Un estudio buscará soluciones a los problemas de movilidad del entorno del hospital Miguel Servet

El pleno municipal aprobó a finales de julio una moción para analizar las complicaciones de tráfico que se generan en la calle Gonzalo Calamina y adyacentes.

Las congestiones de tráfico son constantes en la calle Gonzalo Calamita, en el entorno del hospital Miguel Servet.
Un estudio buscará soluciones a los problemas de movilidad del entorno del hospital Miguel Servet
Laura Mateo

?????G?onzalo Calamita, Pedro Arrupe y Vázquez de Mella. Son los nombres de las calles en las que se encuentran el edificio de consultas externas del hospital Miguel Servet, un colegio, un instituto, un gimnasio, un parquin y un hotel. La concentración de equipamientos genera una saturación de tráfico durante gran parte del día (se reduce en verano al estar los centros educativos cerrados), por lo que los vecinos del entorno y aquellos que lo frecuentan exigen una solución a los problemas de movilidad.

El grupo municipal de Ciudadanos se hizo eco de las protestas y presentó el pasado viernes 27 de julio una moción en el pleno municipal con la que reclamaba elaborar en el plazo de tres meses un estudio que contemple una "solución real" a esta situación, tras recibir quejas por las complicaciones del tráfico que se genera “por las mañanas y algo por las tardes" en el acceso al hospital, especialmente en la calle Gonzalo Calamita. La peor parte, según Ciudadanos, se la llevan las ambulancias, que tienen que salir o entrar al hospital con premura y se ven entorpecidas por la circulación.

Desde el partido pidieron que se busquen soluciones consensuadas, sobre todo para “valorar las  necesidades y prioridades sanitarias, pero no ir en detrimento de ninguna de las instalaciones de estas calles”. El pleno aprobó la moción y Chunta Aragonesista, el único grupo que se abstuvo, reconoció que es una zona “especialmente sensible, aunque la situación no se aleja a la de otros entornos”. Desde el PSOE recordaron que la zona de la Romareda se ha agitado últimamente con el tema del traslado de la venta ambulante hasta allí, algo que reconoce José Luis Rivas, presidente de la Unión Vecinal Cesaraugusta.

“Este asunto de la precariedad en la movilidad nos lleva persiguiendo años, pero efectivamente lo hemos vuelto a comentar cuando se habló de la instalación del rastro en la Romareda, era lo que nos faltaba, este es un problema grave”, explica Rivas. El presidente sostiene que hasta la fecha no les han dado “ningún tipo de solución” y que por su parte ve las posibilidades de mejora “muy reducidas”, ya que “el espacio es finito, no hay opción de meter otra calle que alivie el tráfico”.

Pablo Sánchez, presidente de la Asociación de Vecinos Agustina de Aragón-Romareda coincide en que “siempre hemos tenido problemas en Gonzalo Calamita”, especialmente desde la ubicación en esa zona de las consultas externas. “Se colocó una parada fija de taxis, hay muchos coches particulares que vienen a traer y a recoger enfermos, y a eso hay que sumar la cantidad de padres y madres que llevan a sus hijos al colegio e instituto de la zona en coche”. Las primeras horas de la mañana son “las peores”, según Sánchez, quien recuerda que este asunto “ya ha sido tratado en más de una ocasión en la reuniones de la Junta de Distrito”.

Los vecinos esperan que la realización del estudio arroje resultados “contundentes” que ayuden a armonizar el entorno del hospital. Entre las soluciones planteadas por Ciudadanos se podrían encontrar “cambios de sentido o entradas y salidas por la Z-40 o el paseo de Isabel la Católica”. Los demás grupos municipales solicitaron “no poner parches” y abogaron por minimizar las afecciones fomentando el servicio de transporte público o las rutas escolares en bicicleta.

Las mejoras en materia de movilidad de la ciudad deberían haber llegado con el Plan de Movilidad Urbana Sostenible (PMUS), pero lleva más de tres años paralizado y sin visos de avanzar. Por eso, grupos municipales como Ciudadanos están trasladando al pleno mociones de movilidad con el fin de agilizar la puesta en marcha de soluciones mientras se espera a dar la luz verde definitiva al PMUS, que actualizará el plan de 2006 y marcará las directrices del transporte para los próximos años.

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