La Guardia Civil recibe decenas de avisos sobre la presencia de Ortiz en Zaragoza

Las fuerzas y cuerpos de seguridad continúan buscando a Benito Ortiz Perea, el preso que el miércoles de madrugada se escapó de la cárcel de Zuera aprovechando un traslado sanitario. Pocas horas después de su fuga, tanto la Comandancia de la Guardia Civil como la Jefatura Superior de Policía pidieron la colaboración ciudadana para encontrar al fugado, de 61 años y considerado muy peligroso.

Esa solicitud se tradujo en decenas de llamadas a las centralitas de ambos cuerpos de seguridad que aseguraban haber visto a Ortiz Perea, con numerosos antecedentes penales por robos con violencia en sucursales bancarias, en diferentes puntos de la Comunidad. Según ha podido saber este diario, a lo largo del jueves por la tarde varios avisos situaron al preso en diferentes barrios de Zaragoza. Al cierre de esta edición, seguía en paradero desconocido.

Tanto la Guardia Civil como la Policía Nacional han comprobado estas comunicaciones y, aunque no ha trascendido ningún tipo de información de las pesquisas que se están llevando a cabo, fuentes conocedoras del caso señalaron ayer que ya se han solicitado las imágenes de varias cámaras cercanas a los puntos en los que se situó al preso.

La preocupación ciudadana sobre el paradero de Benito Ortiz Perea aumenta a medida que pasan las horas. El jueves por la noche, las suspicacias se multiplicaron en Zaragoza, cuando un helicóptero de la Policía sobrevoló el centro de la capital aragonesa con un potente foco encendido. Tanto la Jefatura Superior como la Comandancia desvincularon el vuelo de la búsqueda que se inició el miércoles, cuando Ortiz Perea se fugó saltando la primera valla de acceso a la cárcel de Zuera, de unos dos metros, después de ser atendido de urgencia en el Servet.

"Estaba muy dolorido"

El martes por la tarde, el preso dijo que se sentía mal y fue trasladado a la enfermería del centro penitenciario. Tras un primer examen, y teniendo en cuenta que hacía tan solo cuatro días que le habían operado del estómago, se tomó la decisión de trasladarlo al hospital. Custodiado por una pareja de la Guardia Civil ingresó en Urgencias, donde se le realizaron diversas pruebas. El preso fue examinado en la zona general del hospital, junto al resto de ciudadanos que esperaban para ser atendidos.

Mientras estuvo en el hospital, Ortiz Perea parecía "muy dolorido", según ha podido saber este periódico por varios ciudadanos que le vieron y pocas horas después se enteraron de su fuga por la televisión. Estas mismas fuentes señalaron que durante la estancia del ahora fugado en el Servet, a las puertas del acceso de Urgencias se produjo una disputa entre varias personas que aguardaban a las puertas del centro sanitario de la que tuvo constancia. La pareja de agentes que custodiaba a Ortiz tuvo constancia de esta pelea, aunque no ha trascendido si había relación entre estas personas y el preso.

La búsqueda del fugado supera ampliamente las 72 horas y consta de varias líneas de investigación. El jueves, la Audiencia de Huesca dictó una orden de búsqueda y captura contra él, ya que cuando escapó estaba ingresado en Zuera en calidad de preventivo por el secuestro de una joven en Zaragoza y el posterior atraco a una armería de Huesca, en mayo de 2016. Por estos hechos, la Audiencia condenó a Ortiz a más de 25 años de cárcel, aunque la pena aún no es firme porque su abogado recurrió ante el Tribunal Supremo y este aún no ha resuelto.

Un Suzuki robado y otros bulos

Las redes sociales se han convertido en una herramienta muy útil para la comunicación, pero también son una fuente de desinformación. Este viernes, por ejemplo, a través de ellos se difundieron varios bulos que hacían referencia al preso fugado de Zuera.

Un mensaje que pasó de móvil en móvil señalaba que Ortiz Perea había robado un Suzuki amarillo en la calle Desengaño de Huesca y había huido. La Policía confirmó la sustracción, pero la desvinculó del huido.

Poco después se distribuyó un vídeo de la supuesta detención del fugado en un pueblo oscense, una información que también fue desmentida por la Guardia Civil: las imágenes se correspondían con una reciente operación en Burgos.

"Hay que mejorar la seguridad"

La fuga de Ortiz ha provocado que tanto los funcionarios de prisiones como los guardias civiles pidan la revisión del protocolo de salidas de Zuera.

Jesús Artal, portavoz del sindicato Acaip, incidió en la necesidad de que el Instituto Armado se vuelva a encargar de la seguridad perimetral y se prescinda de la seguridad privada. Artal valoró que los traslados nocturnos se deberían reducir a la mínima expresión e insistió en que el preso no había llegado a ingresos cuando escapó.

Por su parte, Marcial Álvarez, secretario de la Asociación Unificada de Guardias Civiles (AUGC), añadió que debe mejorarse la seguridad de la puerta de entrada y de las ambulancias, que "nunca" deberían de poder abrirse por dentro.

La armería Guara, cerrada desde el martes

Rubén Cáncer, el dueño de la armería Guara que fue tiroteado por Benito Ortiz Perea cuando trataba de huir tras ser atracado en su tienda, mantiene cerrado el establecimiento por miedo a los delincuentes. Su abogado, Álvaro Domec, explicó este viernes que no recibieron información oficial de la fuga del preso -"solo tienen deber legal de comunicarlo en casos de violencia de género", señaló– ni tampoco se le ha ofrecido protección. "Sí que le han dicho que vigilarán puntualmente su domicilio, en prevención de que pudiera pasar algo", indicó. La peligrosidad de los miembros del clan Ortiz es evidente y tanto el armero como la mujer que fue secuestrada quedaron muy afectados por lo vivido.