La marcha en la Zaragoza de los 90: un amor que revive en las Fiestas del Pilar

Aún quedan abiertos bares que marcaban la pauta de la noche zaragozana en aquella década, que hoy se recuerda con el espectáculo 'Love The 90s' en el pabellón Príncipe Felipe.

Parece que los 80 siempre están de moda. Lo mismo ocurre con la década de los 90, a juzgar por el numeroso público que acude a conciertos como el ‘Love the 90´s Forever Young’, que de nuevo trae al pabellón Príncipe Felipe de Zaragoza a algunos de los artistas más conocidos en la escena de baile de la época, gente cuyas canciones marcaron el paso de una generación en bares y discotecas de la capital aragonesa, donde sus temas sonaban sin parar.

En el cartel de este año figuran Rozalla, Whigfield, Alice DJ, Corona, Taleesa, New Limit, Double Vision y Jenny Bergreen (cantante de Ace of Base) junto a los españoles Chimo Bayo y Viceversa, con La Terremoto de Alcorcón como maestra de ceremonias. Sin duda, una noche para darlo todo.

Para quienes no hayan salido de marcha desde hace un tiempo o no hayan visitado la capital aragonesa desde aquella última década del siglo XX, cuidado: puede haber sorpresas -buenas y malas- si se quiere continuar la fiesta noventera más allá del concierto ‘Love the 90’s’ de esta noche.

Habrá quien se lleve las manos a la cabeza al descubrir que el KWM es ahora una ortopedia; que la sala Morrissey está a punto de abrir como gimnasio 24 horas; que la zona de Doctor Cerrada quedó, efectivamente, cerrada casi por completo tras la desaparición de gran parte de los locales de aquellos años, como el DC14, el Network o el Casablanca -ahora una agencia de viajes-, entre muchos otros.

La esperanza se tambalea aún más si se acude al Rollo en busca de la sala Devizio para volver a oír los temazos rockeros de entonces. Convertida en iglesia evangélica, es sede de la Asamblea Apostólica de la Fe en Cristo Jesús; lo que allí se escucha ahora es misa.

Ante todo, mucha calma -Siniestro Total dixit- porque no está todo perdido y la huella de los 90 aún perdura en alguna de las populares zonas de marcha, tan activas durante aquel periodo. Además, todavía quedan salas como la Zeta (el Zeta, en los 90, en la calle de Félix Latassa), La Casa del Loco (antes Malvaloca, en la calle Mayor), una referencia desde 1997 gracias al impulso del promotor musical Chema Fernández; el resucitado El Plata, en el Tubo (cerrado en 1992 y reabierto en 2008) o el Oasis Club Teatro (en la calle de Boggiero).

En la zona del Rollo aún se encuentran locales supervivientes de la década de los 90 como el Atrio o el Posturas, entre otros bares que siguen activos en una confluencia de calles (Moncasi, Marquina y Lozano) que en la actualidad todavía genera molestias a los vecinos de este entorno, puesto que defienden su derecho al descanso y señalan como actuales problemas a ciertos bares que venden alcohol barato y dejan sacarlo a la calle. 

En el Casco sobreviven La Recogida, La Cucaracha, el Planta Calle, Marqués de Carabás, La Pianola… algunos siguen poniendo la misma música de entonces, y otros locales no solo han cambiado su nombre sino que se han revitalizado, como Viva la Vida, que comenzó como Café del Prior, luego The Cavern Club y que hoy supone un refugio seguro para la buena música.

En lo que a música bailable se refiere, la Zona de Zaragoza era el terreno predilecto; se bailaba en pubs como el Arts, Ghost, Boxes o El Cielo y en discotecas como Green, que hoy tiene un carácter más latino. En este lugar de la ciudad siguen abriendo la persiana -en el entorno de las calles de Francisco de Vitoria, José María Lacarra y Pedro María Ric- establecimientos como el Café de la Rosa o el Bar Litros.

En el distrito Universidad, bares de la zona heavy como Utopía o el Infiernos Rock Sisters dejan claro que su rollo es el rock. En Bretón y en otras calles adyacentes, el ambiente universitario todavía caldea locales como El Alambique de la Sabina, El Cafetín o el Café Voltaire.

Para los nostálgicos, y mientras el cuerpo aguante, la mejor forma de comprobar si estos y otros templos de los 90 siguen agitando la noche zaragozana consiste en recorrer aquellos lugares y descubrir letreros que siguen luciendo tres décadas después: El Refugio del Crápula, la AA.VV. Arrebato (ambos en la calle Mayor), disfrutar de un concierto en La Ley Seca (calle Sevilla) o reponer fuerzas en el Timple (calles Dato y Madre Vedruna), el Museo de la Tortilla (calle Cadena) o el Picadillo (calle Manifestación).

- Consulta el programa de las Fiestas del Pilar en HERALDO OCIO

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