Los socavones de la zona comercial de Plaza se agravan tras medio año sin repararlos

Plaza Imperial urge arreglar la red de tuberías, rota y aplastada por su «inadecuada» ejecución. Las dos últimas simas se abrieron en verano y la obra, valorada en 800.000 €, sigue sin tener fecha.

Uno de los dos socavones aparecidos el pasado verano en el área comercial de Plaza.
Uno de los dos socavones aparecidos el pasado verano en el área comercial de Plaza.
Toni Galán

Los socavones del área comercial de la Plataforma Logística de Zaragoza (Plaza) se siguen agravando ante la demora en arreglar la deficiente red de tuberías. Las dos últimas simas se abrieron en junio y agosto, pero casi medio año después no se ha tomado ninguna medida y la zona de hundimientos sigue deteriorándose. La situación ha llevado a la propiedad de Plaza Imperial, directamente afectada, a urgir a la sociedad pública de la DGA a tomar medidas como titular de las conducciones dañadas.

El arreglo se estima en cerca de 800.000 euros, dado que se debe levantar parte del aparcamiento de la zona de medianas superficies y sustituir, al menos, dos de las siete tuberías que cruzan este sector a ocho metros de profundidad. De hecho, el último informe pericial, encargado por la entidad de conservación de Plaza y fechado hace un mes, reitera que las conducciones están rotas y deformadas más allá de lo admisible como consecuencia de una "inadecuada ejecución".

Fuentes oficiales de la DGA se limitaron este miércoles a señalar que abordarán la reclamación mañana en la comité de dirección de Plaza y mostraron su voluntad de subsanar el problema, pero subrayaron que en función de sus informes dilucidarán si son o no responsables y, por tanto, asumen el coste en solitario. Por su parte, desde Plaza Imperial confían en que la sociedad pública dé "una pronta solución" porque en seis meses aún no se les ha dado.

Los hundimientos comenzaron en 2013 y hasta el momento se han detectado en cinco puntos. Los dos últimos se remontan al verano, por lo que el aparcamiento afectado, situado junto a los antiguos concesionarios de coches, sigue vallado. Además, el detallado informe encargado a Compás Consultores advierte de varios "asentamientos" del terreno a lo largo de la traza de las conducciones, lo que evidencia que el problema es mucho mayor.

La cuestión ha sido tratada en la entidad de conservación de Plaza, que carecería de responsabilidad tras haber constatado que las tuberías dañadas forman parte de la depuradora de la DGA, situada al otro lado de la autovía de Madrid y que también trata el agua de La Muela. Estas conducciones conectan con la propia red de Plaza y de su mantenimiento debe encargarse el Instituto Aragonés del Agua.

De hecho, las dos tuberías rotas y aplastadas tienen un uso muy concreto que en nada tienen que ver con la plataforma logística. Una es la denominada ‘by pass La Muela’, que entra en funcionamiento cuando la depuradora no puede dar cobertura a todo el agua del municipio y conecta con la red de drenaje de Plaza.

La otra dañada, la de aguas depuradas, se construyó para llevar el recurso ya tratado que no puede reutilizarse para riego del parque de Plaza y engancha con la red de pluviales de la plataforma.

Como ya adelantó este diario, la cadena de roturas se debe a una conjunción de factores, todos ellos directamente relacionados con una "inadecuada ejecución" de las obras de urbanización, como ya reconoció la propia DGA y que ahora ha ratificado Compás Consultores.

Una obra muy cuestionada

El problema de base es que se cambiaron las tuberías de hormigón previstas en el proyecto por otras de polietileno (plástico) que no han soportado el peso. Y a esto se unió la propia ejecución de la urbanización, ya que las canalizaciones carecen de una cama de tierra en condiciones y se asentaron sobre piedras y restos de cascotes con una"insuficiente compactación" que han acabado por agujerearlas.

El equipo de Compás Consultores trasladó la urgencia de la reparación, dado que en la zona de hundimientos también se han constatado"flujos de agua" en el subsuelo procedentes de las fugas y por la"interceptación" del freático, lo que puede agravar aún más los hundimientos al disolver un terreno yesífero.

Para colmo, en un segundo informe pericial encargado a Compás se avisa del problema de una tercera tubería, la de impulsión de aguas que ya sufrió una rotura en 2016 en la misma área comercial, junto a la autovía. En este caso, avisa de que la tensión que sufre como consecuencia de las deformaciones que provoca el peso del relleno del terreno "supera su valor admisible". "Ni el proyecto supramunicipal ni sus posteriores modificaciones recogen los cálculos mecánicos de esta tubería", señala antes de recomendar también su sustitución.

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