La Guardia Civil ha detenido en Gallur a un hombre y una mujer de 53 y 49 años, respectivamente, que se dedicaban al cultivo y venta de marihuana. Los agentes encontraron en la vivienda que tenían alquilada, en la colonia de San Antonio, 1.906 plantas y todos los elementos necesarios para sacarlas adelante. Además de tráfico de drogas, los agentes les atribuyen un delito de defraudación del fluido eléctrico, ya que cogían la luz de la calle. 

Según ha informado la Comandancia de la Guardia Civil de Zaragoza, la bautizada como 'Operación Colonial' comenzó en mayo al tenerse la sospecha de la existencia de un cultivo de cannabis en el interior de una vivienda de Gallur. Los funcionarios averiguaron que los residentes en ese domicilio, consistente en dos viviendas de 300 metros cuadrados unidas por un pasillo central, estaban allí en régimen de alquiler.

También que carecerían de contratación de suministro de luz a pesar de que tenían funcionando las 24 horas del día un montón de aparatos de aireación de grandes dimensiones. Además durante las gestiones realizadas se obtuvieron numerosos indicios que revelaban que dentro podrían estar cultivando marihuana.

Por esa razón, en la mañana del martes 3 de julio, la Guardia Civil llevó a cabo un registro en dicho lugar y descubrió que casi la totalidad de las estancias estaban perfectamente acondicionadas para el cultivo de cannabis sátiva. La plantación tenía un completo sistema de iluminación, ventilación, riego y acondicionamiento. Con ese sistema podían mantener un sistema de producción continua y obtener varias cosechas al año.

En el inmueble fueron intervenidas 1906 plantas de cannabis, en estado de crecimiento, con una altura de un metro aproximadamente y llenas de cogollos, 41 ventiladores, 5 aparatos de aire acondicionado y 100 placas de luz. Además, los agentes se incautaron de 27 garrafas de fertilizantes, 38 cajas de otros productos de la misma categoría, 8 cajas de ambientadores, y 50 sacos de 50 kilos cada uno de tierra para cultivo.

Durante la inspección de la parcela, constataron que los inquilinos habían 'puenteado' la toma de luz y la cogían del alumbrado público, hecho que comunicaron  a Eléctricas Zaragoza, cuyos operarios se personaron en el lugar para llevar a cabo las actuaciones correspondientes. Según estas fuentes, la sustancia intervenida, una vez en seco, tendría un valor de unos 300.000 euros.