El octogenario puente de los Gitanos

Su nombre oficial es puente del Emperador Augusto, un homenaje de inspiración decó a dicho gobernador romano

El octogenario puente de los Gitanos
El octogenario puente de los Gitanos

Si se buscan fotografías antiguas del entorno de la calle de Juan Pablo Bonet de Zaragoza se puede observar que donde ahora hay altos edificios entonces había solares. Las actuales calles se pueden trazar de manera imaginativa entre los campos. Sin embargo, lo que no ha cambiado es el discurrir del río Huerva, tal vez el cauce tenga menos vegetación.

Si las instantáneas son anteriores a septiembre de 1933 habrá un puente diferente en ese entorno. Era una pasarela de hierro y madera. Se ubicaba en el mismo lugar donde en la actualidad se encuentra el conocido como puente de los Gitanos, que data de ese año. Aunque popularmente se designe así, ese no es su verdadero nombre.

En la mayoría de los planos y mapas se nombra como puente del Emperador Augusto, otro homenaje al gobernador que dio nombre a la ciudad. Tampoco fue esa su denominación originaria, sino Transversal, fruto de su ubicación. “Fue construido sobre la vía transversal”, apunta Carmen Rábanos, profesora titular del Departamento de Historia del Arte de la Universidad de Zaragoza, en un artículo del número 11 de la revista ‘Artigrama’. Esa vía era la que conectaba de forma perpendicular el paseo de Sagasta y la Gran Vía de la capital aragonesa.

Ese camino se unió sobre el río con un puente de “cuatro pilares que soportan una triple arquería y son estructura plana”, cita la profesora Rábanos en su artículo ‘Aportaciones a la urbanística y la arquitectura del período entreguerras en Aragón’. Las obras comenzaron en el invierno de 1932 y entre los materiales empleados destaca la piedra de Calatorao, presente en los sillares. Desde hace unos años no lucen del todo, ya que las pintadas y grafitis adornan casi toda su superficie. No están intactos, pero se adivinan en las imágenes en blanco y negro.

También delatan al puente en las fotografías antiguas las farolas, de tendencia decó. Ese carácter se transmite en las escalinatas de los laterales adosadas al muro que llegan a las dos orillas. Un hecho que, como señala Rábanos, reivindica la esencia de lugar de paseo del río Huerva.

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