Un exconcejal de La Muela admite que firmó 8 facturas de obras no ejecutadas

Fernando Barba declara que no le dijeron que esos trabajos, relacionados con el agua y que permitieron al Ayuntamiento obtener una subvención de 635.000 euros, no se habían llevado a cabo.

María Victoria Pinilla habla con Fernando Barba poco antes de comenzar la vista oral.
María Victoria Pinilla habla con Fernando Barba poco antes de comenzar la vista oral.
Oliver Duch

El tribunal que juzga por segunda vez el caso de La Muela terminó este miércoles con los interrogatorios de los nueve acusados contra los que se dirige la nueva vista oral. Como si de un calco se tratara, salvo María Victoria Pinilla, que no llegó a declarar en la vista celebrada a principios de 2016 alegando indefensión, el resto de los imputados dijeron prácticamente lo mismo, a veces palabra por palabra, que la vez anterior.

Fernando Barba Marcén, exconcejal del Ayuntamiento de La Muela, y Antonio Fando, socio de la empresa NTA, encargada del mantenimiento de la red de aguas del municipio, fueron los dos últimos en declarar.

Barba, que fue condenado a seis años y nueve meses de cárcel por delitos de falsedad, malversación y fraude en las subvenciones y a ocho años de inhabilitación por prevaricación –sentencia que fue anulada por el Tribunal Supremo– volvió a reconocer que firmó 27 facturas de golpe por obras en la red de aguas certificando que el trabajo se había hecho. No obstante, añadió que nadie le dijo que tenía que firmarlas para optar a una subvención ni tampoco que nueve de esas 27 obras estaban inacabadas o no se habían iniciado.

Las certificaciones permitieron al Consistorio optar a una subvención en 2008 de 635.058 euros. El Gobierno de Aragón reclama en nombre del Instituto Aragonés del Agua 432.737 euros que no debieron abonarse porque, a su juicio, los trabajos no estaban hechos.

Fernando Barba, como ya hizo en el juicio anterior, manifestó que, como concejal, no creía que su tarea fuera comprobar si las obras estaban o no ejecutadas. "Yo veía las facturas, veía la certificación del arquitecto técnico y la memoria de los trabajos y le daba mi visto bueno", dijo. A la pregunta de por qué firmó 27 de una sola vez, manifestó: "Me las pasaron todas juntas y como estaba la rúbrica del arquitecto, las firmé".

Antonio Fando, que en la anterior vista fue condenado a diez años de prisión, explicó que esas facturas por trabajos no efectuados en realidad eran proyectos que se presentaron para obtener la subvención en 2009 y que estaban pendientes de ejecutarse porque eran necesarios para el pueblo. "María Victoria Pinilla me pidió que hiciera ocho facturas y ocho memorias para conseguir la subvención. Yo elaboré las memorias y mi jefe dio orden a la administración de NTA para que emitiera las facturas", aclaró.

Fando, defendido por el abogado Enrique Esteban, fue interrogado por el patrocinio de su empresa al equipo de fútbol de La Muela, con el que se comprometió a contribuir con 116.000 euros. "El Ayuntamiento pagaba poco y mal y un día que me pagaron 100.000 euros me pidieron que ingresara el dinero del fútbol. No lo hice porque nos debían 300.000", manifestó.

Por otro lado, Barba, a quien asiste de oficio Santiago Palazón, también fue interrogado sobre la compra de teléfonos móviles de alta gama por encargo de Pinilla a costa del Ayuntamiento y destinados a familiares de la exalcaldesa. El acusado explicó que se limitaba a comprar los terminales –"en ese sentido era como el chico de los recados", dijo– y que en esa época había unos 40 teléfonos móviles municipales.

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