Condenados cuatro jóvenes por dar una paliza en un bus a otros dos en las fiestas del Pilar
Acorralaron a las víctimas en los asientos traseros y empezaron a darles puñetazos y patadas.
El violento ataque sufrido por dos jóvenes zaragozanos en un autobús urbano durante las fiestas del Pilar de 2016 se castigará finalmente con casi 1.500 euros en multas y otros 3.500 en indemnizaciones, ya que los cuatro agresores reconocieron ayer los hechos y evitaron la celebración del juicio. Para que la Fiscalía aceptara el acuerdo con las defensas, los encausados tuvieron que comprometerse también a costear los gastos de la acusación particular.
En el banquillo de los acusados se sentaron inicialmente seis personas, pero contra dos de ellas se retiraron los cargos por no existir pruebas suficientes de que participaran en la agresión. Por ello, quienes tendrán que responder de dos delitos leves de lesiones e indemnizar a las víctimas serán solo cuatro: Alberto R. C., Antonio C. S., Daniel G. L. e Iker G. H.
Los hechos que acabaron provocando la detención de estos jóvenes se produjeron sobre las siete de la mañana del 16 de octubre de 2016. Los denunciantes se subieron al autobús urbano en la parada de la avenida de María Zambrano (confluencia con Pablo Ruiz Picasso) y, poco después, se acercó a ellos un joven que le dijo a uno: «¿Me conoces?». Y, efectivamente, lo conocía, puesto que habían ido juntos al colegio.
Dada la actitud «chulesca» del encausado y para evitar problemas, los dos jóvenes que acababan de subir al autobús decidieron moverse hacia la parte trasera. Sin embargo, tanto el joven que se acababa de encarar con ellos como el grupo de amigos que le acompañaban siguieron sus pasos. De hecho, tras arrinconarlos, empezaron a darles golpes y patadas por todo el cuerpo.
Como consecuencia de la paliza, una de las víctimas sufrió un traumatismo craneoencefálico por el que tuvo que recibir varios puntos de sutura. Su amigo resultó también lesionado, pero de menor gravedad. Ambos aprovecharon el momento en que el autocar se detuvo para salir corriendo y coger un taxi con el que se trasladaron a urgencias del Hospital Miguel Servet. Tras recibir asistencia médica, fueron a comisaría a denunciar lo sucedido.
Las víctimas solo pudieron dar el nombre del agresor al que conocían, pero la Policía identificó después al resto. Se quejaron también del hecho de que el conducto del autobús en ningún momento tratara de hacer algo.
