mariano Cerezo.
Los vecinos de esta zona del Casco Histórico ven basura en la vía pública todos los días. En la imagen, la calle de Mariano Cerezo.
Plataforma Calles Dignas

Sus casas están situadas a apenas 15 minutos caminando de la zona más turística de Zaragoza pero las situaciones que tienen que enfrentar a diario poco o nada tienen que ver con las que rodean a la plaza del Pilar y sus alrededores. Los vecinos de las calles de Agustina de Aragón, Ramón Pignatelli, Mariano Cerezo y José Zamoray han decidido agruparse en una plataforma ciudadana para luchar contra la degradación creciente que sufre esta zona del Casco Histórico de la capital aragonesa.

Los problemas de convivencia son una constante en el barrio desde hace tiempo, según denuncian desde la plataforma Calles Dignas, que vuelve a alzar la voz para solucionar la coyuntura que viven. Esta asociación vecinal se fundó hace seis meses, pero sus miembros han ido cogiendo fuerza en el último trimestre: ya se han reunido con todos los grupos políticos presentes en el Ayuntamiento de Zaragoza, con responsables del Plan Integral del Casco Histórico y con la Delegación del Gobierno, entre otros.

En pocas palabras los vecinos resumen sus objetivos: “La formación de la plataforma es un grito de socorro de los vecinos de esta zona”. En los últimos meses, el boca a boca en los pocos comercios del barrio que aún permanecen abiertos ha aumentado el número de simpatizantes y ya son alrededor de 30. "Me uní a la asociación porque me pareció una tabla de salvación conocer a otras personas que sufren los mismos problemas", afirma uno de los miembros, que prefiere mantenerse en el anonimato.

Las principales preocupaciones de los residentes tienen que ver con las agresiones y los robos, la suciedad y la okupación. Desde Calles Dignas reconocen que tradicionalmente estas calles han presentado síntomas de degradación ("lo sabíamos cuando vinimos a vivir aquí", reconoce uno de ellos), pero en el último año, todos estos problemas se han multiplicado y recrudecido.

Delincuencia

Según denuncia la plataforma, hay grupos de delincuentes que se organizan y esperan a gente que sale de madrugada de las salas de fiesta cercanas para robarles los móviles.En este sentido, el precedente más grave que señalan los vecinos es la muerte de un joven que se precipitó desde un tejado cuando huía de la Policía Nacional tras verse involucrado en el robo de un bolso, el pasado mes de septiembre.

También se registran muchas agresiones, en ocasiones ajustes de cuentas por tráfico de drogas. Los vecinos solicitan más presencia policial en estas calles para alejar del barrio a los individuos que causan estos problemas.

Suciedad

La basura representa otro de los principales problemas del barrio. La suciedad, de todo tipo, se acumula en las calles: hay personas que tiran las bolsas con los desechos por la ventana o simplemente los dejan en cualquier rincón de la vía pública, donde se pueden ver muebles viejos, colchones, electrodomésticos...

Los servicios municipales de limpieza pasan "dos o tres veces cada día". "Hacen un esfuerzo increíble y, aun así, no consiguen mantener la zona sin basura", apuntan desde la asociación vecinal, que lamenta el incivismo de parte del vecindario.

Okupación

El colectivo vecinal no criminaliza la okupación "cívica", de familias sin recursos económicos que necesitan un techo, pero critican lo que ellos califican como "okupación de invasores": personas que okupan viviendas vacías y se dedican a delinquir en el barrio y a generar problemas en las comunidades de propietarios. Este segundo 'tipo' de okupación se repite en el barrio: tienen contabilizados alrededor de cinco edificios "totalmente okupados" generando problemas de convivencia y altercados en la vía pública.

En este sentido, esta semana se ha producido un incidente grave en una comunidad de propietarios de Pignatelli. Los vecinos denunciaron la okupación de un piso y un juzgado de la capital aragonesa tramitó el desahucio. Antes de que se produjera el lanzamiento, los okupas abandonaron la vivienda. Sin embargo, los vecinos denuncian que uno de ellos volvió la madrugada del martes "para vengarse".

Accedió al piso, situado en un segundo, por uno de los balcones. Taponó los desagües de la casa y abrió los grifos. El agua desbordó la vivienda y afectó a las escaleras de la comunidad y al piso de abajo. Los bomberos y la Policía tuvieron que intervenir para solventar la situación.

Los miembros de Calles Dignas han extraído de los partidos políticos con los que se han reunido un compromiso de trabajo por la regeneración de la zona. "Tenemos muchas expectativas en que cumplan su palabras", señalan desde la plataforma vecinal, que afirma que no tiene color político y que su único objetivo es "la mejora del barrio y de la ciudad".

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