El titular del Juzgado de Instrucción número 9 de Zaragoza ha decretado el archivo provisional de la investigación abierta a comienzos de año contra varios directivos del Hospital Miguel Servet por posibles irregularidades en la adjudicación de unas obras en el vestíbulo del hospital Infantil. A raíz de la denuncia de un trabajador del centro, el Salud inició una investigación interna que dio lugar a la dimisión de la directora de gestión del sector II de Zaragoza, Carmen Vicente.

El asunto llegó a los juzgados, se abrieron diligencias penales y además de Vicente terminaron encartados el gerente del Servet, José Manuel Aldámiz-Echevarría, y otras dos personas que parecen ajenas al hospital: Félix B. J. y Pedro José Z. S., al menos el primero, vinculado con una empresa de decoración.

Las obras en la entrada del Infantil se iniciaron a finales de noviembre del año pasado y permitieron dar a este espacio un aspecto más acorde con el público al que asiste. Como explicó en su día la DGA, las mejoras incluían el pintado del vestíbulo, así como la instalación de nuevo mobiliario y varias pantallas informativas. Los trabajos apenas duraron unas semanas y estaban acabados a comienzos de 2018.

La inversión, según algunas fuentes consultadas, fue de una cuantía menor (algunos incluso apuntan que apenas superaba los 20.000 euros). No obstante, a raíz de la denuncia del empleado del Servet, tanto el Salud como el Grupo de Blanqueo de Capitales de la Policía Nacional iniciaron sendas investigaciones para averiguar si esta adjudicación se había llevado a cabo de forma correcta y, en caso contrario, depurar posibles responsabilidades.

Varios meses de silencio

Desde el Gobierno de Aragón nunca quisieron dar muchos detalles sobre el asunto, alegando que había que esperar al resultado de las pesquisas: internas y externas. Porque la Policía se presentó en abril en el hospital con una orden judicial para examinar las facturas y toda la documentación del contrato de gestión de reforma del hall del Infantil. En cualquier caso, sí quisieron hacer hincapié en que Carmen Vicente habría dimitido voluntariamente y no se habría forzado su salida.

La directora de gestión del sector II se encargaba de la tramitación de la mayoría de contratos del hospital Miguel Servet. Vicente tiene una amplia trayectoria dentro del Salud, donde trabaja desde los años noventa y ha estado al frente de varios cargos de dirección. Su gestión dependía directamente de José Manuel Aldámiz-Echevarría, al que también se investigó y que igualmente ha resultado exonerado.

Aldámiz-Echevarría ha sido uno de los impulsores de muchos de los cambios y proyectos de reforma que se han llevado a cabo en los últimos meses en el hospital Miguel Servet de Zaragoza, incluido el recibidor del Infantil. Este edificio, anexo al hospital General, es uno de los más antiguos del complejo hospitalario y, posiblemente, el que necesita una mayor inversión, por ejemplo, en su zona de consultas externas.

Una vez practicadas todas las pruebas, la Fiscalía –única personada– emitió un informe en el que decía no haber hallado indicios suficientes para formular acusación contra los investigados. De ahí que el instructor haya decretado el sobreseimiento provisional.