El retablo de San Andrés de Torrellas luce ya su olvidada policromía original

En el rescate de la pieza se han invertido 14.000 € y ocho meses de intensos trabajos.

La alcaldesa de Torrellas junto al retablo y el busto restaurado.
La alcaldesa de Torrellas junto al retablo y el busto restaurado.
N. B.

El retablo de San Andrés, o el retablo de las almas como lo conocen en Torrellas, ha vuelto a su emplazamiento original en la iglesia de San Martín de Tours tras un exhaustivo trabajo de restauración.

Después de ocho meses de intensa actividad de la restauradora turiasonense Nerea Otermin, el resultado sorprende por la rica policromía que se escondía debajo de tanta suciedad. "Todo el mundo en el pueblo pensaba que era de madera oscura y sin color", recuerda Pilar Pérez, alcaldesa de Torrellas.

En el pueblo están "muy contentos" con el resultado que asombra "por los colores o incluso por las formas de las figuras que son muy curiosas", explica Pérez. "Ha sido una sorpresa para todos, pero sobre todo para la gente mayor del pueblo que nos decía que para qué nos molestábamos porque era muy feo y de madera", añade.

Para recuperar el retablo y el busto de San Andrés se han invertido 14.000 euros procedentes de una subvención de la Diputación Provincial de Zaragoza (DPZ). "La imagen de San Andrés se encontraba también muy deteriorada, al igual que el cuadro central de las almas que estaba prácticamente negro", indica la alcaldesa. El conjunto estaba en tan mal estado de conservación que incluso los técnicos de la DPZ advirtieron a los responsables municipales que en caso de no actuar "se hubiese acabado desmoronando en poco tiempo". "Ha sufrido muchas humedades, y además le ha perjudicado el uso de las velas, que antiguamente eran habituales en las iglesias", relata Pilar Pérez.

Las tareas de restauración se han llevado a cabo en la sacristía del templo, con el retablo desmontado por piezas. "Se han hecho reconstrucciones porque faltaban pómulos o narices, la restauradora ha hecho un esfuerzo de trabajo porque estaba en peor estado de lo que se pensaba, y los técnicos de la Diputación han avalado el resultado", cuenta.

De los siglos XVI y XVII

Los historiadores del Centro de Estudios Turiasonenses también han colaborado en el proceso para documentar las piezas. El busto es una figura del siglo XVI obra de Bernal del Fuego, escultor responsable, por ejemplo, de los gigantes que aparecen representados en la fachada de la casa consistorial de Tarazona, mientras que el retablo es de un siglo posterior.

"La escultura es demasiado grande para el retablo, por ello se piensa que era una imagen procesional que se colocó con posterioridad en el espacio superior del mismo", concluye la alcaldesa.

A mediados de agosto el conjunto volvió a su emplazamiento original en la iglesia, aunque el busto se ha dejado junto al retablo para que los vecinos puedan admirar de cerca el resultado antes de que regrese a lo más alto de este altar.

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