Una ambulancia llamada 'Deseo'

DYAZaragoza cumplió ayer el sueño de Joaquina Gil, una mujer de 72 años que sufrió un ictus en junio, y anhelaba poder celebrar el cumpleaños de su hija en la finca familiar.

Rosa Tarragó sopla las velas junto a su madre, Joaquina Gil, y el resto de familiares.
Rosa Tarragó sopla las velas junto a su madre, Joaquina Gil, y el resto de familiares.
Guillermo Mestre

Un domingo de paella con la familia para celebrar un cumpleaños. Una ecuación simple que, sin embargo, se antojaba sumamente difícil para Joaquina Gil, una zaragozana de 72 años. Esta mujer sufrió un ictus a mediados del pasado mes de junio. Desde entonces vive en una habitación de hospital. Los primeros días estuvo ingresada en el Miguel Servet y ahora está siendo tratada en el San Juan de Dios. Su estado de salud (tiene paralizado el lado izquierdo de su cuerpo y no puede caminar) le hacía imposible acudir a la celebración que había organizado su hija con motivo de sus 42 años en una finca de Garrapinillos.

Pero afortunadamente para Joaquina existe el Proyecto Deseo, puesto en marcha en Aragón por la asociación DYA Zaragoza hace tan solo un par de semanas. "Este programa está pensado para cualquier persona que esté hospitalizada y tenga un deseo. Ir a ver un partido de fútbol, al cine, a la playa... Si los médicos autorizan la salida, nosotros ponemos a su disposición las ambulancias de DYA y hacemos lo posible por cumplir el deseo", explica Jorge Gracia, vicepresidente de la asociación.

Rosa Tarragó, la hija de Joaquina, conoció este programa solidario una tarde que estaba acompañando a su madre en la habitación del hospital San Juan de Dios, con el que también colabora de forma desinteresada porque es higienista dental. "Vi anunciado en Facebook el ‘Proyecto Deseo’ y me pareció una iniciativa estupenda. Contacté con DYA y les comenté la situación de mi madre", detalla Rosa. Unos días después, y con la autorización de sus médicos, se comenzó a dar forma a la sorpresa.

El deseo de Joaquina, ni más ni menos, que acudir a una celebración en la finca familiar y, de paso, ver las últimas reformas que habían hecho en el terreno. Dicho y hecho.

Este domingo, la mujer salió del hospital San Juan de Dios hacia las 14.00 pensando que la trasladaban al Servet para unas pruebas. Sin embargo, las puertas del vehículo volvieron a abrirse en la finca de Garrapinillos con toda la familia alrededor. "Esto es como el programa ‘Sorpresa, sorpresa’. ¿Os acordáis?", el ánimo de Joaquina era tan envidiable como contagioso. Las risas se mezclaron con las lágrimas de emoción.

La familia disfrutó de una jornada inolvidable. Los voluntarios de DYA Zaragoza acompañaron a Joaquina en todo momento. Por la tarde, y con ánimo renovado y más ganas que nunca de continuar con su rehabilitación, volvieron a llevarla hasta el hospital.

"De momento, el proyecto solo funciona en San Juan de Dios, pero ya estamos negociando para extenderlo a otros centros sanitarios de la ciudad", apuntó el vicepresidente de DYA Zaragoza. Porque desde este domingo, las ambulancias no solo acuden a emergencias, también cumplen deseos.

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