Zaragoza prueba alternativas para acabar con las malas hierbas sin el polémico glifosato

Los servicios de limpieza de la vía pública de Zaragoza están probando en las últimas semanas diferentes técnicas para acabar con las malas hierbas que crecen en bordillos y alcorques de la ciudad tras la prohibición del Ayuntamiento de usar el polémico glifosato. Este herbicida, uno de los más utilizados para este tipo de labor, podría causar cáncer, según algunos estudios de la Organización Mundial de la Salud.

Por ello, y pese a que la Unión Europea no ha prohibido su uso, el Consistorio decidió retirarlo de las calles de la capital aragonesa por precaución. La consecuencia más inmediata ha sido un repunte de malas hierbas por las aceras, bordillos y, sobre todo, alcorques, en especial de los nuevos barrios residenciales de la ciudad, como Valdespartera, Parque Venecia o Miralbueno, según detallan fuentes de FCC, encargada de la contrata de limpieza en Zaragoza.

Ante esta situación, la empresa llevó a cabo un estudio para conocer los recogidos de las brigadas que se veían más afectados por la proliferación de hierbas y plantear fórmulas para atajarlas. Con estos datos se puso en marcha una prueba piloto por la cual cada trabajador dedicaría 30 minutos de su jornada laboral a esta labor, lo que le permitiría limpiar 12 alcorques (uno cada 2,5 minutos).

Además, y dada esta sobrecarga de trabajo, FCC ha puesto en práctica diferentes técnicas para acabar con las malas hierbas. Por ejemplo, se ha probado a utilizar ácido acético, aunque los resultados parece que no han sido del todo satisfactorios. Por ello, también se han utilizado métodos de mecánicos de arranque con espuma, que todavía se están valorando.

El concejal de Servicios Públicos, Alberto Cubero, comentó en la comisión del área celebrada este lunes que estas acciones está siendo analizadas por el Consistorio, la empresa y los trabajadores, pero recordó que la labor de limpieza de hierbas será competencia del nuevo contrato de Parques y Jardines, prorrogado desde enero y ahora suspendido cautelarmente por el Tribunal Administrativo de Contratos Públicos de Aragón (Tacpa).