Más de medio millar de personas protestaron en las calles de Zaragoza contra el Impuesto sobre la Contaminación de las Aguas (ICA) por considerar que están sufragando con  su dinero "el pufo de las depuradoras" del Gobierno de Aragón. Convocados por la Red de Agua Pública de Aragón (RAPA), aplaudieron el manifiesto que leyó su presidenta, Maribel Torrecilla, quien defendió que su propuesta pasa por pagar lo que cuesta el servicio de depuración, en la media española, y no el actual impuesto de la DGA, "el más caro de España".

Los manifestantes se concentraron en las escaleras del Paraninfo de la Universidad y recorrieron el paseo de la Independencia para acabar la protesta en la plaza de España. Torrecilla aseguró que la RAPA ha constatado en las charlas y asambleas por todo Aragón "el hartazgo de la  gente" con un tributo que hasta ahora ha aumentado "más de un 138%" para pagar a las empresas concesionarias a las que cada hogar y pequeño negocio debe unos 5.000 euros, según los cálculos de la Cámara de Cuentas. "Los aragoneses están hartos de oírles decir que el ICA es solidario. Nos proponen compartir el pufo de las depuradoras privatizadas", criticó.

La presidenta de la RAPA iba en la pancarta de cabecera, en la que se podía leer el lema ‘ICA no, ¡Aragón no paga estafas!’, junto a los líderes autonómicos de Podemos e Izquierda Unida, Nacho Escartín y Álvaro Sanz, respectivamente. El primero apeló a los vecinos de Zaragoza a seguir presionando para lograr un impuesto "justo",  que se adecúe a la normativa europea pero por el que no se pague más que en el resto de España.

Escartín aseguró que no se niega a negociar con el PSOE, pero señaló que el cobro de los recibos del impuesto correspondiente a 2017 supone "una piedra en el camino" y no una "línea roja". El dirigente podemista insistió en que los socialistas aún no les han trasladado una propuesta por escrito y que la presentada a los medios de comunicación esta misma semana "se deja muchos pelos en la gatera" y sigue muy alejada de la de la RAPA. "O acepta su propuesta o no, o negocia o lo dice con claridad y deja de marear la perdiz, que es lo que lleva haciendo desde septiembre", criticó.

El responsable de IU consideró que el ICA no responde a un plan de depuración efectivo e instó a la DGA a presentar una reforma "sensata" para que el recibo responda a la justicia fiscal y no a una "estafa". "Lo que deben hacer es bajar a la calle y escuchar", añadió.

Unos metros más atrás iba el alcalde de Zaragoza, Pedro Santisteve, quien resaltó que los vecinos de la ciudad ya pagaron su depuradora y hacen frente con los recibos de Ecociudad a los costes de la depuración, por lo que la DGA no puede pretender que también paguen "el pufo" del plan de abastecimiento de Aragón. "Cuando llegamos al gobierno municipal no queríamos que los zaragozanos lo pagaran y planteamos una pelea contra el plan, pero luego han sido ellos los que con recursos y movilizaciones nos han dicho que tenemos que estar ahí", dijo.

Tras dar un plantón a la celebración de la comisión bilateral, Santisteve insistió en acusar a la DGA de "cargarse" una relación institucional basada en el pacto y el convenio económico y "cambiar las cartas de juego" con una ley. Y aludió a un recorte de la aportación millonaria comprometida por el Ejecutivo autonómico para la ciudad, mientras se obliga a financiar el plan de depuración mediante el ICA. "Esta situación es insostenible, porque Zaragoza ya paga sus depuradoras", dijo.

Rechazo a la reforma del PSOE

La Red de Agua Pública de Aragón ya ha trasladado su "rotundo rechazo" a la rebaja del impuesto que el pasado miércoles ha esbozado el PSOE, que a su entender es "un burdo y engañoso intento de apagar la indignación ciudadana". En la misma línea, Santisteve apuntó que la cuestión "no va de no bonificaciones", sino de que los zaragozanos no paguen el sobrecoste. "No nos negamos a pagar impuestos ambientales, estamos a favor, pero también de una justicia tributaria. Y queremos que haya una política de reinversión en Zaragoza", sentenció.