Desde hace seis años, Zaragoza invita a un país sudamericano a vivir las fiestas en primera persona. En esta ocasión, es Bolivia. Sus representantes tienen un papel protagonista en la Ofrenda y portarán la bandera floral, que se instalará en el manto en las primeras horas de la jornada. Helen Alías Zamora cumple con la tradición, como desde hace más de una década, cuando descubrió a miles de personas vestidas de coloristas trajes que tomaban las calles en una única dirección. "Me impactó: me gustó el acto, la organización y, sobre todo, la devoción de la gente. Cuando pasé por primera vez delante de la Virgen fue hermoso, noté que ya era parte de esta ciudad". Unos sentimientos que volverán a repetirse hoy, cuando forme parte del multitudinario grupo que se encaminará hacia la plaza del Pilar.

Helen Alías Zamora recuerda perfectamente la fecha en la que pisó por primera vez el asfalto zaragozano. Fue un 18 de abril de 2004, "es el cumpleaños de mi hermana Karina, es difícil olvidarse". Atrás dejaba su Yacuiba natal –ciudad del departamento de Tarija, frontera con Argentina– para iniciar una nueva vida. "Soy protésico dental. La crisis económica nos pasó factura. Tengo dos hijos y había que pensar en su futuro, salir de allí. Mi abuelo es de Granada y eso me movió a pensar en venirme a España. Por mi ascendencia tengo la nacionalidad. Me quedé definitivamente", cuenta Helen. Tras una breve estancia en Barcelona, recaló en Zaragoza. "Vivían la esposa de mi tío, hermanos de mi padre... La primera imagen fue la de la antigua estación de autobuses en la Puerta del Carmen. Fui descubriendo que la ciudad era acogedora y muy cómoda, porque las distancias son cortas y puedes llegar a todos los sitios en bus o en bici. Al principio me asustaba un poco porque el tono de voz era elevado. Cuando me puse a trabajar pensaba que la gente estaba enfadada, pero luego ya me habitué", comenta entre risas.

Al año, Helen ya había reunido a los suyos: su esposo, William Rudolf Cáceres y sus hijos, Mel y Enrique. Y la familia crecía. "Conocimos a la gente de la Asociación Cultural Aragonesa Raíces Andinas, a los gemelos Francisco y Ricardo Domingo, que la fundaron y, a partir de ahí, ya nos hemos hecho fieles al día 12 de octubre", relata. Raíces Andinas vio la luz en 1998 y se mantiene muy activa en la ciudad. "Organizamos veladas solidarias con la oenegé Acciones Familias Nuevas y con el centro infantil Clara Luz; hemos sido representantes de Bolivia en la Expo y delegación consular durante un año; colaboramos con todas las entidades y artistas creativos latinoamericanos; acudimos a colegios de enseñanza para dar a conocer la cocina boliviana...", detalla Helen. Su marido es el actual presidente de la asociación.

Para todos, el día grande de las Fiestas del Pilar va a ser muy especial. "Es un orgullo ser el país invitado a la Ofrenda. El público va a conocer cómo es el boliviano, nuestra cultura, gastronomías, ropas y rica diversidad de un país muy bonito y que animo a descubrir". Helen lucirá para la ocasión un conjunto típico de chacarera, que es el baile típico del departamento de Tarija. "El vestido se llama chaqueña, se hace en diferentes colores, y el hombre lleva bombachos con guardamonte (piel encima del pantalón) como los argentinos. Es un traje que solo se pone en las fiestas o para bailar, especialmente el día de San Pedro, el 29 de junio, que es la fiesta en Yacuiba y se hace un pasacalles bailando la Chacarera", explica.

Camino del Pilar, los miles de personas que llenarán las calles podrán descubrir las diferentes danzas que enriquecen los departamentos del país: macheteros (Beni), cueca (Tarija), pujllay (Chuquisaca), caporales (Cochabamba), kullawada (La Paz), morenada (Oruro), chovena (Pando), tinku (Potosí), taquirari (Santa Cruz) y esta chacarera que Helen bailará "con gran emoción".

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