Un giro a la izquierda en la calle Emilia Pardo Bazán aspira a aliviar el tráfico del Actur

Han sido muchos los años de reclamaciones al Ayuntamiento de Zaragoza y a la Junta de Distrito del Actur, pero por fin parece que la calle Emilia Pardo Bazán tendrá la salida a la izquierda tan esperada por los que circulan por ella. La Asociación de Vecinos Actur-Rey Fernando trasladó la petición a los presupuestos participativos y ha sido una de las cuatro seleccionadas en el distrito para su ejecución.

En total, ha recibido 412 apoyos y la obra está cifrada en 93.438 euros. La vía tiene actualmente  una salida obligatoria a la derecha en su incorporación a la avenida Pablo Ruiz Picasso, lo que supone que muchos vehículos tengan que desplazarse hasta la glorieta de Ángel Guinda para efectuar el giro a la izquierda. Según el colectivo vecinal, “desde la implantación del tranvía esta maniobra provoca la acumulación de tráfico en la glorieta y prolonga el tiempo de uso del vehículo, con la consiguiente contaminación”.

Además, en las inmediaciones de Pardo Bazán y Ruiz Picasso se encuentra el cuartel de la Policía Local, el centro logístico de la Cruz Roja y el centro de salud Amparo Poch, y el giro a la izquierda “dirigiría directamente hacia la salida de la ciudad por la Z-40, hacía los grandes centros hospitalarios, la estación intermodal, el  centro de Zaragoza, la Universidad...”, apuntan desde la asociación, lo que “permeabilizaría la movilidad”.

Algunos partidos políticos como el PAR de Zaragoza llevan defendiendo desde hace años la ejecución de la obra para aliviar la densa circulación de la rotonda que conecta las vías Gómez de Avellaneda, María Zambrano y Ruiz Picasso. Aunque los vecinos se sienten respaldados, temen que la obra “sea paralizada a última hora como nos pasó en 2017”, cuenta el secretario de la asociación, Ismael García.

Desde la Sección de Semáforos del Servicio de Movilidad del Consistorio se comunicó al colectivo vecinal que no veían necesario acceder a su petición ya que “realizar la salida desde Pardo Bazán a Ruiz Picasso, en ambos sentidos, supondría tener que instalar nuevos semáforos tanto en Pardo Bazán como en la avenida principal para detener a los vehículos de Ruiz Picasso, provocando más congestión en dicha avenida”.

Este año, la Jefatura del Departamento de Planificación y Diseño de la Movilidad Urbana ha estimado viable la propuesta y ha apuntado que la cuantía económica destinada a la obra puede incluir “pasos de peatones accesibles y semáforos de invidentes”. “El año pasado no llevamos una decepción importante cuando un técnico decidió impedir que se ejecutara, así que este confiamos en que cumplan con lo que dicen”, indica García.

Todas las propuestas que han salido adelante en el Actur a través de los presupuestos participativos han sido planteadas por la AVV Actur-Rey Fernando, lo que “nos ha llenado de entusiasmo”, dice el secretario. Desde el colectivo defienden que el proceso participativo “debería poner más en valor el trabajo que se hace a diario por parte de las asociaciones vecinales”, y consideran que todo vecino que a título particular tenga una reivindicación “debería trasladarla a las reuniones de la Junta de Distrito, para exponer sus motivos y abrir un debate”.

García cuenta que el “problema de fondo” es que “no existe ningún control para determinar si un grupo de personas solicita algo en beneficio suyo y no para mejorar el distrito”. El secretario pone el ejemplo de la ampas de los centros educativos y opina que “es muy fácil poner a varias personas a favor de una idea, en el colegio pueden repartir papeles y luego solo hay que darle a un botón para conseguir cosas como que les arreglen el patio del centro”.

La asociación vecinal se pregunta “de qué sirve que durante años se dedique tiempo a debatir sobre los asuntos más prioritarios para hacer de los barrios lugares mejores si luego no se nos tiene en cuenta”. Además, recuerda que los colegios “tienen otras partidas íntegramente para ellos, así que no sabemos por qué tienen que entrar en los presupuestos participativos”.

La escasez de tiempo, tal y como ha señalado también en repetidas ocasiones la Federación de Asociaciones de Barrios de Zaragoza, es para los vecinos del Actur “otro hándicap para que el proyecto pueda dar sus mejores frutos”. De este modo, sostienen que la idea de poner en marcha los presupuestos participativos “es algo beneficioso”, pero la AVV Actur-Rey Fernando pide que en futuras ediciones “estén mejor ejecutados”.