La Audiencia se niega a que el autor del atropello múltiple de Casetas salga de prisión

Considera que existe un alto riesgo de fuga. El encausado y su acompañante, que no entró en prisión provisional, aseguran que no recuerdan haber arrollado a los tres peatones en la acera.

El conductor se dio a la fuga tras atropellar a tres personas en el barrio de Casetas.
Adan Boudaoud y su acompañante abandonaron el BMW X3 con el que atropellaron a tres personas y huyeron a pie.
José Miguel Marco

La Audiencia de Zaragoza acaba de negar la puesta en libertad de Adan Boudaoud Giménez (25 años), el joven que el 20 de agosto desató una gran alarma en Casetas al subirse con un BMW X3 a la acera de la avenida de Logroño y arrollar a tres viandantes: un matrimonio de jubilados que había salido a dar un paseo –Jesús Alonso y Rosa María Híjar– y el gerente de la empresa Delifactory –Carlos Pérez-Aramendía, de 45 años–. Todos resultaron heridos de gravedad, pero especialmente la mujer, de 65 años, que ingresó en la uci del Clínico con múltiples fracturas.

Como ya hiciera en su día la jueza instructora al rechazar el recurso contra el auto de prisión, la Audiencia recuerda que los cinco años de cárcel a los que podría ser condenado el encausado –por una conducción temeraria en concurso medial con un delito de lesiones dolosas– invitan a pensar en una "muy probable" fuga. De ahí que el tribunal rechace también el recurso de apelación. Además del joven que iba al volante del todoterreno –que supuestamente cogió sin permiso a un amigo, vecino de Utebo–, la Guardia Civil detuvo por estos hechos a la mujer que iba en el asiento del copiloto: Leysa V. C., de 26 años. Sin embargo, como la Fiscalía no pidió su ingreso en Zuera, el juez de guardia la dejó en libertad con cargos.

¿Por qué remontó la pareja la acera y condujo en dirección prohibida sembrando el pánico por las calles de Casetas? ¿Cómo descubrieron los agentes dónde se ocultaban? A estas y otras preguntas responde la Brigada de Información de la Comandancia de Zaragoza a través de los atestados remitidos a la juez y a los que ahora ha tenido acceso HERALDO.

En uno de sus informes, los investigadores revelan que, antes de que se produjera el atropello múltiple, sobre los 9.22, un coche patrulla perseguía ya al BMW X3 conducido por Adan Boudaoud. Y lo hacía porque, a unos 100 metros del lugar de los hechos, el joven había invadido los carriles en sentido contrario para saltarse un semáforo en rojo a gran velocidad. Los agentes se percataron de la temeraria maniobra y salieron tras él, pero lo perdieron.

Segundos más tarde, la patrulla constató que el fugado había remontado la acera a la altura del bar Avenida y había embestido a tres personas. Lejos de detenerse, la pareja siguió circulando otros 50 metros por la acera, para doblar finalmente la esquina e introducirse en dirección contraria por la calle de Huesca. Allí, un empleado del servicio de limpieza les hizo gestos para que se detuvieran, pero lo ignoraron y a punto estuvieron de embestirle.

Les delató una llave de hotel

Cuando la Guardia Civil localizó después el BMX X3, abandonado en la calle Moncayo, en una primera inspección superficial adivinaron lo que parecía ser una llave de hotel. Y fue una pista decisiva, ya que los investigadores comenzaron a peinar la zona y comprobaron que los huidos tenían una habitación en el hotel Europa de Utebo. De hecho, justo cuando estaban preguntado por ellos en la recepción vieron bajar al conductor que había causado el atropello múltiple. Arriba localizaron también a su acompañante.

El conductor dio positivo en alcohol y en cocaína, pero cuando declaró ante el juez de guardia solo reconoció haber tomado "cuatro copas" en una fiesta. Según este, en la casa había unas "cazuelas" en las que se mezclaban bebidas y cocaína. "Podría haberla tomado allí, pero de forma involuntaria", manifestó. Preguntado por el atropello múltiple, tanto él como la joven insistieron en que no recordaban "nada". "Sabía que había ocurrido algo, pero no sabía el qué", contestó el conductor a preguntas del fiscal.

Lo que está claro es que ambos eran conscientes de la gravedad de sus actos, puesto que, tras abandonar el coche y huir a pie, entraron a una peluquería y pidieron que le rizaran o cortaran el pelo a la joven. Llegaron a ofrecer 50 euros por un servicio que costaba 18, pero al no tener cita, la empleada se negó a atenderles. Finalmente, las prisas de la fuga propiciaron su arresto.

La Guardia Civil activó el protocolo de atentado terrorista

La alarma y el caos que provocó el atropello múltiple de Casetas llevaron a la Guardia Civil a adoptar medidas drásticas. De hecho, según consta en los documentos a los que ha tenido HERALDO, las características del suceso, "compatibles con el modus operandi de los últimos atentados terroristas", obligaron a activar el protocolo de seguridad para casos de atentado.

Dado que el sospechoso tenía ascendencia argelina –aunque con nacionalidad española– y que nivel de amenaza terrorista era y sigue estando en nivel 4 (sobre 5), se extremaron las precauciones. La Brigada de Información de la Comandancia de Zaragoza se hizo cargo de las pesquisas y se movilizó rápidamente a las perros detectores de explosivos.

Afortunadamente, los investigadores lograron localizar en poco tiempo a los dos fugados, lo que permitió descartar la posibilidad de una acción terrorista. Aún así, no se dejó ningún cabo suelto y se contactó incluso con las personas que días antes habían vendido el BMW X3 en Gerona al actual propietario, un amigo del detenido, que niega que se lo prestara.

El conductor se dio a la fuga tras atropellar a tres personas en el barrio de Casetas.


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