En busca y captura por el presunto secuestro de una amiga en Montañana

La Audiencia de Zaragoza debería haber juzgado este lunes a un vecino del barrio de Montañana por el presunto secuestro de una amiga a la que ofreció su casa para instalarse de forma provisional hasta que encontrara un nuevo domicilio. Pero Abderrazak E. H., al que también se acusa de atacar y lesionar a esta mujer, ha decidido no presentarse al juicio, lo que ha obligado al tribunal a dictar una orden de búsqueda y captura contra él.

Los hechos se produjeron en mayo de 2016. Según la denunciante, tras unos primeros días de convivencia tranquila, el hombre empezó a mostrar una actitud violenta. Fue entonces cuando le comunicó que prefería marcharse de la casa, lo que presuntamente el acusado le impidió encerrándola en el domicilio y escondiendo la llave. Cuando esta intentó hacer uso del teléfono móvil para pedir auxilio, el supuesto secuestrador se lo arrebató de las manos y lo lanzó con fuerza al suelo.

Según la acusación particular, ejercida por la letrada Ana Lobato, fueron dos veces prácticamente consecutivas las que el encausado retuvo contra su voluntad a la mujer. La primera, entre el 12 y 15 de mayo, cautiverio al que la víctima habría puesto fin aprovechando que su hasta entonces amigo le permitió salir a la calle con él a hacer unas compras. Al parecer, dos días más tarde, la mujer regresó al domicilio del Montaña para exigir al acusado que le devolviera sus pertenencias. Y como había sucedido la primera vez, la acusación mantiene que Abderrazak E. H. volvió a encerrarla.

Cuando logró escapar por segunda vez, la víctima decidió acudir enseguida a comisaría para denunciar lo sucedido. Contó entonces que había sido agredida en varias ocasiones por el acusado, causándole lesiones en un gemelo, el brazo izquierdo, cadera izquierda y espalda. Ninguna de ellas le provocó incapacidad o secuelas, pero el parte médico dice que tardó una semana en curar.

La acusación particular acusa a Abderrazak E. H. de un delito de detención ilegal y otro, leve, de lesiones, por lo que solicita una condena de cuatro años de cárcel y una multa de 540 euros. La Fiscalía considera que solo estarían probadas las lesiones, por las que pide la misma multa.

La defensa, a cargo de la abogada Araceli Esteban, niega los cargos y pide la absolución.